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“El feminismo de cuarta ola que vivimos actualmente le da en la madre, el padre o como lo quieran llamar a las mujeres”
Ricardo Sandoval / @LuisRSandoval5
luizandcar18@gmail.com
Tras dos meses de inactividad en mis columnas, he decidido regresar de mi (breve) retiro espiritual y zafarme, por fin, de mi bloqueo mental. Muchas cosas han pasado en estos dos meses, noticias que han impactado al mundo, cosas que quedaron en el tintero y tuve muchas oportunidades para hablar de ellas. Solo que no estoy aquí para aburrirlos con temas triviales que un adulto responsable e independiente suele hacer día con día para sobrevivir en este caótico mundo.
Varios de los temas a tratar en estos dos meses de inactividad han tenido que ver con el feminismo radical, tema del que he hablado en reiteradas ocasiones, en la manera que se busca dividir a la sociedad, radicalizar los pensamientos y unificarlos, como si de una dictadura fuese. Muchos argumentos a favor y otros en contra sobre los temas, polémicos o no, que se han discutido a lo largo de los dos años que llevo escribiendo para este espacio.
La cuarta ola del fakeminismo, que antes buscaba la igualdad entre hombres y mujeres, es lo que causa que se tergiversen las situaciones. Quejas en Twitter, en TikTok, en Facebook, en menor medida, videos de YouTube, analizando a las mujeres, principalmente, que hablan, de manera muy molesta, sobre el porqué los hombres nos alejamos de ellas.
Hay situaciones que son provocadas por el hombre (como género) y otras tantas por las mujeres. Ellas, las que suben sus videos a las redes sociales, quejándose de que ya no hay hombres como antes, ya no existen los caballeros, que ya preferimos estar en paz con nosotros mismos, que somos “menos hombres” por no tomar la iniciativa de pagarles sus “lujos”, para que al final, ellas, las mujeres de los videos, se vayan al siguiente en su lista.
Uno de los motivos del porqué los hombres se están alejando de las mujeres, tiene que ver con el feminismo radical que ha inundado al mundo en la actualidad. Como he dicho en otros textos, lo que estas extremistas, que son pocas, pero muy ruidosas, consideran a todos y a cada uno de los hombres como lo peor de este mundo, que debemos estar presos por nuestro pecado capital de nacer con este género sexual.
Los extremos son malos, seguir a alguien a ciegas para sentirte identificado con ese grupo y que te metan ideas de falsa propaganda para que te conviertas en carne de cañón de un pequeño conjunto que busca, no la igualdad en todos los sentidos, sino la ganancia económica, la superioridad de un conflicto que no lleva a nada a la humanidad.
Debido a que se considera a Simone de Beauvoir como la madre del feminismo, sus ideas de hace casi un siglo de existencia se consideran como la biblia de las luchas de las féminas que se pintan el pelo de colores, usan pañoletas moradas o verdes, salen a manifestarse cada 8 de marzo a atacar a hombres y principalmente a mujeres en su lucha contra el hetero patriarcado opresor.
En su libro <<El segundo sexo>> publicado en 1949, de Beauvoir habla sobre la condición de la mujer occidental desde el punto de vista existencial y feminista, aboga por una liberación que, para aquella época, se buscaba y se lograría años después. La autora, a su vez, consideraba que las mujeres eran subordinadas de los hombres y que debían de romper las cadenas de la opresión.
Mujeres históricas que han luchado contra la opresión, contra el mundo ha habido y muchas. Marie Curie (1867-1934), Rosa Parks (1913-2005), Ada Lovelace (1815-1852), Juana de Arco (1412-1431), entre muchísimas más. Las mujeres anónimas que sacaron adelante a países durante las guerras mundiales, mientras los hombres malos luchaban contra otros hombres malos para que sus familias tuvieran paz y tranquilidad.
Hace tiempo que leí el libro de Simone de Beauvoir, y si mi memoria no me falla, no recuerdo que en ninguna parte dijera algo sobre someter a los hombres, castigarlos, humillarlos por el hecho de ser hombres. Se buscaba una igualdad, ante la ley, ante la sociedad, pero, sobre todo, ante las mismas mujeres. Que no les cerraran las puertas a oportunidades labores, que no hubiera brechas de ningún tipo entre hombres y mujeres. Empoderamiento femenino.
A diferencia de la actualidad, donde el empoderamiento femenino ya no es lo mismo que hace más de setenta años de publicado el libro de Simone de Beauvoir. No se busca una igualdad sino una superioridad de las mujeres feministas radicales contra todos los hombres.
Así pues, con el auge de las redes sociales y los lives de Instagram, ya creen que eso es empoderamiento femenino, ir humillando (y de paso, humillándose a ellas mismas). Se suben a un ladrillo y se creen únicas y especiales y que decir si llegan a estar casadas. Se vuelven virales y abandonan todo por irse con la ilusión de que ya son famosas, con la vida resuelta, que ningún hombre las merece. Cuando eso pasa, muchas chicas, con la percepción de la realidad alterada, le dan ánimos.
De ahí que las fakeministas de cuarta… ola digan con orgullo que los hombres son mediocres y cuando las mujeres tienen éxito, aunque sea momentáneo, “la quieren apagar”. Pero desdeñan a otras mujeres cuando realmente tienen éxito, tildándola de “debió de acostarse con alguien para tener lo que tiene”.
En vista de lo anteriormente expuesto, considero que el feminismo de cuarta ola que vivimos actualmente le da en la madre, el padre o como lo quieran llamar a las mujeres. En su búsqueda de la igualdad, hay superioridad, en su lucha contra el patriarcado, se volvió un matriarcado.
No se valora el esfuerzo de alguien para salir adelante. Ahora, si tienes una cámara e internet a la mano, puedes lloriquear que no te dan cierto trabajo o que el chico que a ti te gusta no te hace caso, que tienes a muchos hombres orbitándote, que te pagan cenas carísimas, que te crees inalcanzable. Solo por el hecho de ser mujer, de ser gay, negro, trans, que apoyas el movimiento 3.1416 pi+, se te debe de dar trato especial y si eres hombre, no vales nada, no te mereces nada de lo que tienes y te desean la muerte. A esto ultimo incluyan a las mujeres que no opinan como las feministas de cuarta.
Me recuerda a un caso donde un chico hizo masaje cardiovascular a una mujer que sufrió un infarto. Ella, en lugar de agradecerle como indicaría la lógica, le metió una demanda por “tocarla sin su consentimiento” y terminó ganando dicha demanda. Con la ley “Solo sí es sí” que existe en España y otras partes del mundo, limita a profesiones como son los doctores, enfermeros, paramédicos, ya que si, pasa algo en la calle, donde haya una urgencia médica real, ya no te puedan siquiera atender porque “no diste tu consentimiento”.
Pero mientras organizaciones como la ONU, respalden temas de censura a animes, mangas japoneses, con el pretexto de que no hay “igualdad femenina”, porque la “denigran” y la estereotipan, mostrando un desconocimiento a temas que se llegan a tocar en dichos nichos, es la misma organización la que simplemente se hace de la vista gorda a temas que sí son de importancia, como lo que ocurre en África con todos los golpes de estado, las guerras en diferentes regiones del mundo, levantar sanciones a Cuba que existen desde los años 60 y simplemente se quedan con un “que no vuelva a ocurrir”, prefiero seguir con mi autobloqueo.