Cultura

Los monstruos de la literatura de terror (I)

#Cultura
“Los protagonistas de los relatos de terror vienen en diferentes formas, tamaños y colores”

 

Fernanda S. Weffru / @alomosdedragon
fernanda.s.weffru@inperfecto.com.mx

 

SBOOKY OCTOBER #2

 

En la literatura de terror la forma en la que está escrito el relato no es la única manera de generar miedo. Son los monstruos —protagonistas o no— culpables de nuestras más terribles pesadillas y, por eso mismo, en este sbooky october haremos un breve recuento de los monstruos más famosos de la literatura. Es muy interesante que estos personajes del terror y horror existan en varias formas y colores, pues hay desde seres antropomórficos, simples objetos y hasta seres que no son nada.  

Cuando hablamos de los primeros no se debe pensar que se hace referencia al hombre, es más bien un ser que tiene una figura similar: dos piernas, un torso, dos brazos y una cabeza (bueno, bueno, con sus debidas excepciones, no se vaya a ofender al Jinete sin cabeza, que en algún punto la tuvo bien puesta). En esta primera entrega nos enfocaremos en aquellos seres que poseen características humanas pero que están muy lejos de ser una persona. No podemos abrir esta categoría —si se me permite el término— sin mencionar al monstruo de Victor Frankenstein (¿sabías que el monstruo en sí no recibe un nombre en la obra de Mary Shelley?, mucha gente desconoce que Frankenstein es, en realidad, su creador) quien sin duda es uno de los más famosos universalmente, pues gracias al Halloween este personaje se ha convertido en uno de los tantos símbolos de dicha celebración. Fue un ser creado de varias partes de distintos cadáveres, capaz de pensar por sí mismo y aprender a hablar, caminar, leer y escribir desde su nacimiento y quién, conforme avanza la trama, es culpable de crímenes por los que no muestra remordimiento alguno. Así como él (y mucho antes, por ahí de 1814) existió Olimpia, personaje de El hombre de arena por E. T. A. Hoffmann, una androide creada por el profesor Spalanzani que logra desquiciar al protagonista hasta conducirlo a la muerte.

 

Otro monstruo de este tipo es el vampiro, un ser humanoide que bebe sangre. Drácula de Bram Stoker, por supuesto, es el más reconocido, pero en 1819, fue John William Polidori quien creó el arquetipo del vampiro que conocemos hasta la fecha; si te interesa conocer más acerca del origen de esta criatura de la noche puedes leer su relato “El vampiro”. En 1872 se publicó Carmilla de Sheridan Le Fanu, obra que igual influyó mucho porque modeló la imagen del vampiro gótico. Hablar de vampirismo es una extensa labor, ¡sólo imagínate!, ese bichito en el cuento “El almohadón de plumas” de Horacio Quiroga es considerado también un vampiro. Entre algunas de las figuras vampíricas más conocidas en la literatura se encuentran Lestat de Lioncuourt de Entrevista con un vampiro por Anne Rice; Eli del libro sueco Déjame entrar por John Ajvide Lindqvist (que cuenta con adaptación cinematográfica 10/10, la del 2008) y Kurt Barlow de El misterio de Salem’s Lot por el maestro del terror Stephen King, por mencionar algunos. La literatura hispanoamericana no se queda atrás pues autores como Carlos Fuentes y Julio Cortázar también abordan el vampirismo en sus obras, el primero con Vlad y Cortázar en su cuento “Reunión con un círculo rojo” donde hay que leer con mucha atención para advertirlo. Es justo decir que la figura del vampiro se ha deformado a través de los años (¡porque ya hasta brillan!) y enumerar todas las obras en las que este monstruo aparece es casi imposible, sobre todo porque no es sólo la sangre lo que chupa este ser…

Existen muchas otras criaturas terroríficas con forma humana en la literatura: las brujas, por ejemplo, podrían entrar en esta clasificación (al igual que la figura del diablo) sin embargo, así como el vampiro se ha nutrido de variaciones con el paso del tiempo, estas dos “figuras del mal” varían en cada cultura y mientras que en México las brujas se quitan los pies, ojos o alguna parte de su cuerpo para convertirse en un animal, en otros lados del mundo sólo se dedican a la brujería. Lo mismo sucede con el diablo, quien a veces es representado como el híbrido de hombre y macho cabrío y otras como un hombre joven y apuesto, en México, por ejemplo, se representa como el Charro Negro. Por eso me atrevería a decir que pertenecen más a un monstruo híbrido que a un monstruo antropomorfo

En la siguiente columna nos enfocaremos en los objetos que habitan los relatos de terror y en aquellos monstruos que no tienen figura alguna pero que en definitiva encuentran la manera de causar un miedo profundo a sus víctimas. Mientras tanto, aquí te va una recomendación donde el vampirismo está a otro nivel, ¡no desperdicies octubre y dejes pasar la oportunidad de leer este libro de terror! ¿Lo mejor? Es una trilogía, así que no saldrás de ese universo vampírico tan fácilmente.

 

  •  Las dos muertes, (Mundo Umbrío I) de Jaime Alfonso Sandoval. 

¿Te atreves a bajar al mundo umbrío?

Regresa la saga Mundo umbrío, uno de los fenómenos editoriales más buscados de los últimos años. En edición corregida y con un volumen adicional.

Todos tenemos secretos. Lina tiene uno, terrorífico, que ella misma desconoce. Después del asesinato de su madre a manos de seres del inframundo, su padre le revela que él mismo no es humano: proviene de una civilización alterna y oculta de la infratierra. Cada época ha llamado distinto a estos seres: demonios, elementales, no muertos, nosferatus. Lina deberá bajar al Mundo Umbrío para buscar justicia. En su travesía encontrará a grandes aliados, enemigos implacables, misterios develados y un intenso amor.

Lina es tímida, parece vulnerable, pero si confiara un poco más en sí misma, sabría que es tan peligrosa como la más letal de las armas. (Google Books)

 

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