Editorial

BOFETADA MORAL.

#InPerfecciones

El ejemplo dado por las mujeres representa el parteaguas que irremediablemente invita a la reflexión de la sociedad para cambiar el paradigma social.

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

El 8 y 9 de marzo de 2020 quedarán tatuados en la memoria de la sociedad mexicana, lo que se anunció y se analizó con antelación superó con creces la expectativa alrededor de una manifestación con un profundo sentido de justicia. La convocatoria que reunió a las mujeres que a una sola voz dieron un ejemplo extraordinario de amor por México propinó una bofetada moral a la “politiquería” y a la demagogia esgrimida por quienes en teoría son responsables de la seguridad en el país.

Ha quedado claro que la política de la 4T está rebasada por la paranoia que ha descrito la manifestación de las mujeres como “conservadores disfrazados de feministas” por el terror que le representa haber dejado de ser una opción para la solución de una serie de problemáticas de las que se jactó de tener la panacea bajo la manga.

El ejemplo dado por las mujeres representa el parteaguas que irremediablemente invita a la reflexión de la sociedad para cambiar el paradigma social lejos de la supuesta aportación de los políticos que sirve de poco o nada cuando se politiza el discurso y se tilda de enemigo a un movimiento que ha no está dispuesto a que las cosas sigan por el camino que se encuentran.

El Presidente López Obrador ha dejado de manifiesto tristemente que su preocupación gira en torno a su popularidad, se ha desgastado minimizando y otorgando “permiso moral” para las manifestaciones feministas presumiendo incluso que no se ha ejercido represión alguna como si este fuera un favor compasivo. El Presidente olvida que las mujeres que hoy su arrogancia no ve, el día de mañana no lo verán ni a el ni a su movimiento como una opción porque se han dado cuenta que no necesitan de un político ni líder para organizarse y exigir sus derechos, es por eso que como lo he mencionado en otro momento, el fundamentalismo del Presidente se iba a enfrentar a una prueba de fuego, prueba de la que salió derrotado política y moralmente por inventar enemigos donde no los tenía.

Una vez más las mujeres demuestran que el éxito de un cambio o transformación inicia en las bases sociales con la exigencia de justicia que toma las calles para recordarle a la clase política que ese encargo en el que se encuentran debe tener un espíritu de servicio, amor al país y a quienes lo integran. La grandeza nacional se construye con una sociedad organizada, consciente y respetuosa. La política debe iniciar su propia transformación hacia la visibilidad de los problemas sin minimizarlos o evadirlos creyendo que la sola presencia de la figura de un Presidente inflado es la solución mesiánica del país. ¡que vivan las Mujeres!

#InPerfecto