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En su primera temporada como entrenador en jefe, Brian Daboll le dio un giro completo a una de las peores franquicias de la NFL.
Andrei Valenzuela León / @andrei_avl
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El trabajo que Brian Daboll ha presentado en su primer año como entrenador en jefe de los New York Giants puede tomarse como un manual de lo que debe hacerse al asumir las riendas de una franquicia de NFL.
Bajo su mando, los Giants no solo clasificaron a postemporada por primera vez desde 2016, lo que ya era un rotundo éxito, sino que consiguieron su primera victoria en playoffs desde el Super Bowl que ganaron en 2011.
Por si fuera poco, el trabajo del nuevo Head Coach se presenta con un roster que se encuentra lejos de los más talentosos en la liga; con un mariscal de campo en Daniel Jones que, hasta antes de su llegada, poco podía presumir en su carrera, y con una defensiva que año con año era de lo peor de la liga.
De esta manera, Daboll tiene todos los argumentos para ser reconocido como el entrenador del año el próximo mes de febrero, pues tomó un equipo que había ganado apenas cuatro juegos y lo convirtió en un conjunto altamente competitivo y en un rival incómodo para cualquiera.
Así, la historia que une a Brian Daboll y a los New York Giants ha iniciado con el pie derecho, superando cualquier expectativa y sentando las bases de un equipo que, con vistas al futuro, tiene todo lo necesario para regresar a las primeras planas como una franquicia relevante.
Fotografía: Wesley Hitt / Getty Images