Editorial

DIPLOMACIA.

#InPerfecciones
“El atrevimiento de señalar que la respuesta del Presidente al Parlamento Europeo representa y abandera a la dignidad nacional es propia de miopes crónicos”

 

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Que bonito es eso de la “diplomacia”, nada como los protocolos “políticamente correctos”, los apretones de manos, los abrazos –cuando se puede, claro está-, las sonrisas cordiales y por supuesto, el arte de expresarse correctamente a través de la palabra escrita y hablada, por aquello de no alimentar la discordia entre las partes que intercambian relaciones diplomáticas, es más, para que no quepa duda de la importancia que revisten las buenas relaciones entre los países, es que existen las Secretarías de Relaciones Exteriores que se encargan de revisar acuciosamente el ceremonial que debe observar el comportamiento diplomático.

 

Desde luego que ser diplomático no debe interpretarse como símbolo de vulnerabilidad; al contrario, la diplomacia requiere de cierto nivel de inteligencia y virtud en materia de oratoria y habilidad para negociar, además de lo que académicamente en materia de conocimiento en Relaciones Internacionales o Derecho Internacional se posea para hacer frente a cualquier situación que se presente por muy afanosa o comprometida que esta sea, es decir, en liso y llano español, la política exterior de un país no puede estar en manos de ni de un improvisado y mucho menos de un estulto arrogante.

 

Expresarse con claridad y apegado a la verdad o la realidad representa para el imaginario colectivo una particularidad muy apreciada, pero esto, solo es teoría, generalmente una verdad dicha de frente y sin atavismos genera malestar y agobio para quién la recibe, sobre todo si ésta se exhibe en un ámbito internacional, en automático se  considera una afrenta a la honorabilidad y capacidad de un político, que sintiéndose aludido buscará el modo de disminuir la tesitura de semejante exhibición y desde luego el deterioro de su imagen pública, es por eso que la inteligencia y comprensión del contexto en el que se presenta una coyuntura resulta preponderante para dejar de manifiesto la sagacidad para sortear un momento incómodo.

 

Por otro lado dicho agravio, aunque le asista la verdad, suele tomarse de manera errónea como un insulto en contra de todos los ciudadanos que aparentemente están representados por un político o su régimen; al ser criticado o cuestionado en la arena internacional, ese perplejo sentimiento de nacionalismo extremo hace a los fanáticos sentirse aludidos y vilipendiados, exacerbando su irracional sentido de lealtad a un personaje o a su ideología, siendo que en materia de política exterior, las determinaciones en ningún momento le son consultadas a ningún ciudadano, es decir, los yerros, disparates, aberraciones o desaguisados con otro país o representación internacional, son única y exclusivamente responsabilidad de la administración en funciones, de modo que, el político, Presidente o Secretario de Relaciones Exteriores que pretenda defender un error manipulando un exaltado sentimiento de nacionalismo donde la población civil deba cerrar filas alrededor de un político, Presidente o secretario señalando que si lo ofenden a él o a su régimen ofenden a todos, no es más que una maniobra falaz para lavarse la cara ante un cuestionamiento que o los dejó en ridículo o expuso su falta de capacidad en materia de gobernanza al grado de llamar la atención de algún organismo internacional.

 

El comunicado emitido por la Oficina de la Presidencia de la República de México, del pasado jueves 10 de marzo, en contestación a las recomendaciones hechas por los Diputados del Parlamento Europeo en materia de protección al periodismo en México, así como el respeto a la libertad de expresión y la preocupación por la violencia que actualmente se vive en México, tiene la virtud de mostrar el nivel de enfado que provocó en el Presidente López Obrador la manifestación de una verdad que desnudó la ficción de un discurso que ha minimizado la dureza de la violencia que experimenta cada estrato de la población en México; si bien el Parlamento Europeo se concentra en la violencia hacia los periodistas al lanzar una crítica muy puntillosa, sin duda acertó en el nervio emocional del Presidente, qué, de manera iracunda se lanzó con el ímpetu irracional que le caracteriza, cometiendo un grave error; hacía unas horas que el Parlamento europeo le criticó por la persecución discursiva hacia el periodismo crítico y la respuesta fue, con creces una demostración de la censura y estigmatización que esgrime el Presidente todos los días desde la palestra mañanera, es decir, a la pataleta de López Obrador metafóricamente le viene muy bien aquella consigna que habla sobre las consecuencias que tendrá que padecer el arrogante que escupe al cielo.

