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La Secretaría de Salud ha informado que existe un déficit de 2,000 médicos y enfermeros, pero este informe no es de hace tres meses, apenas es de hace unas horas.
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx
La cuarentena obligada por motivo de la pandemia de COVID-19 –aunque parezca más una pandemia de neumonía atípica- ha resultado un revulsivo social, político y económico que significará un parte aguas histórico. Desde luego que el sistema de salud es uno de los primeros que se encuentra en la mira para cumplir con lo mínimo indispensable y que no tenía visibilidad pero que ante la falta de infraestructura e insumos –en el caso de México- ha quedado exhibido de manera preocupante, y por eso se entiende el llamado constante del Subsecretario López Gatell a quedarse en casa para evitar en la medida de lo posible los contagios y por obviedad el desbordamiento de un sistema de salud al que no le cayó “como anillo al dedo” una contingencia de este calado.
Parafraseando al Presidente “como nunca, el Gobierno informa a diario”, pero la importancia radica no en la cantidad, sino en la calidad e inteligencia de los informes, a pesar de estar constantemente frente a las cámaras y redes sociales, la carencia de calidad en lo que se pretende comunicar tiene más parecido a una montaña rusa por los altibajos en los que incurren los secretarios, voceros y seguidores con el mismo Presidente. Y para prueba no hay que ir muy lejos para recordar que cuando las recomendaciones sanitarias comenzaron a difundirse el primero en no acatarlas fue el Presidente, incluso invitando a no detener la economía saliendo en familia a lo que el Subsecretario de Salud y compañía tuvieron que buscar como eludir el ridículo o justificar al Jefe del Ejecutivo ante semejante irresponsabilidad.
Y regresando al déficit de inteligencia con el que se esgrimen los discursos y alardes del Gobierno tenemos dentro del catálogo de dislates la presunción del Presidente de estar preparados desde hace tres meses para la pandemia que venía, “lo hicimos antes que muchos países del mundo” –dijo el López Obrador-, pero la factura que cobra una declaración tan pretenciosa y falsa es muy alta.
La Secretaría de Salud ha informado que existe un déficit de 2,000 médicos y enfermeros, pero este informe no es de hace tres meses, apenas es de hace unas horas, y si somos un poquito acuciosos, entre las compras de último minuto de insumos y la falta de personal, aunque la gente se quede en casa, el sistema se encuentra rebasado. Y para que la novela de Sistema de Salud se ponga mejor, debido a la falta de condiciones de seguridad sanitaria la UNAM y el Politécnico Nacional, han retirado a sus internos de las sedes clínicas, medida totalmente justificada y que vuelve a exhibir la demagogia del Gobierno que presume lo que no tiene, algo así como gastar el dinero que no tiene en programas clientelares pero con el ingrediente de poner en riesgo la vida de los médicos por la negligencia de un político más preocupado por su imagen. A la memoria vienen las imágenes de los médicos residentes exigiendo hace un año el pago de tres quincenas atrasadas y certeza laboral, un año después no hay cubre bocas pero que ¿tal discursos?
