#Cultura
“Creen que el mundo gira alrededor de Twitter o Tiktok”
Ricardo Sandoval / @LuisRSandoval5
luizandcar18@gmail.com
Los juegos olímpicos son un evento muy especial no solo para competidores sino para espectadores. Son cuatro años de esfuerzo y espera que se ven reflejados en unos pocos segundos los resultados de largas horas de entrenamiento.
Muchas personas los ven con admiración y se emocionan junto con los atletas por el máximo esfuerzo dado, les aplauden desde la comodidad de sus hogares. Otras personas solo ven las ceremonias de inauguración, únicas, cual obras de teatro, que deben salir bien en una sola toma, horas y horas de esfuerzo para demostrarle al mundo, que dicha ciudad sede, está a la altura de lo que se requiere para unos juegos de dicha magnitud.
Justamente, al momento de escribir esta columna, que, durante los Juegos Olímpicos de París 2024 están en marcha; es más, ya va para la primera semana de acción. Y en estos días ya se ha llevado a cabo varias polémicas y todas relacionadas con los movimientos progresistas y de inclusión forzada.
Pero vayamos al inicio de tanta polémica.
Durante la ceremonia de inauguración, casi 4 millones de personas lo vieron a través de los televisores y otros medios digitales. Todo de maravilla, usando barcos que navegaban por el río Sena, para que los atletas desfilaran (cosa irónica, ya que estos juegos se han considerado como ecológicos y con los barcos se enviaron muchos contaminantes al aire). Comida vegana que ni de cerca está con los nutrimentos necesarios que la mayoría de los atletas necesitan para rendir, además de ser escasa dentro de la villa olímpica, camas hechas de reciclaje que no son cómodas y que ha provocado a aquellos que, si puedan costear un hotel para todos sus atletas, puedan mudarse a una habitación más cómoda. Además de eso, dentro de los mismos cuartos, al ser ecológicamente viable y responsable, no haya siquiera ventiladores para soportar el intenso calor que ha llegado a los 35 grados centígrados.
Estas situaciones son solo algunas de las carencias y exposiciones que los mismos atletas han denunciado por redes sociales. Siendo Francia considerado como un país llamado de “primer mundo”, parece sorprendente que haya tanta diferencia y división entre países. Solo que, de manera más irónica, un evento que sirve para unir a la humanidad en torno a algo que, dentro del muy extremo romanticismo puro, que es un evento deportivo, cause tantos problemas tanto a deportistas como espectadores.
Francia es conocida por sus luchas raciales y por el eterno conflicto entre islamistas y el resto del mundo. No solo eso, sino que las diferencias económicas se ven reflejadas en la villa olímpica. Los países que si pueden costear un cambio a un hotel lo hacen sin dudar, en cambio, aquellos que no pueden costearlo, tienen la desventaja de no poder estar al 100% dentro de sus propias especialidades deportivas.
Por otra parte, lo que más ha llamado la atención no ha sido las denuncias que se han dicho hasta ahora en este texto. No, lo que más ha causado polémica fue la propia ceremonia de inauguración.
Lleno de personas queer, travestis bailando casi desnudos al lado de niños menores de 10 años, una parodia de muy mal gusto de la pintura La Última Cena, usando a personas con sobrepeso y afines al movimiento en decadencia llamado “body positive”. Alegorías a lo woke, a la agenda progre 2030 de la cual aún sigo investigando bien para traerles un análisis al respecto más adelante.
Lo deportivo pasa a segunda mano ya que estas mismas personas que, supuestamente son todo amor y buenas vibras, las más tolerantes de todo el mundo, llaman racistas y misóginos y cualquier otra variante de los alemanes del periodo 1939-1945, deseando la muerte de los millones de personas que estamos en desacuerdo con su repugnante acto. Y sí, digo que fue repugnante ver a un señor, con su entrepierna afuera de su ropa mientras bailaba alrededor de niños pequeños.
Estas personas quieren dar a entender que la palabra con P, (pedo) debe de ser aceptado como a cualquiera de los miles de géneros y sexualidades inventadas por los progres del movimiento 3.1416.
No solo es preocupante que quieran normalizar tal aberración a los niños pequeños, además de quererles inculcar un hecho como los son los bloqueadores de hormonas a personas que no son conscientes de que sus acciones tienen repercusiones.
También lo ha sido la polémica de este jueves primero de agosto, ya que, en una competencia femenil de boxeo, un hombre trans, que se identifica como mujer, terminó por ganar a una mujer en solo 40 segundos.
Debería de ser obvio que la fisiología masculina de la femenina es diferente. Pero hay progres que defienden el hecho de que un hombre golpee a una mujer, aunque dichos golpes sean en un ambiente más o menos controlado como lo es una competencia deportiva.
Se abre la polémica con estas personas progres, y nos llaman intolerantes, ignorantes, machistas, fachos a todos los que nos oponemos a sus ideales de un mundo que se cae a pedazos. Amenazan con demandar a toda la humanidad que se les oponga, que los critique.
No solo es la agenda 2030, la cual tienen en su poder, es también el hecho de que pueden crear fake news, engañar a su pequeño nicho y hacer ver que el resto del mundo no los tolera y que ellos siempre tienen la razón en todo. Lloran en redes sociales ante la más mínima crítica. Creen que el mundo gira alrededor de Twitter o Tiktok.
Esperar cuatro años para un evento único en la vida y que estos grupos quieran obligar al mundo a que los acepte (cosa que ya pasaba desde hace década y media).
Mientras estas personas del movimiento 3.1416 sigan con su obligación a dicha aceptación, habrá personas que nos opongamos y desde nuestras trincheras, les haremos frente. Y mucho éxito a todos y cada uno de los atletas que participan en los Juegos Olímpicos, que, al final del día, los participantes son lo más importante del evento.