1968 EL AÑO EN LA MEMORIA DE MÉXICO
Carlos Rosas C.
carlos.rc@inperfecto.com.mx
Como un sueño premonitorio de lo que serían los años sesenta el año de 1959 tiene un inicio que históricamente cambiara la forma en que se percibe la ideología occidental dentro del marco de la Guerra Fría, es entonces que la disidencia que ya contaba con una buena cantidad de ensayos comienza a madurarse como una postura política. Así pues el primero de enero de 1959 los rebeldes integrantes del movimiento 26 de julio (M-26) liderados por el cubano Fidel Castro, Ernesto “CHE” Guevara, Camilo Cienfuegos y Huber Matos triunfaron sobre el ejercito del dictador Fulgencio Batista en la isla de Cuba.
A diferencia de la Revolución Mexicana, la Revolución Cubana enfrento un espacio marcado por el choque ideológico entre el liberalismo y el socialismo que puso en jaque la respuesta internacional ya que la proyección regional fue de indudable importancia por el ímpetu renovador que hizo frente a la política exterior norteamericana.
El gobierno mexicano conocedor de las actividades del movimiento M-26 les brinda asilo bajo un ambiente de entusiasmo siendo en nuestro país donde los combatientes del M-26 se preparan bajo la instrucción de Arsacio “Kid” Vanegas luchador profesional, nieto de Antonio Vanegas que fue editor del grabador Guadalupe Posada que además de conocer al libertador José Martí se encargó de imprimir publicidad para los independentistas cubanos. Los revolucionarios también estuvieron bajo el entrenamiento de Alberto Bayo Giroud, un piloto aviador hispano cubano que participó en la Guerra civil española.
Existe un periodo de identificación con el movimiento cubano de parte del gobierno mexicano ya que el discurso en boga tenía que ver con temas sobre nacionalización de las empresas privadas donde se podían ver eslóganes donde se exaltaban dichas ideas de nacionalización como “El petróleo, La tierra, La electricidad”, sin embargo al ser un movimiento “sui generis” por su naturaleza guerrillera la búsqueda de los políticos del PRI y su eterna revolución trataron de encontrar sin éxito cualquier clase de similitud entre ambos movimientos ya que en el momento en que Fidel Castro define el carácter marxista-leninista de la Revolución Cubana y la consolidación de la relación estrecha con la entonces Unión Soviética logra sembrar el nerviosismo entre los grupos patronales y religiosos en México que se movilizaron de inmediato ante la posibilidad de que el ejemplo cubano pudiera darse en México convocando en las principales plazas del país a manifestantes con pancartas que rezaban: “Cristianismo sí, comunismo no.” , situación que obliga a los dirigentes mexicanos a fijar distancia diplomática ante la posibilidad de fracturar la relación diplomática con Estados Unidos.
La influencia ideológica de la Revolución Cubana tuvo una repercusión importante en los círculos estudiantiles universitarios que siempre se manifestaron en contra de las políticas intervencionistas de los Estados Unidos, aspecto que logró cohesionar a los grupos estudiantiles en torno al apoyo a los cubanos revolucionarios ya que ante los rumores de una intervención militar diversas escuelas y facultades comenzaron a organizar manifestaciones donde se solicitaba a todos los sectores revolucionarios del país pronunciarse a favor de los cubanos. Las manifestaciones continuaron a lo largo de 1960 y culminaron a principios de 1961 con dos grandes manifestaciones con motivo de la invasión a Playa Girón.
Asociaciones muy activas como el Frente Estudiantil en Defensa de la Revolución Cubana trabajaba en sesión permanente en locales de Ciudad Universitaria donde el entusiasmo por la figura de Fidel Castro y la ideología que se implementó en la isla fueron causa de una buena cantidad de manifestaciones a favor del movimiento como el caso de un buen número de intelectuales que en mayo de 1960 fundan la revista Política que funcionaría como mecanismo para elaborar cartas abiertas dirigidas al líder Fidel Castro y que también dio paso a mesas redondas, actos públicos, y conferencias.
Por otro lado algunos prominentes lideres priistas manifestaron su apoyo a la revolución pero la manifestación a favor que desato alarma en las altas esferas políticas fue el abierto apoyo del General Lázaro Cárdenas que abandonando su costumbre de permanecer de manera discreta ante la vida política nacional se convierte en un decidido simpatizante de la Revolución y en contra de cualquier manifestación imperialista, muestra de ello es su visita a Cuba durante el año de 1959 y señalando tajante que “nada justifica la agresión económica a un país”, en alusión al bloqueo de los Estados Unidos.
Así pues la influencia que tuvo la Revolución Cubana en la manera de manifestar las ideas tiene una repercusión muy importante en los círculos estudiantiles donde el análisis y estudio de las teorías socialistas comienza a permear en la sociedad que presenta cierta reticencia a las nuevas ideas pero que apoya a sus hijos en favor de sus exigencias y en contra de cualquier tipo de represión.
En la siguiente entrega nos encontraremos de lleno en los años sesenta y la suma de movimientos sociales que fueron adquiriendo mayor empuje y conciencia para conseguir quedar plasmados en la Memoria de México.
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