#InPerfecciones
Uno, usa su voz alzándola en los medios públicos, escritos, pero tiene la oportunidad, y siempre se queja, otros que no tienen la oportunidad cuando alzan la voz hacen una fiesta y la aprovechan.
Miguel Angel Millán Cancino / @MiAngel_Millan
miangel.millan@inperfecto.com.mx
Hay veces que uno hace costumbre eso de patalear, de hablar, de gritar, de enojarse, de reírse.
Otros han ido haciendo costumbre una vida de sombras, esas sombras que han ido dejando de lado las emociones vistas en la sociedad de aquellos que parecen tener permiso de salir solo un día al año, pero que cuando lo hacen porque tienen permiso de hacerlo público, no salen a quejarse como muchos de nosotros, sino que aprovechan el momento para sonreír, soñar, hablar y cantar.
Gracias, porque el día de ayer que me encontré en el CISAME en un evento sobre el día de la Concienciación del Autismo.
Cada 2 de Abril, una comunidad silenciosa, como los chicos y no tan chicos que viven con un diagnóstico difícil de ubicar y de dar, como lo es el Transtorno por el Espectro Autista, salen de las guaridas que siempre han estado abiertas, para poder tomar los micrófonos, y de manera pacífica poder encontrar esa libertad que la sociedad les ha ido arrebatando.
La voces calladas que cuando pueden hablar solo saben decir maldiciones quedan lejos cuando uno se encuentra en medio de una fiesta, de un momento de alegría, un momento de profunda paz.
Por eso, es que a través de esta editorial quiero sumarme al sueño de aquellos que son excluidos por tener una conciencia limpia, un ser de paz y sueños puros, mismos que muchos deberíamos de imitar, y sobre todo a aquellos que se han ido mostrando como enemigos de la inclusión, cobardes del gobierno que no dan la cara para poder decir su propia verdad.
Es buen momento de la inclusión, de la integridad y del respeto.