Editorial

INTOLERANTE

#InPerfecciones
Durante años fue crítico del gobierno, hoy es gobierno pero no tolera la crítica.

 

 

Cruz Hernández Sánchez / @IamMillennial_
cruzhendez@gmail.com

Aparentemente la burbuja en la que López vive está presentando fisuras, la realidad está entrando y no es nada agradable ante sus ojos, ese romanticismo que presumía con el pueblo se está acabando  para mostrar una relación un tanto más “tóxica” en donde se presentan quejas y reclamos, algo común a lo que se expone alguien en vías de la política con una vida pública, pero ¿Cómo debe reaccionar un mandatario ante la crítica? bueno, el ejemplo más claro es totalmente opuesto al que presentó López este fin de semana en su natal Macuspana, en un evento (como muchos) los asistidos comenzaron a abuchear al gobernador del lugar, y bueno, la “ofensa” pudo quedar en una simple manifestación de desagrado por parte del pueblo, pero el inconveniente se presentó al momento en el cual López intentó tranquilizar a la multitud con sus palabras, en un intercambio de gritos y abucheos quedó demostrado que no tiene la capacidad para generar diálogo, no logro hacer que los inconformes prestarán atención a sus argumentos.

 

Y como siempre, la culpa es de alguien más, en este caso de la politiquería, aparentemente a los oídos de López sólo llegaron gritos sin sentido, no prestó atención a las quejas que el pueblo expresaba, su hermetismo ya está empezando a cobrar factura, fuera de Palacio Nacional, fuera de  su horda de aplaudidores y medios predilectos Lopez se expone a una cruda realidad, a los problemas cotidianos y a la crítica de un pueblo que no se conforma con simples mañaneras, un pueblo que exige acciones y esas soluciones que se prometieron en campaña. 

 

El respeto que no se gana con actos no se exige.