#InPerfecciones
Un día del maestro en medio de la aprobación de la nueva reforma educativa, marchas, una reunión por parte del CNTE y la SNTE y muchas sorpresas más.
Miguel Angel Millán Cancino / @MiAngel_Millan
miangel.millan@inperfecto.com.mx
Una de las labores que más admiro, es la de un docente, el popularmente llamado Maestro.
En la historia de nuestra cultura, hemos sabido siempre que los maestros ocupan en los pueblos, sociedad y más el mismo lugar que el cura o del gobernante, incluso, en algunas localidades, la toma de decisiones se tenía que generar entre una reunión con el maestro o maestra más representativo y respetado, el Párroco y, de esa manera poder tener la cura a todos los males de ese momento ante una emergencia o cualquier situación de interés común.
Pero, ante el paso del tiempo, las cosas han cambiado, los maestros han tenido que dejar de ver como la gente se quita el sombrero ante su paso y con profundo respeto dirigirse a ellos a encontrarse, con alumnos, padre y sociedades que los minimiza, y a los que se les ha ido quitando no solo el respeto, sino la autoridad de poder guiar a un alumno, apoyarlo, hacerlo sentir parte de un grupo y, los maestros solo se pueden conformar, con el dar una calidad educativa sin apegarse a los principios magisteriales que ellos conocían, a los que muchos seguramente, les dio la vocación.
Es cierto que los tiempos han cambiado, nos encontramos en épocas en donde el abuso sexual, la hostilidad, la desconfianza se ha crecido demasiado, pero también la apatía y el juego de los gobiernos hacia la labor del magisterio.
La carrera educativa se ha ido deformando tanto, por el hecho de politizar tanto la vida magisterial en el que las eternas peleas se generan entre la CNTE y el SNTE, los maestros en muchos lados pueden pasar meses sin dar clase por sus querellas internas y la eterna pelea con el gobierno, que piensa pensar bien en pro de la educación sin valorar las voces necesarias.
Hoy, la pelea ya no es con los maestros, es en que si se deroga por completo la reforma de Enrique Peña Nieto y se levanta con letras de oro la de Andrés Manuel López Obrador, entre las victorias de Morena y la inconformidad de solo un grupo de oposición.
¿Cuál es el resultado de tanta reforma? Simplemente la confusión, el no saber como actuar o hacia donde ir en el tema educativo siendo los alumnos y el magisterio los grandes perdedores de tanta pelea, en el que tanto cambio y sin rumbo, va dejando de lado los niveles educativos de excelencia para nuestros futuros profesionistas.
La importancia de poder iniciar un cambio educativo es predominante, pero también es importante el ir dejando de lado la politización de la educación, que es justamente lo que tanto daño le ha hecho a la sociedad mexicana, dejándonos asinados en los lugares de competencia, y aseguro que no es por ignorancia de los maestros, si no porque se ha ido dejando cada vez más limitado el quehacer del docente, que se tiene que limitar a leer el manual que le dan, sin incluso poder permitirse la investigación o documentación más allá, no lo vayan a tachar de imprudente y de incendiario con el alumnado.
Ojalá, todos sean universitarios, porque es lo que dice la nueva ley, y esperemos todos tengan las oportunidades económicas y hasta alimentarias para poder llegar a ese lugar que les exigirán ahora, a todos por igual, con las competencias mínimas, solo sacando papeles por sacar, sin la calidad educativa.
Maestros, aguanten, se que en algún lugar encontrarán la fortaleza para poder tener una recompensa a tan loable labor, labor que hoy ven minimizada en medio de la apatía, misma que reconozco, aplaudo y sobre todo, invito a reforzar, no se dejen llevar por la política, su profesión, esa si es leal y sobre todo honesta.
Gracias maestros.