#InPerfecciones
Existen los viajes al pasado, son comunes y puedes llegar a experimentarlo en cualquier momento.
Georgina Valez / @gini_friski
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Para entenderte a ti mismo no basta con ser tú, hay mil cosas que pasan por nuestra mente, pueden ser normales o pueden llenarnos de dudas. Hay una en particular que es muy curiosa y hasta podemos externar a los demás lo que sentimos porque no es necesariamente malo o vergonzoso. Hablo de la sensación repentina de que ya habíamos vivido algo anteriormente pero que en realidad no es así, en pocas palabras, un “déjàvu”. Volvemos mental o hasta físicamente, en cierto nivel, a sabores que ya habíamos probado, lugares en los que ya habíamos estado, cosas que ya habíamos visto (eso significa déjàvu en francés, “ya visto”) o conocemos personas que nos son tan familiares que juramos que ya habíamos estado ante ellas antes. Este fenómeno pertenece a las paramnesias, que son en general alteraciones de la memoria o distorsiones de recuerdos, es una de las muchas formas en las que tu mente te puede traicionar sin consecuencias graves.
Si lo pensamos bien, un déjàvu es como un viaje en el tiempo, al pasado para ser más exactos y no se necesita ni del más mínimo esfuerzo para llevarlo a cabo. Al experimentarlo llega sin previo aviso, no podemos inclinar la sensación ni hacia lo bueno ni a lo malo, simplemente es raro, algo inexplicable pero común, dura solo unos segundos y después puedes continuar con lo que estés haciendo como si nada, incluso no siempre puedes recordarlo después.
En las últimas semanas he hecho bastantes viajes en el tiempo. Me llegan de la nada, puedo decir que son en contra de mi voluntad porque no me hacen sentir bien, por eso los recuerdo, no me trasladan a lugares que recuerde con cariño ni con personas que quiera volver a ver. Es todo lo contrario, me incomodan, me encaran con situaciones de mi joven vida que quisiera borrar, menciono la juventud porque la ciencia dice que es más común que le sucedan este tipo de cosas a los jóvenes, cosa que me hace total sentido basándome en que es cuando a penas estás aterrizando quién eres (tu presente) y aceptando de dónde vienes (tu niñez). Cuesta juntar el tema del tiempo y de la mente e intentar hablar de ellos, lo hago solo desde mis propias experiencias y me gusta más llamarle viaje en el tiempo que déjàvu porque le añade aún más dramatismo a nuestra vida, podemos decir entonces que todos los que lo hemos sentido somos viajeros en el tiempo, en nuestro propio tiempo.
