Sexualidad

El cuerpo sin orillas

#Sexualidad
Hoy te comparto un texto muy personal e íntimo, por eso dude en compartirlo. Luego recordé que cuando pones afuera una historia, ya no te pertenece, ya no se trata de ti, sino de todos aquellos ojos que se reflejan en ese espejo y encuentran paz cuando reconocen que su historia es la historia de muchas.

 

 

Dulce Merlos / @la_dulce_vita.mx  @matrioska_libro
dulmerlos@gmail.com

Me pregunto si odio mi cuerpo, la verdad es que no, al menos no todo. Hay partes de mi que me gustan porque me recuerdan que todavía soy bella. Si a lo mejor suena vanidoso, pero me ha costado muchas lágrimas, terapia y tiempo poder siquiera decírmelo. Por supuesto también hay partes que no odio, pero que aborrezco, no sé si es lo mismo aunque para efectos es casi igual.

Hace tiempo empecé a escuchar el termino dismorfia corporal, tampoco se bien de que va, creo que es algo así como que tú te ves peor en el espejo de lo que estas, es decir, una percepción torcida de tu cuerpo. Pienso que tengo ese mal, porque hace meses que la figura que miro en el espejo no corresponde a la que veo en mi mente, no reconozco en ese reflejo gordo que me mira con asombro, como si fuéramos dos mujeres distintas.

No me gustan que alguien más me tome fotos, sólo me gustan las que me tomo yo, porque si ese alguien no es muy habilidoso y las toma desde ángulos no favorecedores, termino saliendo como Peggy la puerquita de los muppets babies. Sé perfecto que no debería pensar eso de mí, pero no vine aquí a decir mentiras, necesito entender que pasa en mi mente y últimamente he jugado con la idea de empezar a aceptar que soy una mujer de 40 años de talla grande, todo en mi es grande, pero no sólo mi cuerpo, también mis acciones y mi corazón, eso no esta tan mal. 

El problema viene siendo, que en mi mente yo veo un cuerpo que ya no existe, a veces logró verlo en el espejo pero las fotos los arruinan todo, siento que me veo gigante, y la cosa es que además de todo soy más alta que el promedio y siempre tuve amigas flaquitas y chiquitas. Me acuerdo, hace años,  de una foto que me tomaron un fin de semana donde yo posaba junto a la novia de un amigo, ella era tan chiquita y flaquita que al ponerme junto a ella mi cabeza parecía cabeza olmeca, enorme por donde me vieras, jamás me atreví a enviársela a nadie, creo que la borré.

La historia de las fotos no termina ni empieza ahí, en realidad comienza con la foto de mi familia en traje de baño cuando yo tenía alrededor de 8 o 9 años. En esa foto estoy posando con mi traje de baño favorito de ese entonces, un enterizo color aqua que tenia un moño blanco corrugado a la altura del ombligo, el moño era mi parte favorita y estoy recargada a un costado de mi papá, mal parada y sacando la panza con los brazos cruzados, no recuerdo si sonrió o no, lo que si recuerdo es que a lo largo de mis años siento que esa fue mi primera foto de gorda, odio como veo en mi traje de baño favorito, odio que nadie me hubiera dicho enderézate, igual y ahí cambiaba la cosa, pero no, nadie a menos que sea un fotógrafo profesional te enseña a posar, porque con los años descubrí que eso también contaba.

En fin, que la cosa con el espejo tampoco esta bien a pesar del enorme esfuerzo que he hecho por mejorar mis hábitos y mi alimentación, y no no creas que fue por gusto, me diagnosticaron con una condición médica que me orillo a eso, la verdad si me siento mucho mejor, pero aún así hay partes de mi que no puedo mirar al espejo, como mi vientre. Me cuesta mucho verme de perfil o incluso de frente si le agregamos el conjunto de estrías que me quedaron después del embarazo, gracias a Dios debajo del ombligo.El perfil es lo más difícil, aquí si te puedo decir que odio esa panza, no puedo mirarla si no es sumiéndola, jalándola, tapándola aunque sea un poco con tal de que se reduzca, simplemente no puedo y muchas veces evito mirarla, de vez en cuando me atrevo a ojearla un poquito aunque para ser honesta conmigo sigo pensando como puedo deshacerme de ella sin pasar por el quirófano.

Siguiendo con el tema de las fotos, en las ultimas que me tomaron en el cumple de una amiga, me veo fatal, en serio. Ahora entiendo a quienes se paran atrás, me veo ancha y con el brazo gigante, una obsesión nueva que estoy sumando a mi lista, pero la verdad Diosito, es que quisiera ser feliz con mi cuerpo, quisiera que no me importarán tanto mis defectos y aferrarme a las cosas que si me gustan de mi, quitarme de encima el peso por lucir de cierta manera, así como me quito las pulseras que me estorban cuando me siento a escribir.

El cuerpo sin orillas, el cuerpo difuminado, el que no tiene bordes precisos,comienzo ni final, que se reinventa a si mismo, el cuerpo sin edad ¿por qué cuál es la edad real de un cuerpo que ha amado, que ha parido,que ha abrazado, que ha vivido y ha sentido a pesar de su tamaño, color o forma? Quisiera que mi cuerpo no tuviera orillas así sería una obra de arte, que en vez de defectos a componer tendría colores, pinceladas y marcas que lo harían único. Caos que en conjunto, es bello y digno de ser expuesto.

Duls

#InPerfecto