#InPerfecciones
“La mayor motivación de un soñador no es cumplir sus sueños, sino mantener el anhelo de poder soñar muchas veces más.”
Pablo Ricardo Rivera Tejeda / @PabloRiveraRT
pricardo.rivera@gmail.com
Bien se dice que todo lo que empieza debe terminar, en este caso, el fin del año se acerca y otro nuevo está por comenzar.
Es común que con el inicio de un nuevo ciclo haya nuevas metas y nuevos propósitos aparezcan en nuestra lista de pendientes. Este es el caso del año que viene, sin duda, una nueva oportunidad para lograr una infinidad de objetivos y resarcir los daños que por alguna u otra razón podremos haber causado.
Creo que no me gustaría agregar nada adicional a lo que mencioné en mi columna pasada, la cual te invitó que leas en caso de no haberlo hecho. Sin embargo, sí considero prudente darte unos consejos para este nuevo año, pero sobre todo, para el cierre del 2022.
Primero, creo que es fundamental ser agradecidos con la vida por todo aquello que nos ha regalado. Bien es posible que en el transcurso de esta vuelta de la Tierra al Sol hayan pasado cosas que tal vez no sean del todo agradables, como la pérdida de un trabajo, la muerte de un ser querido, algún problema con las personas con las que te relacionas, o cualquier otro suceso, sin embargo, es común que no nos demos cuenta de todo aquello que sí tenemos, salud, amor, comida, entre otras muchas cosas. Por eso, es bueno que te des cuenta de todo bueno que tienes, pero además que lo uses para ayudar a los que menos tienen, siendo que de este modo, no habrá mejor obsequio que la entrega generosa de aquello que nos sobra.
Como segundo punto, creo que es muy importante ser sinceros con nosotros mismos y reconocer nuestra imperfección. Es innegable que día con día cometemos una inmensidad de errores, algunos más graves que otros, empero, eso no representa ningun problema, ya que al fin y al cabo somos perfectibles más no perfectos. Es así que reconocer aquello en lo que nos hemos equivocado toma un papel fundamental para la construcción de un estado de tranquilidad y serenidad interna. Por eso, busca que este año que termina sea la oportunidad perfecta para reconciliarte con aquellos que amas, o bien, de arreglar aquello que dañaste para que después venga el sol tras la tormenta.
Finalmente, sea realista con aquello que viene. El futuro es incierto, pero el presente no lo es. En este caso, si buscas establecer metas para el año que viene, hazlas siendo lo más realista posible, sabiendo que es mejor un trabajo pequeño bien hecho que algo inalcanzable de tan siquiera pensarse. Sin embargo, esto no significa que seas mediocre, sino que en caso de fallar no te rindas, porque siempre habrá una segunda y mejor oportunidad. Alguna vez escuché que la mayor motivación de un soñador no es cumplir sus sueños, sino mantener el anhelo de poder soñar muchas veces más.
También te dejo una reflexión que se me hizo bella y que te quiero compartir:
“Nos pasamos el 1 de enero recorriendo nuestras vidas, habitación por habitación, elaborando una lista de cosas por hacer, de grietas por remendar. Tal vez este año, para equilibrar la lista, deberíamos recorrer las habitaciones de nuestras vidas… no en busca de defectos sino de potencial” (Ellen Goodman).
Así, querido lector, te deseo lo mejor para este 2023. Espero de corazón que la salud, el amor, la paz y la concordia sean lo que guíe el camino que estamos por emprender, y que si te tropiezas, te puedas dar cuenta de que la meta no es no caer, sino aceptar la caída para hacer de ella algo mejor.
¡Te mando un fuerte abrazo!
Felicidades.