 

La glosa de la respuesta al Parlamento Europeo se manifiesta en términos tan profundamente coloquiales que consiguió que propios y extraños creyeran que se trataba de una broma o una “fake news”, revelando que hasta los camaradas del Presidente cayeron en la trampa de la bipolaridad del Presidente para después salir a respaldar una postura que terminó ridiculizando el desempeño de una transformación que a la que le gusta barnizar la realidad, una transformación que no es capaz de admitir su falta de congruencia; el “hiperpresidencialismo” que profesan los transformadores se encuentra en una espiral autodestructiva donde el peor enemigo de un transformador es otro transformador; así  pues, Diputados, Senadores, Secretarios, Gobernadores y lame botas tuvieron que alinearse y someter su frágil amor propio para respaldar el arrebato de un acomplejado profundamente atormentado por su efímera popularidad.

 

El atrevimiento de señalar que la respuesta del Presidente al Parlamento Europeo representa y abandera a la dignidad nacional es propia de miopes crónicos, que representan a cabalidad aquello de ser candil de la calle y oscuridad de la casa; No, el tema central no es la crítica del Parlamento Europeo a la política de seguridad en México, el tema central es la desestructura discursiva que le significa al Presidente verse exhibido junto a todo su equipo de trabajo y seguidores.

 

Al Presidente más humanista de toda la historia le indigna más una crítica, que la persecución y muerte de los periodistas, le indigna más una crítica que los desplazados por la escalada de violencia en el país, le indigna más una crítica que la muerte de 10 o más mujeres al día, le indigna más una crítica que la falta de medicamentos y la muerte de pacientes que han tenido que soportar la indolencia de un régimen que los ha tachado de golpistas, y así, con todo y la bravuconería que le caracteriza, un periodista más ha sido asesinado a tiros mientras resuena la insensatez de ladrar que de los 5,000 muertos que se registran hasta el momento en 2022 solo 5 son periodistas, así de indolente y pequeño es López Obrador. 

 

La verdad no peca pero incomoda y la evidencia no pude ocultarse con discursos,  rabietas, descalificación y persecución mediática, desafortunadamente, la construcción del discurso de Gobierno enarbolado por la perorata del Presidente se encuentra atestada de mentiras y demagogia. 

 

No señor Presidente, el Parlamento Europeo no ofendió a México, ni tuvo o tendrá injerencia en la política de Gobierno, el ofendido fue usted que piensa que todo gira a su alrededor, el ofendido fue usted que vio mancillada su imagen de cara a la farsa de una encuesta que solo servirá para inflarle en ego, el ofendido es usted que fue desenmascarado como el incompetente hipócrita que siempre ha sido; trasladar lo que consideró una afrenta a su persona al terreno de lo nacional solo ha dejado claro que su maniática egolatría lo hace parecer todo, menos Presidente y mucho menos el representante de un País que se encuentra en estado de shock por todo lo que su administración ha permitido en materia de inseguridad; tapar el sol con un dedo es propio de su comportamiento, un comportamiento irresponsable e indolente, un comportamiento que premia la sumisión, la corrupción y la mentira, su respuesta al Parlamento Europeo ha dejado de manifiesto la entraña compulsiva y revanchista con la que pretende Gobernar un país al que prefiere ver en llamas antes que reconocer que nunca le interesó Gobernar sino ser venerado. 

 

#InPerfecto