#Sexualidad
La ciencia le ha dedicado tiempo al yoga para ver la manera de que se use como terapia para mejorar la vida sexual de una pareja.
Rosario Aguilar.
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Investigaciones indican que la práctica de la yoga mejora por mucho la vida sexual en hombres y mujeres, es una de las mejores terapias,
Lori Brotto es una psicóloga canadiense, miembro de la Academia Internacional de Investigación Sexual, que desde hace años investiga los efectos del yoga y la meditación sobre la sexualidad. En una de sus investigaciones llegó a la conclusión de que a través de la meditación la mayoría de las mujeres lograban mejoras significativas en su lubricación y en la percepción subjetiva del deseo sexual.
En otra investigación con mujeres operadas de cáncer cervical, que tenían dificultades sexuales observó que, cuando la respuesta sexual estaba disminuida pero no eliminada, la meditación podría amplificarla.
Otros estudios interesantes se realizaron en la India durante el 2010 por la revista The Journal of Sexual Medicine. El primero se llevó a cabo con 65 hombres que estaban empezando a practicar yoga y la conclusión fue que incrementaron su deseo sexual, mejoraron la erección, el control eyaculatorio, la confianza y la satisfacción post coito.
Y bueno he aquí unas posturas que puedes practicar con tu pareja.
En la postura del pájaro el hombre debe acostarse boca arriba con las piernas paralelas. Deberá doblar las rodillas para que sus muslos estén perpendiculares al suelo. La parte inferior de las piernas se eleva un ángulo de unos 45 grados desde el suelo. En este punto, los talones se colocan en la parte superior de los muslos de la mujer, de modo que los dedos toquen la parte baja del abdomen. Entonces, el hombre debe sostener las manos de la mujer, doblar los brazos y las piernas mientras ella se inclina hacia adelante y lleva los pies hacia el suelo.
El loto es ideal para aquellos que buscan una mezcla de dulzura y sensualidad. El hombre se sienta con las piernas cruzadas, ella se sienta encima de él, cara a cara y enreda la cintura con las piernas, colocando sus pies contra sus nalgas. La pelvis de la mujer se moverá más o menos rápido, hasta que se alcanza el máximo placer. El hombre también puede ayudar a subir y bajar las rodillas, ¡orgasmo seguro!
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