1968, EN LA MEMORIA DE MÉXICO
Rosario Aguilar
rosario.aguilar@inperfecto.com.mx
Hablar de sexualidad a través de la historia es muy interesante, la información que se tenía antes de 1960 era muy restringida, eran tiempos donde la sexualidad era tabú, se consideraba un pecado, constantemente reprimida por la iglesia. Las familias muy conservadoras guiadas por la moral y las buenas costumbres, no se permitía cuestionar, las dudas eran calladas con un “así son las cosas”.
La Secretaría de Educación Pública en sus libros de texto no hacía referencia al cuerpo y menos a sus órganos sexuales, en cada familia la sexualidad era un tema que no se podía tocar, muchas jovencitas que iniciaban su periodo menstrual no sabían que era lo que les pasaba, los sueños húmedos de los niños que pensaban que orinaban en la noche. Es interesante contar con testimonios de gente de aquel entonces que eran unos niños, y les tocó explorar por sí solos.
Viajar a través de la historia nos ha llevado a introducirnos en las familias, anécdotas e ir descubriendo por ejemplo, cómo con la revolución sexual se da una apertura no bien vista por la moral que se vivía en ese entonces, una apertura a la sexualidad donde las muchas dudas y dónde la propia biología de los cuerpos pedían una explicación a las muchas emociones que sentían, está apertura dónde ya por el año 1960 que es donde se cuestionan el porqué reprimirse y ante lo prohibido, sé inicia romper esquemas y estereotipos de una vida cómoda y guiada por las normas impuestas, al no tener información alguna , de sus primeras informaciones en sexualidad fue un libro de D.H. Lawrence, El Amante de Lady Chatterley, el cual quitaron de la publicación por su alto contenido sexual, pero para quienes lo pudieron tener fue una referencia, fue su manual en educación sexual.
Ir descubriendo como en estos años se fue dando un cambio paulatino, un cambio donde la necesidad de hacerse presentes ya era necesario, no seguir las normas establecidas, romper con las imposiciones que la sociedad tenía, la rebeldía desatada, la proliferación de las drogas, el condominio de marihuana y alcohol, el sexo libre, la moda con faldas muy cortas, el cabello largo en los hombres, la forma de expresar su libertad, los excesos en sus acciones y decisiones dejaron su huella.
La identidad y la participación femenina dentro del movimiento activa acción y práctica social que caracterizó las décadas de los sesentas. La participación femenina no puede explicarse únicamente por haber accedido a estudios universitarios sino porque fue protagonista de un proceso cultural que le posibilitó compartir historias, valores, tradiciones, símbolos, aspiraciones, prácticas cotidianas y compromisos sociales e individuales que conformaron un sentido de pertenencia como parte del movimiento de 1968 en México.
El 2 de octubre no se olvida y no solo por la matanza de Tlatelolco, no se olvida porque la historia de la sexualidad también tiene relevancia, dar esa apertura a conocer la sexualidad que si bien en el momento fue sin límites, da paso a ser más abierta y clara las pastillas anticonceptivas, a principios de los años 60 se pedía la prueba de amor, tanta prohibición lo único que dejaba era curiosidad.
Hay muchas preguntas que quedan al aire, la rebeldía siempre tiene un porqué y es por derecho saber la respuesta, a lo largo de estas semanas iremos descubriendo un poco la historia de la sexualidad, no solo fue una lucha política, social y cultural fue una lucha integral y eso no lo podemos olvidar, el 2 de octubre no se olvida y juntos lo vamos a recordar.
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