#InPerfecciones
¿Florecemos?
Alejandra Rivero/ @a.n.dra._ / Autora de la foto Renata/ @re.nadda
rale1706@gmail.com
¿En que pensamos últimamente? El lunes me lastime el pie y no he dejado de pensar en lo limitada que me siento por el dolor, un dolor que parecía solo físico que se tornó una carga emocional y mental al darme cuenta de que queremos hacer las cosas cuando nos vemos limitados.
Solo pude pensar en este encierro. Lo que me llevo a cuestionarme sobre la relación he formado con mi cuerpo a lo largo del tiempo. Tomándome como metáfora, y el cuerpo como un espacio para habitar y me he preguntado ¿Cuál es mi recorrido? ¿Cómo me relaciono conmigo? ¿Cuál es mi relación con la comida? ¿Por qué me cuerpo no se ve como el de otras en las redes? Y podría parecer que la respuesta es sencilla, sobre todo a esta última cuestión. La media social no es real, he leído por ahí, pero ¿por qué continuar alimentando una media que produce tanto conflicto?
Con esto no me refiero a que debemos cancelar los cuerpos que entran en la media, incluso podríamos preguntarnos ¿qué entra en la media? ¿Cuál es la maldita media y por qué tendría que afectarme tanto? Aún no tengo ninguna respuesta, solo demasiadas preguntas.
Cuerpos, criticados, atacados, amordazados, maniatados, asesinados, fotografiados, resistentes, grandes, amantes, con pretensiones de habitarnos, pareciera que el cuerpo es un contenedor y otras tantas una masa que perfilamos al gusto que podría ser propio. Este gusto que da más gusto al mundo en redes, que al mundo personal, a veces me cuestiono si realmente tenemos un gusto propio o solo somos compilaciones de alguien más.
Pensé en todo la información que existe en redes y al mismo tiempo en como la procesamos, al final las personas comparten lo que aprenden y podemos quedarnos con lo superficial; puede que no comprendamos del todo tantos conceptos nuevos o tantos tipos de violencias que se enuncian: machismo, feminismo, racismo, gordofobia y aquellos trastornos mentales que ignoramos y pasamos por alto.
Y tal vez ahora te preguntes ¿Qué demonios tiene que ver una lesión en el pie, las redes, el encierro y las relaciones que desarrollamos con nuestros cuerpos? Y probablemente no tienen nada que ver y tal vez tenga todo que ver, sin embargo estaría cerrando el mundo a lo bueno y lo malo. Mi intención es poder ofrecerte un espacio desorganizado para que pienses en ti y tus procesos.
El gusto de la belleza, esta subjetividad que no logramos comprender, pero si admirar. Cuando tenía ocho años me unte miel en los ojos, pretendía teñirlos de un color más suave; no me parecían bellos aquellos ojos que me miraban en el espejo.
Cuerpos gordos, flacos, flácidos, rugosos, filosos, rígidos, odiados y amados. Cuerpos como contradicciones incesantes. Pieles suaves, con textura, granos, celulitis, vellos y ¿Bellos? Hay muchos temas en redes y parece que vamos muy rápido hacia el desarrollo personal y cuando caemos de esta nube que parecía tan deconstruida, nos duele el cuerpo, nos vemos heridos, y no precisamente heridas físicas, mucho del amor propio se trata de perdonarnos.
La piel cuenta historias, más que pensarnos como unos cuentos sacos de huesos y piel. Somos historia, las cicatrices cuentan anécdotas, amores, problemas, accidentes, días de ira y si, nos marcan algo más que la piel. ¿Qué pasa si un día nos abrazamos con toda esa historia? Y ¿qué pasaría si nos miramos sin juicios? Sin filtros y contémplanos el cuerpo que habitamos. ¿Qué pasa si exploramos eso que nos duele? Solo son preguntas que pueden quedar aquí, entre tú y yo y este breve espacio.