#InPerfecciones
La historia de uno de los personajes de la mitología griega con un poco de todo.
Georgina Valez / @gini_friski
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Empezando, Tiresias fue uno de los videntes griegos más famosos gracias a que conservó sus poderes de clarividencia aún en el inframundo y vivió por siete generaciones, aunque la verdad no fue de las partes de la historia que más llamaron mi atención, si no el hecho de que Tiresias fue de ambos sexos en ciertos momentos de su vida, incluso algunos de los artistas que lo representan lo hacen como mujer, mientras que otros como hombre.
Existen dos castigos principales que rodean a este personaje, el primero ocurrió cuando vio a dos serpientes apareándose y mató a una de ellas de una pedrada sin razón aparente, Hera lo convirtió en mujer y en su sacerdotisa durante siete años, en los que Tiresias, en su forma femenina, se casó y tuvo hijos. Volvió a su forma masculina cuando se encontró nuevamente con un par de serpientes y decidió dejarlas en paz. El segundo castigo le llegó cuando vio a la diosa Atenea dándose un baño en el lago y no pudo ser capaz de apartar la vista de su belleza, la diosa lo castigó dejándolo ciego y solo accedió a retirarle el castigo tras las súplicas que recibía de la madre de Tiresias, lamentablemente, no logró hacerlo y tras de esto le otorgó el don de la profecía. Hay una historia alternativa sobre este segundo castigo, cuenta que la ceguera se la lanzó otra vez Hera después de que ella se encontraba discutiendo con Zeus sobre quién disfrutaba más el sexo, si los hombres o las mujeres, lo consultaron con Tiresias porque él había sido de ambos sexos y respondió con firmeza que las mujeres, por lo que Hera, quien afirmaba lo contrario, se enojó con él tanto como para dejarlo ciego y fue Zeus quien le regaló entonces, su clarividencia.
En fin, hay una serie de historias que rodean a este profeta, pero no negaré que lo que llama mi atención es la parte transexual del mito, que Tiresias era de profecías breves pero consistentes y que es relacionado simbólicamente con las serpientes, ya que fueron estas las que cambiaron su destino.