#InPerfecciones
Los discursos de odio no solo niegan nuestras identidades y derechos; sino que también generan más ignorancia en la sociedad.
Ricardo Sámano / @samano_O
ricromsam@gmail.com
En lo que va del 2021 el observatorio nacional de crímenes de odio contra personas LGBT+ ha reportado la muerte de 21 mujeres trans, sin embargo no consideramos aquellas que son consecuencia de las condiciones precarias en las que vive la mayor parte de esta población. A mediados de junio en el centro de la Ciudad de México en una sola semana fallecieron tres mujeres trans, trabajadoras sexuales: Kaori fue víctima de las drogas, Nube decidió terminar con su vida y la defunción de Margoth fue por cáncer, esas muertes solo son aquellas que alcanzamos a visibilizar; pero seguro la cifra se duplicaría si decidiéramos indagar.
Recientemente el congreso del Estado de México aprobó reformas al código civil estatal para que las personas trans tengan el derecho de modificar en actas de nacimiento sus datos personales como nombre y sexo, dicha “ley” solo se ha aprobado en 14 estados de la República y ha sido obstaculizada constantemente por grupos de extrema derecha quienes se rigen por creencias religiosas e ideas como que vamos en contra de la naturaleza y la familia. Si nos guiáramos por las leyes de Dios seguro que a él le preocuparía más la pobreza extrema en la que viven muchas mujeres trans, el abandono social en el que se encuentran y el nulo respeto a sus derechos humanos ¿A caso Dios no era justo y bondadoso?
Los discursos de odio no solo niegan nuestras identidades y derechos; sino que también generan más ignorancia en la sociedad.
