Sexualidad

Miedo al cambio y mi versión Sophia Loren

#Sexualidad
No hay nada más aterrador en esta vida que el cambio. Y quien diga lo contrario que lancé la primera piedra.

 

 

Dulce Merlos/  @la_dulce_vita.mx  @matrioska_libro
dulmerlos@gmail.com

Ayer me corté el cabello de nuevo. Llevo 3 cortes en menos de tres meses. En teoría la idea era no cortarlo más, pero cuando llegué al salón la experta me dijo no había manera de que luciera diferente ni de darle forma sin meterle de nuevo tijera. Le pedí que me mostrará una imagen de como quedaría y casi me muero. Era muy corto, sentí incomodidad y taquicardia al ver la imagen, pensé, esa no soy yo ni es mi estilo, pero principalmente sentí miedo, miedo a no verme bonita, a no reconocerme en el espejo, a que iba a pensar los demás de mí, miedo al cambio.

Sé que pensarás, no inventes Duls, es sólo cabello, pero si el cabello no fuera tan importante no existirían cientos de tratamientos para detener la caída, ni hombres que pagan miles de pesos para recuperarlo. Pero el punto no es ese, la cosa es que algo que pudiera parecer tan banal puede causar inseguridad y miedo, miedo a no cumplir con expectativas propias y muchas veces ajenas.

Un simple corte de cabello me llevó a pensar en los cambios, en los que nos hacemos por gusto, los que son necesarios, los que son forzosos y aquellos en los que la vida ni nos pide opinión. Sentada en la silla del salón, mientras esperaba el tiempo de posado del tinte, recordé mis clases de filosofía preparatorianas en las que mi maestro nos enseñó la máxima de Parmenides: todo fluye, nada permanece o Heráclito quien también decía que lo único constante es el cambio. Entonces ¿por que nos cuestan tanto trabajo?

Parte de la respuesta ya te la dije, nos da miedo no tener certeza del resultado, eso es algo que a muchas nos aterra, así se trate de simple cabello. Y la otra es que yo creo que el nivel de incertidumbre que cada persona puede manejar depende mucho de su historia personal, sus creencias y sus apegos, de que tanta confianza tengas en ti misma para tolerar las opiniones ajenas, los baches y la frustración que casi siempre traen los cambios consigo.

Lo cierto es que si no arriesgas no ganas. Días antes de ir al salón mi hermana y mi mamá me dijeron que no me cortará mas el cabello y cuando estaba ahí decidiendo que hacer, podía escuchar sus voces susurrando en mi oído que no lo hiciera, mientras me imaginaba sus caras de sorpresa, desaprobación o una mezcla de ambas. Y aunque me importa lo que mi gente cercana opine, su voz no puede ser más fuerte que la mía. Así que me aventé a dar el siguiente paso y para mi sorpresa no estuvo tan mal, la incomodidad inicial fue disminuyendo cuando caí en cuenta de que eventualmente mi cabello volverá a crecer y esta vez más sano, que es lo que yo quiero.

Así que todo este rollo es para que te cuestiones ¿qué es lo que más te incomoda del cambio y qué tanto estás dispuesta a lidiar con ello?  Y  como en esta columna nos gusta aportar algunos piensos que te puedan servir. Aquí te van algunas cosas que he aprendido respecto al cambio:

  • Hay que tomar el riesgo. ¿Cuál sería el peor escenario? Si eso sucediera ¿es algo que podrías solucionar? si la respuesta es si, vas hermana. Si la respuesta es no, pues plan B o empieza con algo más sencillo.
  • Hacer un recuento de los apegos y las creencias que tienes respecto al cambio que quieres lograr, puede ayudarte a desmantelar el miedo y tomar una decisión con la que estes más cómoda, aunque no sea lo que los demás están esperando.
  • Rodéate de personas positivas, de esas que siempre celebran contigo y te echan porras, la realidad es que el apoyo siempre ayuda. Si la estilista ayer no me hubiera dicho que me vería muy guapa con ese corte y me hubiera hecho ver que mi miedo a no sentirme femenina con el cabello corto sólo era una creencia con la que crecí, no me hubiera animado, pero gracias a su paciencia y buena ondez, se logró.
  • Cuida la energía del cambio que quieres hacer, o sea fíjate a quien le cuentas, aunque se oiga feo, hay gente bien envidiosa o más miedosa que tú. Cada quien habla desde su experiencia y esa no es transferible, mejor cada quien sus cubas.
  • Construye una identidad que te ayude a tener más seguridad en el cambio. Por ejemplo si quieres ser una máster de la cocina pero se te quema hasta el agua, empieza por ver videos sencillos en youtube, o inscríbete a un curso y práctica, práctica, práctica, que la práctica hace al maestro.
  • Finalmente ¡solo hazlo! Toma acción, haz un compromiso contigo misma y ponte una fecha límite para lo que quieres hacer, no pasa nada si no lo logras pero al menos estarás consciente del panorama.

Hoy me levanté y me vi al espejo, sería mentira decirte que no me siento extraña, todavía estoy acomodándome al cambio, pero una vez que me maquille y me puse accesorios me di cuenta que sigo siendo yo, que lo que me hace atractiva no es el largo de mi cabello sino lo que pienso sobre mi misma así que bautizo esta etapa de mi cabello como la temporada sexy Sophia Loren, porque siempre hay que tirarle en grande, si no pa que nacíamos.

Por último, quiero contarte que dentro de mis proyectos anuales esta la escritura de un nuevo libro, un nuevo bebé que requiere de mi enfoque y mucha energía, así que tome la decisión de poner una pausa a mi querida columna, no sin antes agradecer todos los aprendizajes que me ha dado y los mensajes bonitos de las personas que se toman unos minutos de su tiempo para leerme.

Pero que no cunda el pánico, no me extrañes todavía, nos seguimos escuchando en la radio y quizás hasta podamos vernos cuando te avise sobre la presentación del nuevo librihijo. Así que estate atenta y hazme un favor en lo que eso sucede, dile si a ese cambio que traes en la cabeza… arriésgate, que vida, sólo hay una.

Te dejo un abrazo,

Duls

#InPerfecto