Editorial

Editorial. Presentación de Carlos Rosas.

#EDITORIAL

Diciembre 21, 2017

Estimado lector:

Bienvenido sea a estas breves líneas salpicadas de buenos deseos, envidia de la buena, patologías ideológicas, rencor de clase y una buena cantidad de opiniones que buscaran desafiar la zona de confort de pensamientos llenos de razón y elegantes conceptos. En verdad espero participen con toda su enjundia destructiva porque la mejor forma de elevar el nivel del pensamiento es confrontando las ideas, aspecto que las entumidas mentes no entenderían. Así pues, manos a la obra y que empiecen las hostilidades.

Gracias.

VIRTUD Y VICIO

Desconozco lo que tengan a bien pensar sobre las virtudes y los vicios, afortunadamente no encuentro un parámetro lo suficientemente sólido para argumentar si del lado de la razón o del lado de lo espiritual se encuentra la verdad absoluta sobre las virtudes que puedan abatir a los vicios o viceversa.

Aunque en las palabras encontremos el suficiente sustento para separar lo bueno de lo malo, en teoría podríamos pensar que lo bueno para unos es lo malo para otros y es justamente en esta coyuntura donde la verdad puede perder sentido y podríamos sugerir que todo aquello que nos aproxima hacia el bienestar y el de los demás es algo bueno y por lo tanto virtuoso ante los ojos no solo de un ser imaginario rodeado de nubes sino también a los ojos de nuestros vecinos.

Don Aristóteles habla de la práctica de las virtudes no como un aliento divino sino como la práctica de un hábito que por aprendizaje se desarrolla, al final y como parte de la deformidad de las ideas con el paso del tiempo nos encargamos de contextualizar a modo el orden de los elementos que atienden a la práctica de las virtudes en el ámbito de las costumbres y la correcta practica moral.

En la aceptación de la malignidad del hombre la consigna de señalar la virtuosidad como la cumbre de las buenas acciones esta el deseo irrefrenable por controlar los impulsos mas intrínsecos de la especie humana ya sean filósofos, religiosos, políticos, o simplemente neófitos de estos menesteres los que en la avidez de la rebatinga intelectual sugieran que me equivoco al abordar los temas propios del mundo de las ideas, de cualquier modo deberán aceptar que en la historia de la humanidad la eterna discusión sobre el mundo de las virtudes y sus primos hermanos los vicios no hay convenio alguno cuando se trata de acceder a la selecta cúpula del poder de cualquier nivel.

Proféticamente ya lo dijo el buen Fausto de Goethe cuando sentencia que…AHORA HEMOS DISPUESTO LAS COSAS DE OTRA FORMA; LO QUE ERA ANTES UN ABISMO ES HOY UNA ALTA CUMBRE, GRACIAS A LA DOCTRINA DE ENCUMBRAR LO BAJO Y DE REBAJAR LO ALTO. Ciertamente un pobre diablo invento de la imaginación perceptiva de un visionario revienta sonoramente en los oídos de merolicos que se atascan entre lo que dicen y lo que hacen, y las hermosas parábolas que altos funcionarios eclesiásticos señalan como la verdad absoluta que un buen día emanaron de sabios profetas hoy destacan por encontrarse en desuso.

Las hermosas palabras no son necesariamente verdades que muy románticamente podrían tomarse como eso cuando nos hemos acostumbrado a consecuentar lo que no hemos sido capaces de confrontar y, aunque en la culpa se lleva la expiación vía la ignorancia aprendida de generaciones que agacharon la mirada ante la embestida avasalladora de los grupos victoriosos que en pos de la obtención absoluta del poder encendieron, el ánimo de poblaciones enteras que con el hambre por delante fueron utilizadas para derrocar sistemas de gobierno monárquicos para cederlos a republicas igualmente arbitrarias embrutecidas de poder.

La virtud de la esperanza se ha visto rebasada por el vicio de la ingenuidad y la fe reducida al voto secreto y ya ni hablar de la caridad como buen reducto para engordar los capitales de explotadores y especuladores. Así pues esta clase de ralea político-económica existe y proliferan gracias a mecanismos impuestos por el club de la abundancia.

Esta bola de saqueadores maniáticos virtuosos de la demagogia saldrán una vez más a ofrecer el paraíso montados en candorosos votantes que al final tendrán que soportar con virtuosa fortaleza las infumables costumbres de estas familias encumbradas y llenas de lujos insultantes para la población que contempla sus ceremonias y actos “socialité” desde la trinchera.

Al final hacer la diferencia o señalar lo que hoy es virtud o es vicio no queda claro cuando en el apañe se permite el despojo vía legal y asemeja lo que un día fue dar tributo con pagar impuestos para la manutención de la clase política y toda su corte de lambiscones enfundados en trajes caros y hábitos cargados de joyas.

#InPerfecto