#InPerfecciones
La última semana estuvo cargada de múltiples manifestaciones en Colombia debido a una reforma propuesta desde la Casa de Nariño.
Jorge García Vielma
jorge.garcia@inperfecto.com.mx
Colombia tierra de bendiciones, una frase que sin duda alguna describe perfectamente a la nación cafetera. Pero también este mismo suelo ha sido testigo de desgracias que han azotado a miles de colombianos, principalmente a los menos favorecidos; una inercia bastante común en América Latina. Si la pandemia por COVID-19 no fuera razón suficiente para que el país estuviera en crisis y desolado, ahora hay una nueva situación que se debe agregar, y ésta es la propuesta de una reforma tributaria por parte del presidente Iván Duque. ¿Qué pretende la actual administración al poner en marcha esta propuesta de gobierno? Según ellos, recuperarse a cualquier costo de los estragos arrojados por el coronavirus, pero para gran parte del país se busca todo lo contrario, seguirlos hundiendo.
El pasado domingo a través de un video, Iván Duque solicitó a los congresistas que echaran para atrás la reforma que él mismo promovió, no sin antes dejar en claro que ésta no obedecía a un capricho sino a una necesidad real para el pueblo colombiano; quiénes celebraron esta decisión. Las protestas visibilizaron situaciones que podrían llegar a parecer que no suceden pero sí, una de ellas es lo relacionado al mundo deportivo en el campo de la política, destacando la siguiente interrogante: ¿Qué papel desempeña el deporte en estas manifestaciones? Se podría llegar a pensar que su participación es nula o insignificante de no contar con un conocimiento sobre la conexión existente entre el pueblo colombiano y quiénes los representan en todas las competencias deportivas. Basta con observar el sentimiento generado cada que la selección Colombia aparece en escena, la nación se siente totalmente representada por su combinado nacional y nunca dejan de apoyarlos.
La reforma tributaria que se tenía en mente no iba a eximir a los deportistas por el simple hecho de serlos, son personas “comunes y corrientes” sin rasgos distintivos al resto; quizá una excepción se encontraría en que parte de su éxito se lo deben al pueblo. Se convocó a un “paro nacional” y de inmediato las autoridades fueron represoras a las acciones ejecutadas por los manifestantes, a partir de aquí algunos personajes deportivos mostraron su apoyo al descontento nacional, dichas manifestaciones ocurrieron principalmente en Twitter. Por ejemplo, el ex arquero René Higuita colgó un mensaje dónde destacaba que las figuras se deben al pueblo y por esa razón se mostraba en pro de las manifestaciones. Nairo Quintana, uno de los mejores ciclistas a nivel mundial de los últimos tiempos reafirmó su acompañamiento con el pueblo cafetero y su descontento con a reforma de Duque. La futbolista de la selección nacional y del Inter de Milán, Yoreli Rincón de igual manera emitió un mensaje donde destaca que los pobres son quiénes más sufren las indolencias en el día a día colombiano a comparación de aquellos que proponen los cambios tributarios. Rápidamente se popularizó el hashtag #NoALaReformaTributaria.
A la lista se suman personalidades como Karol G, Juanes, J Balvin, entre otros. Ahora resulta apropiado preguntarse ¿qué representa para el pueblo colombiano ver que sus ídolos apoyan su lucha? Puede llegar a serlo todo, ver que la misma persona que atajó un penal decisivo para su selección es la misma con la que comparte un sentimiento de hartazgo el cual los lleva a manifestarse ante las decisiones gubernamentales, se logra una conexión difícil de explicar pero bastante significativa en el campo social. Los últimos años en Colombia no han sido los más prósperos pero su propia gente es la encargada de salir a combatir y exigir un trato digno y justo por parte de sus gobernantes, desde Bogotá hasta Cali, pasando por Medellín y llegando a Cartagena o Barranquilla, sin olvidar a Cúcuta, Bucaramanga y Santa Marta, también se hace presente Armenia y Pereira; todo el país exigiendo que la reforma tributaria se echara para atrás, lo lograron. La sociedad colombiana se dio cuenta que así como ellos corean las victorias de sus deportistas, éstos son sus compañeros de batalla contra la injusticia y los malos tratos. ¡Esta vaina está delputas!
Rueda el balón, rueda la vida.
