Editorial

CAMPAÑA Y VENGANZA.

#InPerfecciones
La historia no termina con apreciar en su verdadera forma y magnitud al Jefe del Ejecutivo cuando de descalificar al INE se trata. 

 

 

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

El chiste se cuenta solo, y no es precisamente lo que de manera perversa hacer reír a Hugo López Gatell cuando intentamos imaginar cual es la parte “alegre” de la pandemia que lo ha convertido en un cretino en toda la extensión de la palabra, no, vamos a referirnos a la campaña de descalificación que la 4T ha emprendido contra el INE; no solo le ha declarado la guerra abiertamente al instituto al que meses atrás le aplaudió la negativa de registro a México Libre, el mismo instituto al que reconoció por avalar el triunfo electoral de la “transformación” en las urnas en 2018.

 

Sin duda la relación amor-odio que la 4T tiene con el INE va más allá de todo lo tóxico que representa un complejo psicológico digno de un concienzudo diagnóstico psiquiátrico en el que se encuentra totalmente entrampado López Obrador cuando “lloriquea” por la supuesta afrenta que padeció en 2006 al perder las elecciones frente a Felipe Calderón y que todavía le quita el sueño y preciosos minutos de la mañanera cada que saca a colación el trauma de la derrota, sin embargo, no podemos olvidar que de aquel doloroso episodio sentimental se desprendió la célebre amenaza “al diablo con las instituciones”, y valla que López Obrador es un hombre de palabra que pasó de la eterna campaña a la campaña remasterizada y aderezada con venganza; lo de las instituciones no era broma, pero, lo positivo del tema es que nos permite conocer una versión de López Obrador más auténtica, más cercana al personaje detrás de la máscara del “demócrata” de bonitas intenciones que construyó su popularidad a través del chantaje y la manipulación.

 

Pero la historia no termina con apreciar en su verdadera forma y magnitud al Jefe del Ejecutivo cuando de descalificar al INE se trata tildándolo de haberse convertido en el “supremo poder conservador”, la parte seria del asunto es la apuesta por la violencia en el discurso con la que Félix Salgado Macedonio amagó señalando que “si no es candidato, no habrá elecciones en Guerrero”, y es que para los autoproclamados “campeones de la moral y la democracia” parece que el concepto democracia ha cambiado y se ha redefinido como se redefinió la inyección de recursos ilícitos a la campaña electoral cambiándolo por “aportaciones”, solo que en esta ocasión, además de lo escandalosa que es la declaración del “beato” Salgado Macedonio, tenemos que agregar que la negativa del INE para registrar 48 candidaturas de Morena por incumplimiento de la normatividad prende los focos de alerta por la intentona de brincarse las reglas del juego como si se tratase de una revancha política bajo la anuencia del Presidente que reaccionó de forma muy agreste.

 

Desde la óptica de los simpatizantes del Presidente y su movimiento, desde luego que el aplauso será sonoro cuando el TEPJ le devuelva las candidaturas a todos esos tramposos que dicen estar haciendo valer la voz del pueblo, pero se consumará una derrota muy profunda y dolorosa a la democracia, porque no hay democracia si se fomenta a la concentración del poder; está muy claro que no sería para nada sorpresivo que el Presidente termine por descalificar y señalar que la democracia en México es parte del conservadurismo.  

#InPerfecto