#InPerfecciones
“Lo que es importante destacar es el capital propagandístico que ha conseguido la 4T a partir de la consulta popular para justificar la cancelación del NAIM”
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx
En términos simples, la miopía es un trastorno de la visión que si bien permite enfocar correctamente los objetos que se encuentran cercanos, no lo es así para los objetos que se encuentran alejados, traspolar este padecimiento a un contexto cotidiano inserto en la vida política nos permite ejemplificar aspectos en los que el análisis que suele hacerse de los actos e implementaciones de Gobierno quedan cortos por observar a modo y magnificar de manera muy particular un hecho dejando de lado lo general para no caer en inconsistencias, es decir, se puede aplaudir la inauguración de una obra de infraestructura por la gran calidad que tienen sus cimientos sin prestar atención al hecho de que el resto de la estructura se encuentre inacabada; claro está, que los cimientos son fundamentales para cualquier obra, sin embargo, si el ofrecimiento es una obra concluida para un beneficio concreto y ésta no se encuentra terminada o es funcional, entonces hay un problema de congruencia, sobre todo cuando aún así se aplaude como la gran obra de un sexenio; podemos acusar de miopía a quién acuda a la ovación exagerada de una obra que se encuentre inconclusa.
El debate público que ha ido y venido a lo largo de la administración de la 4T sobre el NAIM vs AIFA, ha tocado muchas aristas, se han integrado a la discusión aspectos que han oscilado entre la protección y conservación de un lago hasta la negligencia por la falta de certificaciones internacionales del recién inaugurado AIFA, sin embargo, lo que es importante destacar es el capital propagandístico que ha conseguido la 4T a partir de la consulta popular para justificar la cancelación del NAIM y darle sustento a la creación del AIFA como parte de toda una narrativa en la que el desmantelamiento paulatino del NAIM se ha ocupado como parte de un discurso en el que de manera simbólica la 4T trata de demostrar que la corrupción en México se cae a pedazos mientras que uno de los proyectos insignia del Gobierno del bienestar no solo “se termina” en “tiempo record”, sino que además goza de toda la superioridad moral impresa por la mano de obra militar y desde luego de López Obrador.
El abuso del simbolismo en materia de obras de infraestructura dificulta el análisis objetivo, los elaborados discursos para justificar la inauguración de una obra inacabada como el AIFA por la evidente falta de servicios para hacerlo funcional al 100% trataron de solventar y concentrar la atención en los detalles que se podían presumir, amén de lo espectacular que es ver aterrizar y despegar aviones, pero los servicios sanitarios “temáticos” de un aeropuerto solo son servicios complementarios, una nimiedad si consideramos que la infraestructura de acceso a todo el conjunto del Felipe Ángeles se encuentra inconclusa, de modo que si quitamos toda la paja discursiva y nos enfocamos en lo ofrecido contra lo entregado al 21 de marzo de 2022 por López Obrador, encontraremos severas inconsistencias que obedecen en su totalidad a un afán propagandístico de efímero cumplimiento de lo ofrecido añadiendo a la ecuación toda la parafernalia “mañanera” que repite como disco rayado que la oposición desfallece de coraje ante la inauguración de la “magna obra” que se ha promocionado como el aeropuerto más “moderno” del mundo.
Los detalles técnicos son lo de menos cuando se trata de una carrera contra reloj en materia electoral o de democracia participativa si metemos a la ecuación el tema de la Revocación de Mandato donde lo que está en juego no es la capacidad y eficiencia de un personaje sino su popularidad, y si de lo que se trata es de mitificar a un personaje, sobran aduladores, no importa que una obra esté inconclusa o si funciona parcialmente, si está lejos, o si formalmente su lenguaje arquitectónico no cumple con una expectativa estética, no, el punto está en lo que simboliza una obra de tal magnitud para la 4T si hablamos de capitalizar votos; así podemos dar cuenta de infinidad de obras a lo largo del tiempo en el que el beneficio o la calidad es lo de menos porque el cálculo político en México se elabora con números que sumen cantidades que presumir como el número de despensas entregadas, el número de apoyos económicos entregados, metros cuadrados construidos aunque las obras no estén acabadas o no funcionen, o el número de acarreados a los mítines, etcétera.
Si, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles abrió sus puertas el día que se conmemora el natalicio del Benemérito de las Américas, el día que se ofreció ser inaugurado por el campeón del pueblo; la reunión de miopes y lambiscones para aplaudir de cerca pisos, cubiertas, sanitarios, pistas, torre de control y el cascarón del hotel de la mitad de todo el conjunto delatan el espíritu mediocre y falaz de una administración que no tiene la capacidad para ver de manera integral los desafíos que tiene el país, sin embargo, esta incapacidad está totalmente justificada en esos lambiscones porque se encuentran totalmente concentrados en cumplir a cabalidad los caprichos de un solo personaje que en su micro cosmos se asume como el Estado y el pueblo, motivo por el que se atreven a señalar obsesivamente que el AIFA es una obra del pueblo y para el pueblo.