Editorial

¿Hay para todos?

#InPerfecciones
¿En serio?, ¿de verdad que en donde come uno comen millones?

 

 

Miguel Angel Millán Cancino / @MiAngel_Millan
miangel.millan@inperfecto.com.mx

 

En un evento en la Ciudad de México, en medio de seguir ofreciendo apoyos económicos a la comunidad de las Alcaldías de la CDMX, el presidente Andrés Manuel López Obrador, de manera directa, se olvida de la ciudadanía que hoy denuncia la inseguridad que va en un aumento que cada día se ve más evidente.

El caso del tema del estudiante Universitario de la carrera de Mercadotecnia, Norberto Ronquillo, nos ha ido exhibiendo que el tema ya no es la inseguridad como parte de la agenda del gobierno, que ante protocolos excesivos, vemos la débil atención, no solo a las víctimas de secuestro, sino de todo crimen sucedido en contra de la población.

 

Una realidad es que el tema de la inseguridad no es un elemento sencillo de atacar, pero algo que se debe de iniciar a hacer es el hecho de quitar protocolos y poder crear conciencia y cambio de muchos Ministerios Públicos que es, de donde nace mucho trámite y corrupción.

Nos queda claro que ante esto, la sociedad mexicana no tiene seguridad, nos puede alcanzar a todos nosotros este caso desde lo personal como en las personas que conocemos y las personas que nos acompañan en el día a día, familia, amigos, conocidos, jefes, compañeros y mucho más.

 

Ante el aumento en la tasa del secuestro en la capital del 271 por ciento, podemos deducir que el recrudecimiento es la falta de acciones no solo del gobierno en curso, sino de los gobiernos anteriores y también, de las débiles acciones de prevención del delito que se puedan llegar a aplicar.

Sumando, que las fuerzas de seguridad mexicanas se están viendo acompañadas únicamente en los últimos días y del brazo entre la Marina, la SEDENA y la naciente Guardia Nacional, se pueden enfocar y unir fuerzas solo para controlar el tema migratorio, marcando bases ya para la Guardia Militar, perdón, para la Guardia Nacional en diferentes lugares de la frontera sur, con el fin de controlar a los migrantes de las diversas caravanas.

 

En el acto de ayer, el presidente respaldaba a Claudia Sheinbaum, contra los grandotes y abusivos que se iban contra ella, y alzando el brazo le dio el respaldo, el del presidente, ese mismo respaldo que hoy no tienen los mexicanos en el pleno de la violencia, en el pleno del llanto porque su vida se ha convertido en uno de los infiernos más volátiles a causa de la falta de acciones para mitigar uno de los temas más urgentes y delicados que enfrenta el Estado Mexicano y la gente de a pie que la vive.

Parece que no hay seguridad para repartir, y menos hay comida que se ofreció bajo la frase emitida por el mandatario federal en el mismo evento de que… “donde come uno, comen millones”.

Supongo que en las tierras en donde hay comida y hay justicia social eso pasa, pero en México no es el caso.

 

México es uno de los países en donde la pobreza mermó de manera impresionante, como si de una plaga se hablara, porque se infestó la hambruna en los lugares más inimaginables y en los lugares más visibles de una nación que tiene riqueza pero no tiene repartición.

La repartición debe de ser general, organizando la justicia del campo y de las zonas marginadas no con apoyos sustentados en dádivas gubernamentales.

 

Justo la pobreza y el hambre han odio obligando a diferentes mexicanos y mexicanas a caer en el tema de la violencia, narcotráfico, secuestro y más, claro, no es algo generalizado pero si uno de los puntos que en muchos casos hicieron su proceso de transición entre la vida de paz y la vida de la privación de la libertad o de la salud, porque el dinero llega a las manos aprovechando la necesidad.

Yo no se en donde hemos comido todos en estos días, en estos años y en estos meses, no se que podemos repartir cuando no tenemos lo mínimo para sobrevivir, tal vez muchos que leamos este artículo editorial nos la veamos difíciles, pero millones que no lo ven porque no tienen tiempo o dinero para acceder al internet o que en su vida lo han conocido, y que tienen sus prioridades puestas en lo que se hará de comer el día de hoy porque no hay nada para cocinar, se la ven mucho peor.

 

Ojalá el presidente López Obrador se baje del templete de la campaña, necesitamos ya saber que es lo que se ofreció a Estados Unidos y en que nos condicionaron, pero en su totalidad.

La campaña se supone termino el año pasado, pero sigue, tratando de convertirse en el ángel centroamericano, tratando de aplicar las mismas promesas con las que México se enamoró de la Cuarta Transformación, pero que ofrece lo mismo de todos, mano de obra barata y sin garantías.

 

En donde come uno, no han comido millones, porque como dice Tatiana Clouthier en su libro, que la regañaron porque el presidente no había comido en un evento de campaña, millones no tienen quien les defienda en su hambre y lo peor, lo mismo pasará con los migrantes y con todos aquellos que hoy, dejan de pagar una escuela y terminan pagando un funeral.

 

#InPerfecto