#InPerfecciones
“El Presidente últimamente ha estado muy molesto durante la mañanera, ¿y como no va a estarlo?, si literalmente le están “partiendo la madre” a su movimiento desde adentro”
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx
Seis de la mañana, en Palacio Nacional, el Presidente se prepara para atender –como cada mañana- la mañanera, alias la lloradera o la quejadera o como se desee llamar al ejercicio propagandístico más popular de la Cuarta Transformación, el Presidente hace su calentamiento con la “Reunión de Seguridad” donde se pone a tono con las novedades y resultados de la campaña de besos y abrazos en contra del crimen súper organizado, unos desaparecidos por aquí, unos desmembrados por allá, unas balaceras un poquito más para allá, otro periodista asesinado, etc. es decir, lo cotidiano, la herencia del pasado neoliberal, el fruto podrido de las administraciones pasadas, nada para alarmarse, lo que es seguro es que la agenda telefónica de López Obrador debe estar repleta de contactos para llamar a las mamás de los líderes criminales para pedirles encarecidamente que platiquen con sus hijitos o sus nietecitos para que no se les pase la mano con las masacres, no vaya a ser que nuevamente se le vaya a salir una carcajada por esa situación y luego tenga que salir a explicar que se trata de una campaña de desprestigio en su contra.
Lo que sucede a continuación para el Presidente, es el momento más álgido de su día laboral, un ejercicio de concentración extremo, dos horas en las que debe estructurar la defensa de lo indefendible, dos horas en las que debe dar cátedra de superioridad moral; humanamente es imposible hacerlo solo, y por eso cita cotidianamente a sus colaboradores para que le apoyen sumándose al ejercicio democrático por excelencia que no tiene ni Joe Biden, el resto es un bonito espectáculo de revista en el que próximamente también habrá concursos, “la hora del bienestar” podría llamarse, es una exquisitez imaginar a ciudadanos compitiendo por un boleto para la otra rifa del avión presidencial o por un boleto todo pagado para estar en la inauguración del Aeropuerto Felipe Ángeles, nada más emocionante que ganarse un tambo de 200 litros de la gasolina refinada en la Refinería de Dos Bocas, a la que llamarán “Huehueteotl”.
Lo cierto es que el Presidente últimamente ha estado muy molesto durante la mañanera, ¿y como no va a estarlo?, si literalmente le están “partiendo la madre” a su movimiento desde adentro, ¿como no se va a encabronar el Presidente?, si su hijito tiene más de dos pares de zapatos, más de dos pantalones y seguramente en un exceso de extravagancia tiene más de dos camisas y un carro nuevo, bien lo dice el dicho “lo que no has de ver, en tu casa de Houston lo has de tener”, ¿como no se va a enojar? si su doctor estrella está acusado de cargos criminales, ¿quién es su sano juicio se atreve a acusar a heroico galeno López Gatell? Si su gestión para hacer frente a la pandemia ha sido inconmensurable, si claro, la pandemia ha durado un poquito más de un mes, pero gracias a él lograron domar la pandemia.
Desde luego que la molestia se eleva porque esos “pinches conservadores” andan inventando que en la Ciudad de México se experimentó con la población utilizando ivermectina para tratar a pacientes con covid-19, ¿cómo podría ser eso verdad?, si en México anda escaseando hasta el paracetamol ¿cómo se nos ocurre que van a andar experimentando con ivermectina?, para nada, ¡mejor que se mueran!, si no los conmueve un menor sin tratamiento contra el cáncer, mucho menos un “pinche jodido” que se contagió por no comer bien o por estar gordo o diabético, que cosas inventa la gente –¡caray!-.
Ya de economía mejor ni hablamos porque, ¿como no se va a enojar el Presidente? si hace un par de semanas andaba muy orgulloso presumiendo que ¿cuál crisis? Si vamos a crecer al 6%, ¡ah! pero tenía que llegar la “aguafiestas” de Tatiana Cloutier a decir que más bien vamos a crecer entre el 2.5% y 2.6%, ¡no hay que ser!, ¿por qué esa necedad por hacer enojar al Presidente?, de verdad, la edad ya no le da para andar haciendo tantas maromas –ni corajes-.
Imagínense, tener que recurrir nuevamente al argumento de atacar al periodismo, pero ya de una forma mucho más directa y agresiva; imagínense tener que tragar sapos después de aplaudir y reconocer a Carmen Aristegui como periodista apegada a la verdad y apoyarla cuando era perseguida política para terminar persiguiéndola como el represor de closet que siempre ha sido, ¿dónde queda la palabra empeñada? ¿Y todo para poder lavarle la cara a su hijito?, tener que estigmatizar al periodismo para desviar la atención pero tener que hacerse bien pendejo cuando asesinan a un periodista y como el buen pendejo funcional que es, tener que salir con la pendejada de decir que se investigará a fondo y rematar con la misma pendejada sobre que “no habrá impunidad”.
Ver para creer, el Presidente exigiéndole a un periodista que en “aras de la transparencia” le responda ¿cuánto gana? y ¿quién le paga?, ahora resulta que el que ordena que se reserve la información sobre el Aeropuerto Felipe Ángeles, la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, los contratos de adquisición de vacunas, etc. se retaca la boca hablando de “transparencia”, si, de ese tamaño tienen que ser las acrobacias del Presidente.
Y lo mejor está por venir, porque en ese afán nacionalista muy del siglo XIX, el Presidente se aventó una maroma de alto grado de dificultad diplomática, ahora si, se aventó por todas las canicas y de cara al 14 de febrero, se acordó que el tema con España es siempre bien socorrido para hacerse “güey”, y les recetó el clásico de la discursiva amorosa “no eres tu soy yo” “me parece que sería bueno que nos diéramos un tiempo” y como dice aquella obra maestra interpretada por el Príncipe de la canción “Vamos a darnos tiempo” que versa “tiempo para poder curar nuestras heridas, tiempo para empezar de nuevo nuestras vidas”, López Obrador dijo que le gustaría “poner en pausa las relaciones entre México y España para poder poner en orden los pensamientos y malos entendidos por ciertas empresas españolas, para que dejaran de vernos como territorio de conquista y sobre todo dejaran de robarnos, ¿qué podría salir mal?, y todo para que dejen de preguntarle por su “bodoque”
A ese nivel está de molesto el Presidente, tan encabronado está, que se ven en la penosa necesidad de exhibir sus complejos de Tlatoani conquistado, para tratar de enderezar el barco, ahora podemos entender los motivos que tuvo para designar a Quirino Ordaz como Embajador de México en España, todo se trata de retribución por tantos años de humillación de saqueo, porque como versa el dicho popular “ladrón que roba a ladrón, tiene una Embajada y mi perdón”.
El caso es que él Presidente se ha visto forzado a poner en la mesa temas con los que literalmente se hace bien pendejo para no tener que dar explicaciones por la ola de violencia en Zacatecas o para no tener que responder o explicar a los maestros de aquel estado –por ejemplo- los motivos por los que no les han pagado su salario, y todo porque David Monreal –empeñado en hacerlo enojar- mandó a los maestros de Zacatecas a que le pidieran al Presidente que los atienda, y luego nos preguntamos ¿por qué se enoja el Presidente? Sin embargo, todo es muy claro, cuando eres inepto, acomplejado e iracundo, no puedes resolver todos los problemas que otros pendejos provocan, pero si puedes hacerte el encabronado y ya de pasadita hacerte bien pendejo.