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Dualidad humana: ¿lo espiritual contra lo físico?

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se atreven dichos progres de California a llamarte como cierto grupo alemán de la década de 1930

 

 

Ricardo Sandoval / @LuisRSandoval5
luizandcar18@gmail.com 

 

Por más que se trate de complacer a ciertos grupos, no siempre va a ser así. La inconformidad es natural a la humanidad. Desde que escribí esta frase, ya hay alguien que se sintió ofendido o desplazado por no incluir a los llamados “binarios” (como si fueran una computadora con ceros y unos). 

A su vez, se puede decir que la solidaridad es un defecto humano al mismo tiempo que es un acierto. Para los católicos y/o cristianos, se considera que Jesucristo es nuestro salvador (para otras religiones, como los musulmanes, es uno de los muchos profetas que ha habido a lo largo de la historia de la humanidad). Muchas veces la imaginación ha llevado a la locura a los hombres. Similar con el hombre que nos narra que intentó matar al rey de España, diciendo que el monarca era el demonio y por eso debía morir por la mano del loco. 

Sin embargo, la dualidad humana es lo que nos ha traído hasta aquí. Por ejemplo, entre una de las muchas dualidades que nos caracterizan está la del raciocinio y los impulsos. 

Por medio de la razón, filosofamos sobre los hechos más insignificantes de la vida, como si le tratáramos de dar un sentido a la misma. Como vivimos en una burbuja, a pesar de dejarnos llevar por la corriente, como dicen algunas otras personas que se oponen, de manera inconsciente al raciocinio, todos llevamos vidas aburridas. No queremos enfrentarla por temor a lo que sea, incluyendo, el famoso terror a Dios impuesto por la iglesia.

Actualmente, dicho terror es ser funado en redes sociales, a no tener miles de millones de seguidores en las redes sociales o incluso (je), a no sentirte, supuestamente, representado en una serie o película, porque los progres de California se ofendieron. Incluso, se atreven dichos progres de California a llamarte como cierto grupo alemán de la década de 1930 hasta 1945 de la gramática si, uno como latino, tiene al atrevimiento de corregirles una forma incorrecta de hablar (oye primos no existe, porque se junta una palabra en singular con una en plural. Para que haya coherencia al hablar o escribir, ambas palabras deben ser acordes. Es una regla gramatical básica que en el idioma español te enseñan. La manera correcta es: oigan primos u oye primo). 

Pero regresando al tema de combatir este aburrimiento, fue que se empezaron a crear leyendas, mitos y cuentos de todo lo que nos ocurría. La mente es un arma poderosa, porque gracias a todo lo que se contaba, como los duendes que mueven las cosas. Ya sea en Japón, Irlanda o México, dichas historias ayudaron a crear ese halo de misterio que se ha tratado de descifrar. Pero es una especie de respeto mutuo: el misterio y la ansiedad por estar cerca de resolverlo. Es otra dualidad que nos caracteriza como humanos. 

Estos mitos, leyendas; toda la parte fantástica están más cerca de nuestro origen real que el dicho por las iglesias. Esa parte mística, esotérica ayuda a que evolucionemos como especie. Nos dicen de las profecías pasadas y futuras, aunque a estas últimas no les hacemos caso porque aún no suceden. Y como aún no suceden, pues a mí no me va a tocar. Que se preocupen los demás de eso. 

Pero con un poco de razonamiento al respecto, vemos que ya se está muy involucrado con las antiguas profecías que nos advierten del comportamiento humano: la ignorancia y el conocimiento. El misticismo, según ya no entra en la sociedad actual. Se ha convertido en una pseudo-ciencia, cuando con anterioridad era muy respetada e investigada, lo que llevó a los humanos a filosofar y evolucionar. ¿Actualmente se vive una des evolución?, es lo más probable. Mientras más aparatos tecnológicos tenemos, mientras más conocimiento a nuestro alcance poseemos, más flojos nos volvemos, más ignorantes somos.

Al ser más ignorantes, menos respetamos a lo que nos rodea. No somos tan capaces de comprender, si quiera, el término de todas las cosas tienen vida. Es una estupidez, porque todo tiene un aura, algo que lo hace único, a pesar de todas las “copias” de ese mismo objeto. Una flor, supongamos una rosa, aunque parezca similar a sus demás compañeras, tiene algo que la distingue de las demás. Puede ser una espina menos, un pétalo de más, un olor más agradable, llamativo. Pero cuando se trata de objetos inanimados, digamos que una computadora, pues sucede lo mismo. Una computadora de la marca HP, es diferente a una Ipad o a una Lenovo.

La inspiración es también un factor clave. Como le sucedía a Lafcadio Hearn cuando se fue a vivir a Japón. Él buscaba un equilibrio entre su educación occidental con la educación oriental. Es similar al equilibrio del raciocinio y el impulso. Si una es más dominante que la otra, obviamente la evolución humana se detiene. Aunque no importa el lugar donde nos encontremos, siempre van a haber similitudes a los lugares donde nacimos, que recorrimos, donde vivimos. Las leyendas, los mitos, todo lo místico que se desprestigia ahora, es la base de todas las sociedades, porque sin ellas, no hay evolución humana, si no hay evolución, pues no hay equilibrio, si no hay equilibrio, solo estamos aquí, en este mundo quitando oxígeno. 

Como interpretemos las situaciones, lo que nos rodea, los idiomas diferentes, es una forma de encontrar ese equilibrio. Se vuelve única y su aura puede brillar con más fuerza que antes y la poesía ayuda en ese despertar espiritual. Es un toma y daca. La lucha entre lo espiritual, lo místico contra lo que podemos ver, lo que es palpable. Es una lucha eterna donde el humano, los hombres y las mujeres tienen las de perder si la balanza se inclina hacia una de los dos lados.

Para terminar, voy a terminar con un poema de un autor anónimo: Mírame/no/no me mires/te daré un beso de despedida/antes de partir/ a la tierra de la tristeza. Olvídame/no/no me olvides/ambas son mis opciones. Te daré un beso de despedida/rezo por tu felicidad/antes de desaparecer/de esta existencia/antes de desaparecer/de tu lado.

¡Hasta la próxima!

 

#InPerfecto