#InPerfecciones
La emergencia sanitaria y la crisis económica están generando otra pandemia, que está afectando a uno de los activos más importantes de la sociedad; sus estudiantes.
Alexis León González / @alexisgdl
alexis.leon@inperfecto.com.mx
La semana pasada el INEGI presento el resultado de sus última encuesta sobre la deserción escolar en México y los números simplemente son muy alarmantes pues 5.2 millones de estudiantes desde el nivel básico a licenciatura han dejado sus estudios, son dos factores los preponderantes que generan esta deserción, la situación económica familiar y la falta de conectividad aunado el auto-aprendizaje vía las tecnologías de información.
Al igual que paso en el Sector Salud hoy la epidemia en mexico del SAR-COV-2 exhibe las carencias y debilidades del sector educativo, que también como el de salud ha sido descuidado por décadas y hoy se enfrentan a la realidad desnudados por esta pandemia. La conectividad, la falta de capacitación del magisterio para poder brindar las clases en línea en diferentes plataformas y la falta de preparación pedagógica para estas nuevas modalidades de enseñanza a distancia, el poco o nulo conocimiento de los estudiantes para tomar sus materias en base a competencias por investigación y desarrollo de temas la utilización de herramientas de aprendizaje como lo son mapas conceptuales etc.
Es por eso la urgencia del gobierno del presidente López Obrador de pedir el plan de regreso a clases presencial, ante las grandes deficiencias que se tiene para el tele-estudio, pero no será fácil; con estrategias fallidas en el programa de vacunación que asegure un correcto regreso a las alúas minimizando contagios sobre todo en el núcleo familiar de los educandos.
Esta nueva crisis que enfrenta México es la otra pandemia que azota sobre todo a las economías en vías de desarrollo, las afectaciones por esta gran deserción escolar serán mayúsculas, la oportunidad que pierde el país de contar con técnicos y profesionistas que generen riqueza nacional y aporte a la renta de la hacienda pública, la oportunidad que pierden cada uno de estos estudiantes y sus familias para que por la vía de la educación encuentren oportunidades y desarrollo personal y profesional que les permita tener una mejor calidad de vida, pierde la sociedad que contara con menos ciudadanos que sean capaces de responder a los retos que se presenten, pues una sociedad educada es más consiente del papel activo que le toca vivir en sociedad que asume sus derechos y obligaciones civiles con responsabilidad.
Que se espera de estos 5.2 millones de mexicanos que dejaron las aulas, ¿Cuántos integraran las filas de la economía informal? ¿Cuántos migraran a Estados Unidos? y lamentablemente ¿Cuántos más serán presas fáciles de la delincuencia?
Es por ello poner vital atención gobierno y sociedad pues aparte de la epidemia que azota a México por el nuevo coronavirus, ha comenzado a golpear la otra pandemia a nuestro activo más valioso como sociedad a los niños y jóvenes y definitivamente es una canallada no hacer nada para brindarles las mismas oportunidades que nosotros limitadas o no pero las llegamos a tener.
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