#InPerfecciones
Debido a las tensiones sociales emergentes en Perú, las autoridades de aquel país decidieron optar por un estricto ‘Toque de queda’; el cuál fue levantado unas horas antes de disputarse la primera fecha de la Copa Libertadores en la nación inca.
Jorge García Vielma / @7Vielma7
jorge.garcia@inperfecto.com.mx
América Latina región convulsa por naturaleza, podría hasta considerarse inimaginable que el subcontinente pueda transitar de manera ordinaria sin ningún percance pero ocurre todo lo contrario. Actualmente el mundo atraviesa, lo que algunas y algunos denominan, una crisis de los paradigmas, aquello que se creía fuertemente cimentado e indestructible parece ser que al pasar de los días se va fisurando de a poco. La sociedad global se ve inmiscuida en una amplia gama de percances, unos alteran con mayor injerencia su entorno, aunque de cualquier forma éste cambia sin importar que nombre tengan las coyunturas.
Una situación que se ha hecho bastante común es el de mirar hacia afuera y anteponer las situaciones externas antes que las propias, tal manía se ha patentado perfectamente en Latinoamérica. Es verdad que actualmente el mundo entero sufre distintas anomalías en el orden social, si es que hay uno, pero desde un amplio sector de las miradas regionales se suele generar mayor preocupación y expectativa respecto a las cosas que se están desarrollando a varios miles de kilómetros de aquí; con esto no se busca desestimar dicho fenómeno, pero la crítica se centra en no dedicar tiempo ni esfuerzo a lo que está más cercano. Resulta fundamental detenerse por unos instantes y cuestionarse: ¿Qué ocurre ahora mismo en América Latina? Dejar de mirar solo hacia adentro y hacerlo para afuera pero con su debida precaución.
Ciertas miradas han volteado hacia Perú, ¿por qué? A inicios de esta semana el actual mandatario de aquella nación, Pedro Castillo, a través de un mensaje transmitido por televisión nacional decretó un estado de emergencia y toque de queda en Lima; incluyendo al puerto del Callao. Dicha acción ocurre después de las amplias manifestaciones y protestas debido a la alza en los precios de los combustibles y alimentos; el incremento en los primeros ocasiona, casi, de manera automática que la canasta básica suba su valía. Las últimas horas de las y los peruanos han sido momentos con mucha tensión, el discurso de la inflación se apoderó de la élite peruana, cotidiano se ha vuelto escuchar esta palabra para explicar el porqué de los precios al consumidor pero los argumentos parecen quedar cortas y la gente se ha volcado hacia las calles.
¿Cómo terminar con estas políticas de represión? Parece que siempre hay un elemento del cual se aprovechan los altos jerarcas latinoamericanos: el deporte, particularmente el futbol. Existe una larga historia entre el balompié y su relación con América Latina, claramente hay episodios gloriosos en el ámbito deportivo pero también otros han pasado a la historia por relatar episodios con tintes inimaginables. Corría el rumor que los encuentros por la primera jornada de la Copa Libertadores a disputarse en Lima serían suspendidos, dónde los clubes Sporting Cristal y Alianza recibirían a Flamengo (Brasil) y River Plate (Argentina) respectivamente. En un mundo ideal resultaría lógico parar por un momento los eventos deportivos debido a la tensión social por la que está pasando Perú, ¿ocurrió así? No, pasó todo lo contrario, el presidente peruano ordenó el levantamiento de estas medidas y los encuentros se desarrollaron con cierta normalidad.
Sacar conjeturas respecto a que Pedro Castillo decidió cambiar de postura solamente porque el torneo de CONMEBOL debía ponerse en marcha sería un acto muy a la ligera, probablemente esta no fue la principal razón pero sí contribuyó para tratar de maquillar un poco lo que ocurre en el país y que mejor manera de hacerlo que con un partido de futbol. No es la primera vez que el balón se ve alcanzado por este tipo de hechos en América Latina, el año pasado sucedieron acontecimientos bastante similares pero en Colombia: manifestaciones en las calles, represión policial y un partido de futbol disputándose.
Existen patrones que se siguen repitiendo al grado de hacerse pasar como normales pero no lo son. El futbol latinoamericano no puede seguirse usando como distractor de aquello que está pasando en las calles día con día, que claramente resulta ser más importante.
Rueda el balón, rueda la vida.
