1968, EN LA MEMORIA DE MÉXICO
Rosario Aguilar
rosario.aguilar@inperfecto.com.mx
“Vende caro tu amor aventurera, da el precio del dolor a tu pasado; y aquel que de tus labios la miel quiera, que pague con brillantes tu pecado.”
“Palabras de mujer, que yo escuché cerca de ti, junto de ti, muy quedo, tan quedo como nunca. Las quiera repetir para que tú igual que ayer las digas sollozando, palabras de mujer. Aunque no quieras tú ni quiera yo, lo quiere Dios y hasta la eternidad te seguirá mi amor.”
Son frases de las canciones que en esos años la Secretaría de Educación Pública prohibía escuchar, del en ese entonces gran bolerista Agustín Lara, y que hoy se le recuerda como uno de los mejores cantantes de México, sin embargo la buena moral y buenas costumbres de la sociedad no permitía que se escuchara este tipo de canciones, los artistas de esos años no podían romper el esquema con que se disfrazaba la moral de aquellos años, y digo disfrazar la moral, porque no hay nada oculto, mientras se cuidaba conservar la normalidad y las reglas de las familias, existían los burdeles o casas de citas donde los caballeros daban rienda suelta al placer, mientras en casa se tenía a la mujer “decente” que no podía cuestionar y que cumplir con los roles establecidos por la sociedad, generaban pintos para poder decir “es una familia de buenas costumbres” y la rebeldía se veía muy mal, el machismo por esto años 50-60 está muy marcada los roles ya establecidos eran los que regían a la sociedad, se enseñaba que las mujeres solo podían servir para los quehaceres del hogar y los hombres para sustentar ese hogar, los anuncios publicitarios dan muestra de cómo tratar a una mujer,
Es por eso que, si una mujer como la cantante y actriz María Victoria escandalizara a la honorable sociedad con sus vestidos entallados y su forma de andar y su cantar que a los hombres, algunos de reojo y otros sin descaro alguno aplaudían, o el show de vedette como Tongolele “la pantera negra” que en esos años ya se empezaba a hablar de sus bailes candentes y que la Liga de la Decencia buscaba todas las formas de prohibirlo ya que promovía la “concupiscencia”.
La Liga Mexicana de la Decencia como se nombraron fue una organización de señoras ultraconservadoras que por treinta años censuraron y atacaron lo que consideraban un insulto a las buenas costumbres familiares, que pudiera incitar a los niños y jóvenes a malas andanzas.
En 1930 cuando en Hollywood se creó el Código Hays, el cual contenía los criterios de censura aplicable para todas las películas de la época, redactado por el censor oficial del cine estadounidense Will Hays. El documento fue impulsado por un grupo católico que consideraba inmorales a las nuevas películas que se producían, así como a sus directores y actores.
Entre los temas que eran censurados se encontraba la sexualidad, la violencia gráfica, enaltecimiento del crimen, y cuestionamientos al sistema político.
La liga ya había ganado fama en México, y se creó una filial conformada por un grupo de derecha y tuvieron como primer objetivo atacar a la revista “El Examen”, por considerar de mal gusto el uso de groserías en su redacción.
Además de presionar al gobierno para censurar lo que ellos creían que dañaba a la moral cristiana también publicaban un boletín sobre cómo vestir adecuadamente, los lugares que la familia debía evitar y cómo educar a los hijos de manera correcta.
La Liga Mexicana de la Decencia tuvo su mayor auge en los años 40, se posiciona tan bien que ya que en esta época ingresó a sus filas el miembro más famoso e influyente de su historia: Soledad Orozco, esposa del entonces presidente Miguel Ávila Camacho.
Doña Soledad Orozco de Ávila La primera dama encabezó muchas de las protestas y peticiones para censurar y prohibir películas,, además de ganar la enemistad de Agustín Lara , Tongolele, María Victoria y muchos más como Frida Calo por su forma de beber y actuar, malos ejemplos a la sociedad.
#InPerfecto
