Editorial

Fantastic Voice

#InPerfecciones
Una manera interesante y bella de interpretar las voces de otros, es verlas como un regalo que otorga libertad. Un regalo de duración finita, que se vuelve infinita si permitimos que deje algo en nosotros.

 

 

Manuel E. Herrera Flores / @manumataum
manuel.herrera@inperfecto.com.mx

Cada persona tiene una voz única. No sólo por la forma, constituida por el timbre, velocidad y volumen, sino por su contenido. En cada decir hay una confesión del sujeto que comparte su voz con el mundo.Ytal decir está atravesado por una serie de valoraciones ideológicas, juicios morales y maneras de conducirse, ver e interpretar el mundo.

 

Por tanto, no hay mejor manera de vislumbrar el mundo interior de otra persona que callarse y escuchar atentamente aquellas múltiples verdades ajenas, que son presentadas ante nosotros en forma de voz alterna. En todo ese proceso se abren dos disyuntivas, no necesariamente excluyentes entre sí: el de conocer un mundo ajeno, dentro de otra persona, y la posibilidad de salir de uno mismo, al menos eltiempo que dure una conversación.

 

Con el uso de la voz, se han preservado saberes y tradiciones, pero también se ha logrado cuestionar, colectivamente, las verdades que en cierto periodo y en su contexto han sostenido y otorgado legitimidad a todo orden histórico y social. Por tanto, es necesario tener en cuenta esa doble función de la voz, como aglutinante tanto de las costumbres y todo horizonte de lo conocido y como agente de cambio que permite la apertura a múltiples verdades y saberes alternativos.

 

Por ello, teniendo en consideración que toda alteridad enriquece la experiencia humana, la dimensión y alcance múltiple de la voz puede extrapolarse a lo macro y a lo micro de la convivencia humana. Desde los diálogos interculturales que comparten, y al mismo tiempo contrastan saberes, hasta el intercambio de palabras en el universo de lo cotidiano con un conocido o un desconocido.

 

La voz del otro se vuelve el canal por el cual se puede salir del ser uno mismo, así pueden contrastarse ideas sumamente arraigadas que no tienen porque tener validez universal o atemporal. De tal manera que esa otra voz puede constituir la libertad última a la que puede aspirar una persona: La libertad respecto de uno mismo y la posibilidad de dejar de ser quien siempre se ha sido. Poder cambiar y entender que todo, siempre, puede ser diferente.

 

Quizá la mejor manera de salir de esa espiral autorreferencial, sea sentarse a ser amigable con el mundo. Timothy Snyder hace una interesante invitación a los lectores de su libro Sobre la tiranía: “Ve afuera, pon tu cuerpo en lugares poco familiares, con gente que no conoces.” Con la intención de generar conversaciones y combatir al tirano interno que todos tenemos, que se nutre de todas las ideas sumamente arraigadas y que muchas veces no nos permiten ver de manera diferente el mundo a como ya lo conocemos.

 

Así que una manera interesante y bella de interpretar las voces de otros, es verlas como un regalo que otorga libertad. Un regalo de duración finita, que se vuelve infinita si permitimos que deje algo en nosotros.

 

Una voz puede resonar en nuestro interior toda la vida, si logramos entender que somos la suma de todas las personas a las que escuchamos. Siempre terminamos preservando un cachito de toda la gente con las que convivimos, en lo más profundo de nuestroser.

Todas las voces son únicas y especiales. Pero si llega a usted una voz fantástica, no la deje ir.

#InPerfecto