#InPerfecciones
Al sonido veracruzano de la bamba, nos deja la enseñanza de cruzar más allá, de salir en la búsqueda del elegir no quedarse estancado y de buscar la unidad mexicana.
Miguel Angel Millán Cancino / @MiAngel_Millan
miangel.millan@inperfecto.com.mx
De todos los colores se viste México, y siempre con trajes hermosos en medio de una ciudadanía que ha elegido llevar en su bandera tres colores de gala, el verde acompañado del blanco y del rojo.
Las fronteras no siempre tienen que ser líneas que dividen estados, países o continentes, pueden ser las líneas ideológicas que nos van marcando de poco en poco al grado de ir deformando las comunidades, alejando cada día la empatía.
No podemos perder de vista que México está envuelto en uno de sus peores momentos, en donde nos han ido enfrentando a diferentes crisis que, involucran diferentes temas: salud, inseguridad, economía con un largo etc, agravados por la tremenda crisis política que aleja cada vez más la brecha de la igualdad y de la pacificación mexicana.
Pero, como bien dice tan bella canción jarocha, las fronteras pueden ser bien derribadas, cruzando al lado de la razón y en donde el momento político nos preocupe, nos ocupe y dando su debido lugar.
¿Qué vale más? Un gobierno temporal y la creación de comunidades decididas a sacar adelante su vida, la de su familia y al mismo paso el de una Patria que es rica en todo. México ha sobresalido por su belleza territorial, pero también por la unidad y sincronía que nos ha caracterizado a todos.
Al son de La Bamba, del Cielito Lindo y del Jarabe Tapatío, hoy a la distancia, reflexionemos sobre el futuro del país y de que tanto nos conviene o no la división en la que nos vemos como objetivo día a día.
Quiero decirles que yo deseo que México viva en el corazón de cada uno de nosotros y de esa manera poder dar batalla en el rescate de nuestras libertades y derechos, pero siempre en el marco en que el respeto de la diferencia y de las “otras opiniones” pueda darse el bien común que nuestro país necesita.
Viva México porque somos las ciudadanas y los ciudadanos quienes caminamos y le sufrimos diariamente para llegar a casa, por el pan de cada día, por la salud de nuestra gente, de los propios y con los que encontramos comunión, pero eso debe de ser un constante giro que nos lleve al encuentro de los mundos que convergen en el amor de un país que nos ha dado todo y al que hemos dado todo.
También tomemos un momento y meditemos acerca de las consecuencias de la pandemia en nuestros hogares, y dar el tiempo en el reconocimiento al personal de salud que hoy no gozará de los manjares patrióticos en sus mesas por el trabajo que nos dan, o por trágicos desenlaces que han vivido. Gracias por su valor y compromiso.
Además, a todos aquellos que este día y otros más, la pandemia o la crisis económica no permite darle “lujos”, nuestra solidaridad.
¡Viva México!
<<Por un México de Libertades, ¡Viva la Democracia!>>