Editorial

NO ESTAMOS LISTOS.

#InPerfecciones
Es necesario entender que la democracia no se construye con políticos que se promocionan como redentores, los votantes son ciudadanos y no feligreses.

 

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C  
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Es 8 de junio de 2019, ¿el lugar? Tijuana Baja California, ¿el motivo? el mitin “por la dignidad del país”. Aquella tarde se dieron cita actores políticos y religiosos también para celebrar que se había conjurado la amenaza de Donald Trump de elevar los aranceles como medida de presión para que el Gobierno mexicano endureciera su política migratoria, ¿qué celebró el Presidente? Simple, celebró que gracias a la negociación del Canciller Marcelo Ebrard las amenazas del vecino del norte únicamente se verían reducidas al envío de algo así como 6,000 elementos de la Guardia Nacional a la frontera sur de México para realizar labores de contención migrante, en otras palabras, lo que el Presidente López Obrador celebró fue el cumplimiento de una de las promesas de campaña de Donald Trump, “México pagará por el muro fronterizo”.

 

El mensaje entre líneas de aquel 8 de junio representó para México el lavadero de cara para el Gobierno mexicano que se llenó la boca hablando de dignidad en una de las ciudades donde la dignidad se irrespeta de manera sistemática vía la prostitución, trata de personas, narcotráfico, violencia, etc. es decir, en aquel mitin las contradicciones abundaron al igual que la mitificación de un personaje que se precia de ser muy humanista pero que es capaz de pararse literalmente sobre las y los muertos de Tijuana a celebrar que ha llegado a un acuerdo que más que acuerdo era una orden y que simbólicamente le dio a Donald Trump el banderazo de salida para la campaña de reelección cumpliendo de rebote con una de sus promesas electorales aunque esto significara la subutilización de la Guardia Nacional en labores migratorias y no de seguridad pública.

 

A un año de esa vergonzosa celebración, el estatus nacional es diferente debido a la emergencia sanitaria, sin embargo, lo interesante es que la temporada de cacería del voto se encuentra abierta, las elecciones intermedias de 2021 se comenzaron a cocinar a tambor batiente con una sobre reacción de todos los sectores nacionales que se han terminado por enganchar con el discurso de confrontación que se ha difundido desde Palacio Nacional con cada mañanera y que suma a la propaganda del Presidente, y la pregunta es ¿estamos preparados para una elección intermedia?.

 

La respuesta –penosamente- es no, no estamos preparados ni emocionalmente, ni políticamente, ni económicamente, la sociedad civil se encuentra confrontada ideológicamente, por un lado en la defensa a ultranza de un personaje y no de sus acciones y discursos lejos del sentido común, y por otro lado en el ataque reactivo a los dichos y ridiculeces que el Presidente lanza de manera superficial para generar una reacción que le da el pulso del estado de ánimo de las población y sectores que le critican.

 

Efectivamente no estamos listos para recibir una elección intermedia porque si bien el voto se vería traducido en un voto de castigo para MORENA y el Presidente, los actores políticos no están respondiendo ni representando a la población, únicamente están agazapados vigilando sus apetitos políticos, aspecto que riesgosamente podría llevarnos a votar por el menos peor y recordemos que la clase política –toda- tiene precio. Resulta urgente recuperar el diálogo y el debate político entre la sociedad civil, un año es poco tiempo para recomponer el estado de conciencia política que debe tender a la crítica y no  al fanatismo, es necesario entender que la democracia no se construye con políticos que se promocionan como redentores, los votantes son ciudadanos y no feligreses.

 

#InPerfecto