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“Los únicos mexicanos entre los Insurrectos en Tijuana”.
Luis Ricardo Sandoval / @LuisRSandoval5
luizandcar18@gmail.com
La imagen connotada y la imagen denotada están relacionadas con la literatura y sobretodo con la comunicación en general. Es una forma de analizar un significado más profundo que el que se dice o se cree.
Para explicarlo mejor, usaremos la misma imagen de portada donde unos Magonistas se encuentran en formación en Tijuana, en el año 1911, en pleno apogeo de la Revolución Mexicana. Solo que antes hay que darle significado a los términos anteriormente dichos: la imagen connotada y la denotada.
Lo denotado es la imagen literal a como se muestra. Es en esta parte donde se explican los elementos que aparecen en la imagen: desde las formas, los colores, la iluminación, la hora del día, si hay texto, las formas, etc. No se hace un análisis u opinión del significado que hay en dicha imagen.
Por su parte, lo connotado son los mensajes no explícitos o lo subliminal de la imagen. Aquí influye mucho el punto de vista de cada uno de los espectadores, su familiaridad con el entorno social con el que creció y la comprensión del contenido. Una sola imagen puede tener muchas interpretaciones, no suele ser mostrada y es subjetivo.
En el caso de la imagen de la portada, son diez hombres, en formación de V. están frente a una tienda. La fotografía tiene escrito a mano: “Los únicos mexicanos entre los Insurrectos en Tijuana”. Nueve de los soldados en la formación portan con orgullo sus armas; ellos son ciudadanos que lucharon en la revolución, esto se puede ver por sus uniformes que parecen ropa de civil. Parece ser que fue tomada al medio día dicha fotografía, porque el sol les da de lleno, por eso ellos usan sombrero, mientras que el general, a quien no logro ubicar bien, se encuentra un poco alejado de sus soldados, como si no quisiera hacer contacto con ellos, pero no se ve incómodo.
De acuerdo a la descripción de la fotografía, fue tomada en 1911, meses después de haber iniciado la Revolución Mexicana. Son los primeros en entrar al campo de batalla, inspirados por los hermanos Flores Magón para recuperar las tierras perdidas a lo largo de los años. El movimiento de los hermanos Flores Magón fue para desaparecer el poder por medio del anarquismo, exigiendo la expropiación de tierras a sangre y fuego para que fueran trabajadas en unión con la comunidad. El movimiento es precursor a la propia Revolución ya que querían que la dictadura Porfirista terminara y así revolucionar de manera económica y no solo social y político.
Tras la ruptura del movimiento anarquista con el entonces presidente Francisco I. Madero, debido a que rechazaron el Plan de Ciudad Juárez, terminaron separándose incluso del movimiento socialista, representada por Antonio I. Villareal, Manuel Sarabia y Lázaro Gutiérrez de Lara y así formar el Partido Liberal Mexicano.
En parte, el movimiento que posteriormente se llamaría Magonista, buscaba la igualdad en la sociedad, la reconciliación con los indígenas; es decir, que su intención era una participación equitativa en la toma de decisiones políticas regionales y locales, como sería la rotación de cargos públicos, la defensa de la propiedad comunal, la explotación de recursos de manera racional.
Pero dicho movimiento no hubiera sido posible sino es por el padre de los Flores Magón: Teodoro. Él, un militar de segundo rango del ejército porfirista, que apoyaba a Díaz pero que nunca fue reconocido. Además de esto, la propia formación indígena de Teodoro como parte de los gobiernos locales le sirvió para enseñar a sus hijos a rebelarse contra el mal gobierno de Díaz. Esta especie de odio de Teodoro hacia Díaz se originó en la Batalla del 2 de Abril, donde Porfirio no reconoció públicamente las tácticas que le dieron la victoria al General.
Por ese motivo, los tres hermanos, Ricardo, Jesús y Enrique, fijándose en todo lo que habían vivido, decidieron seguir con las ideas del padre. Los tres sabían leer de manera fluida y se enteraban de las noticias que ocurrían en Europa y las aplicaban con su entorno.
Para terminar, con ese espíritu rebelde, no solo inculcado por su padre, sino por las vivencias, las lecturas de libros de filósofos como Nietzsche, Marx, el libro La conquista del pan de P. Kropotkin, ayudaron a que el movimiento anarquista, con el cual se identificaban, más que con el magonismo fuera parte fundamental de la caída del poder de Díaz y que iniciara una Revolución, como ellos lo querían, pero se tergiversó el pensamiento magonista. Se lograron algunos cambios sociales, como la baja en la jornada laboral, las huelgas como parte del sector laboral para mejorar las condiciones de trabajo, pero la desafortunada realidad fue que la población más desprotegida siguió igual.
Las imágenes ayudan a que se comprenda mejor la situación de un evento que puede ser trascendental en la historia de un país. En el caso de México, sirve para que veamos la manera en cómo se vivía durante aquellas épocas. Es un archivo que se puede y se debe analizar con detenimiento el pensamiento ideológico de dicha época. Puede dar muchas más interpretaciones que un reportaje de un periódico que se puede manipular con cierta facilidad. En el caso de la fotografía mexicana, evoluciona junto con la propia sociedad.
Va reflejando el estilo de vida, la propia interpretación del autor. No es un asunto único de una “masacre” o cambios revolucionarios, la posición política o incluso religiosa. Es un asunto neutro que tiene tendencias del propio fotógrafo ya que es la única prueba de aquella época. Claro, en aquellos tiempos no se pensaba en dejar dichas pruebas para que las analizáramos en estos tiempos. Muchos rollos y negativos eran desechados, siendo suplantados por otros rollos y negativos que a su vez tenían el mismo destino.
La fotografía es considerada como un punto de atracción al lector, se contextualiza incluso lugares históricos y de esa manera rescatar el pasado. En el caso de la comprensión socio-histórica mexicana pre-revolucionaria, sí es importante considerar que la fotografía avanza conforme lo hace la sociedad, retrata no solo las grandes diferencias de la sociedad, sino de las luchas armadas, ayudan a que todo el país se entere fácilmente de lo que está ocurriendo; además de que, para ese entonces, la mayoría de la población no sabía leer ni escribir y dicha fotografía servía como prueba que ellos podían analizar, con sus propias palabras y así heredar dicho pensamiento a las generaciones posteriores.
Bibliografía.
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Gilly, Adolfo, La Revolución Interrumpida, México, 1971
Topete Lara, Hilario, Los Flores Magón y su Circunstancia, en Contribuciones desde Coatepec, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México, enero-junio, 2008, en https://web.archive.org/web/20090205043938/http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/281/28100806.pdf, consultado del 5 al 8 de junio de 2021.
Ulloa, Bertha, Entran en escena los campesinos, pp. 773-776, en La Lucha Armada, en Historia General de México, El Colegio de México, México, 2000.