#InPerfecciones
“En vida, hermano, en vida” – Ana María Rabatte
Maikel Ansted Hoffmann / @AnstedM
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Mi padre fue, por mucho tiempo, la persona más importante en mi vida, a él le contaba todo, lo que me gustaba, lo que no, mis alegrías y mis tristezas e incluso algunos secretos que, hasta el día de hoy, sólo él sabe.
Mi padre murió el 10 de julio de 2013, hace casi 7 años, yo tan sólo tenía 15 años, habían pasado 18 días que haber tenido mi graduación de secundaria y a 20 días de entrar a la preparatoria.
La muerte fue “repentina”, hasta que nos entregaron el acta de defunción. Él, desde el 2005 estaba desahuciado y el día 17 de julio comenzaba con diálisis.
El día anterior, mi Pa´ (así le decía), estaba normal, en la mañana platicamos, en la tarde llegó una tía y platicó con él. Eran las 9 de la noche cuando sentimos que algo estaba pasando, mi papá no respondía, parecía dormido, por más que le hablábamos no contestaba. Después de unos minutos, tomamos la decisión de hablarle a su hermano, mi tío, que estaba en un curso en Morelos. Me recomendó hablarle a un sacerdote para darle el Santo Viático y así fue.
Esa noche yo me quedé acompañándolo para ver cualquier reacción que tuviera (buena o mala). Creo que ha sido la mejor, pero a la vez la peor noche de mi vida.
En la mañana del 10 de julio, no vimos ninguna mejoría, mi madre y yo tomamos la decisión de llevarlo al hospital, eran las 9 de la mañana, mi madre se estaba vistiendo para irnos cuando, de pronto, mi papá comenzó a sacar espuma (por el generador de oxígeno que usaba), en ese momento mi padre partió de esta vida.
Yo con tan sólo 15 años, me convertí en el, mal llamado, “hombre de la casa”.
Este domingo 21, celebraremos el día del padre y no puedo dejarlo pasar sin pedirte que valores a tus padres ahora que los tienes. Hay conmigo, muchas personas que por diversas circunstancias perdimos a nuestro papá, algunos pequeños como yo, otros ya más grandes, pero te puedo asegurar que no existe mayor dolor que perder a un padre o a tu madre.
Valóralo, habla con él, cuéntale tus cosas, y, sobre todo, dile “te amo”. Esa es una de las cosas que nunca le dije y estos años, todos los días, me levanto y se lo digo, sé que desde el cielo él me ayuda, pero me hace mucha falta aquí.
“Si quieres hacer feliz a alguien que quieres mucho, díselo hoy, sé bueno… En vida, hermano, en vida.
Si deseas dar una flor, no esperes a que se muera, mándala hoy con amor…
Si deseas decir “Te quiero” a todos los de tu casa y al amigo cerca o lejos… En vida, hermano, en vida.
No esperes a que se muera la gente para quererla y hacer sentir tu afecto…
Serás feliz si aprendes a hacer felices a aquellos que te rodean…
Nunca visites panteones, ni llenes tumbas de flores; llena de amor corazones… En vida, hermano, en vida.”
Ana María Rabatte
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Saludos, un abrazo virtual y Feliz Día del Padre.
#YoMeQuedoEnCasa