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A InPerfecto la muerte llegó, hasta calabaza con gusto llevó
Andrea mientras ser su amiga aceptó
y una a una su vida contó.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
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Calaverita a Andrea Prado, de Miguel A. Millán.
Esperando estaba Andrea Prado
A una paciente que había llamado
Para arreglar una cita
Aunque de nombre dijo que era Rita.
Era una hora inusual
Pero dijo que sería puntual.
El reloj las doce de la noche marcaba
Mientras la paciente, su entraba anunciaba.
Andrea le dijo: ¡Buenas noches Rita!
Y la paciente bajando el velo dijo: “vengo a la cita”.
Una calaca bajo el velo había
Y Prado disimulaba el susto que pasaría.
“Tú no te llamas Rita”
Le dijo Andrea que en su mente decía ¡grita!,
“Esta cita ha sido un engaño,
La burla de todo el año”
La muerte interrumpió enseguida,
“Andrea, voy a respetar tu vida,
Vengo a terapia dolida
Con mucho pesar y conmovida”.
Prado con duda se sentaría,
A escuchar lo que la difunta diría.
“He visto a muchas mujeres partir,
Con formas distintas de morir,
Pero hay algo que creo yo debo decir,
Hoy todas ellas deberían de vivir”.
Andrea la miraba asombrada,
Por la confesión que le daba,
Compartiendo esa mirada
De la violencia que va encaminada.
La muerte le dijo: “De prisa,
Que no hay que dejarlo a la risa,
El tiempo de muchas se acorta
Dentro de mucha violencia que explota”.
La difunta la guadaña tomó
Y su paso muy pronto retomó
A Andrea de reojo observó
Agradeciendo el trato que le dio.
Andrea sola se quedó
Y por un momento ella meditó
Que la lucha en la que ella participó
Con justa causa se retomó,
Pues la violencia también escaló
A los ojos de todos ya se mostró.
Tomó el teléfono y a InPerfecto llamó
Y una cápsula también preparó
En una marcha también participó
Y en consulta a muchas orientó.
La calaca su paso siguió,
E injusticias ella se topó,
Pero una luz en el camino encontró,
A Andrea Prado que el reto aceptó.
