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Te quiero llevar a San Miguel Tzinacapan, una comunidad de Cuetzalan, donde la tradición ancestral, la cultura y la costumbre permanecen intactas como gran herencia de los abuelos nahuas.
Atenea Sánchez.
atenea@inperfecto.com.mx
¡Hola!
¿Cómo estás? Espero que estés disfrutando del “aquí y el ahora” en compañía de tus seres queridos. El día de hoy y aprovechando que este fin de semana es su fiesta patronal, te llevaré a la mágica sierra norte de Puebla, a principios de año y en mi primera columna te compartí mi maravillosa experiencia en Cuetzalan, mi pueblo mágico favorito ¡Acompáñame!
Si hablamos de la Sierra Norte de Puebla, seguramente pensarás que platicaremos sobre el municipio de Cuetzalan del Progreso, pero la magia se extiende e inunda toda la sierra, por eso hoy, te quiero llevar a una de sus pequeñas comunidades San Miguel Tzinacapan, donde la tradición ancestral, la cultura y la costumbre permanecen intactas como gran herencia de los abuelos nahuas.
En un inicio, estas tierras eran habitadas por los totonacas, después fueron conquistados por nahuas- chichimecas, después por toltecas-chichimecas. Finalmente, los nahuas, junto a su caudillo Xolotl, fundaron nuevos pueblos y obligaron a sus antiguos habitantes a adoptar sus costumbres e idioma.
Uno de los significados de su nombre proviene del náhuatl: “cuatro”, ya que decían que venían de los cuatro puntos del mundo, la realidad es que Tzina significa murciélago, Tzinacapan “Lugar de Murciélagos”.
Las fiestas en San Miguel Tzinacapan se celebran justo este fin de semana, del 28 al 30 de septiembre, donde se venera a San Miguel Arcángel, justo cuando la lluvia y la bruma atrapan y envuelven a esta sierra. Toda la festividad se hace con un trabajo meticuloso y cada quien sabe exactamente lo que tiene que hacer; la comunidad entera participa en una manifestación de gran colorido cultural y es un evento representativo de la unión entre su gente y visitantes.
La misión de estas festividades es agradar a los seres celestiales, servirlos con comida y bebida, flores de todos tamaños y colores, arreglos vegetales multicolores, misas, cantos y danzas. Es una manera de comunicarse con ellos, agradeciéndoles todo lo que les han brindado: sus tierras, el agua, el aire, la vida misma en esta tierra.
A través de sus danzas expresan sus oraciones, recrean las cosmovisiones, los mitos y las divinidades.
En esta fiesta convergen varias grupos de danza, entre las cuales podemos destacar “Los Voladores”, “Los Migueles”, “Los Negritos”, “Los Santiagos” , “Los Quetzales”, “Los Moros”. Las danzas se llevan a cabo de manera casi ininterrumpida en el atrio de la iglesia y dentro de ésta durante cuatro días. La parte medular de la fiesta es la procesión de San Miguel Arcángel; a lo largo del pueblo va acompañado de músicos, danzantes y todos los peregrinos que en estas fechas se reúnen en la localidad.
Con 2,833 habitantes, San Miguel es una de las comunidades que complementan la magia de los pueblos de la sierra norte de Puebla.
Agradezco a mi querido Daniel, originario de San Miguel Tzinacapan, quién ha sido mi guía en Cuetzalan, tanto de actividades de aventura, culturales, recomendaciones gastronómicas y artesanales, quien junto con su equipo de Expediciones Turísticos San Francisco de Asis, siempre me han recibo cálidamente en uno de mis sitios favoritos de México.
Prepara tu maleta viajera, tus ganas de conocer México, sus maravillas naturales-culturales y lánzate a la mágica sierra norte de Puebla a celebrar a la vida.
¡Nos leemos en la próxima aventura!