Editorial

Al final siempre estoy yo.

#InPerfecciones
Parece que nacemos normalizando el hecho de dejarnos en último lugar de importancia, y es el autosabotaje más invisible. 

 

 

Georgina Valez / @gini_friski
gvt3377@outlook.es

En la rutina diaria personal que tenemos está normalizado el dejarnos al final, ponemos como prioridades cosas que creemos que nos harán bien y dejamos en último lugar de importancia nuestras verdaderas necesidades, desde las básicas, como comer y descansar, cuantos comemos a deshoras por nuestras ocupaciones, cuantos más no tienen un descanso limitado porque el tiempo del día no es suficiente y no hay de donde más agarrar que del de la noche, van pasando los días una vez inicias esto y no es que te vuelvas más resistente, es más bien que te acostumbras física y mentalmente a sentirte mal, a faltarte al respeto y a violentarte de tal manera que no te das cuenta que de repente ya sufres de migrañas por la falta de sueño, que estás al borde de un desorden alimenticio por cumplir antes con tu entorno que con propio cuerpo, se te cae el cabello y no cabe en ti que es por estrés, por estar siempre al límite de lo que eres o no capaz de soportar. 

Las noches de desvelo están romantizadas de más, y el aguantar mucho tiempo sin comer está erróneamente bien visto, solo estamos tratando de adaptarnos a las circunstancias, pero si estas no nos permiten atendernos, cuidarnos, alimentarnos y valorarnos no creo que valgan realmente lo que parecen. Hay muchas personas que experimentamos dolores de cuello, espalda, piernas, cabeza y demás y solo nos tomamos una pastilla para continuar al siguiente día como si nada estuviera pasando, pero se nos olvida algo, y es que el cuerpo y la mente siempre cobran factura de todo lo que haces o dejas de hacer por su salud, nada jamás valdrá tanto como ponerte a ti en primer lugar, realmente eso sí provoca que todo lo demás a tu alrededor comience a acomodarse casi por sí solo, somos nuestro propio hogar, nuestro lugar seguro que parece que la mayoría del tiempo está a disposición del resto, pero al final siempre estás tú, y no te quedas más que ponerte al principio.

 

#InPerfecto