#Arquitectura
“Me deben no un premio Pritzker, pero sí una ceremonia, no de rectificación, pero sí de inclusión.” (Denise Scott Brown)
Carlos Rosas C / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx
Marzo de 2022; las mujeres imaginan, planean, crean, ajustan y se apropian del diseño, su obra posee una sensibilidad que ha ganado terreno frente a la cerrazón de los necios que menosprecian su capacidad, sin embargo, desde las sombras y con férrea resistencia han dejado muy claro que en materia de diseño arquitectónico y generación de teoría no tienen nada que envidiar al género que tantas veces las ha intentado opacar.
Denise Scott Brown, es uno de tantos ejemplos de congruencia y dignidad en el campo de la Arquitectura que inspira y demuestra que el quehacer arquitectónico femenino se expresa de manera contundente.
Durante este mes de marzo estaremos presentando arquitectas que han resistido y no se han doblegado a ninguna circunstancia adversa; conozcamos al “ícono postmoderno”, arquitecta, urbanista, académica y teórica a la que negaron el Pritzker, Denise Scott Brown.
DENISE SCOTT BROWN
LA IMPORTANCIA DE LO ORDINARIO
Dirigió el plan maestro de la Universidad de Pennsylvania y de la Universidad de Michigan y los estudios previos al planeamiento de las facultades Bryn Mawr y Williams en Dartmouth, el Instituto Radcliffe de estudios avanzados en la Universidad de Harvard y las Universidades de Kentucky, Brown y de Tsinghua (Beijing).
Desarrolló anteproyectos y diseños conceptuales para proyectos de arquitectura que surgieron a partir de estos estudios, en Dartmouth (Biblioteca Baker – Berry), Penn (Perelman Quadrangle), Kentucky (Edificio de Investigación de Ciencias Biomédicas y Biológicas) y Michigan (Instituto de Ciencias de la vida, edificio de Grado y Palmer Commons). Luego continuó en los equipos de diseño para estos y otros proyectos importantes de arquitectura, incluyendo el Ala Sainsbury de British National Gallery, Mielparque resort en Parque Nacional de Kirifuri, Japón y el Département de la Haute-Garonne provincial Capitolio de Toulouse, France.
Ha recibido los premios Design Mind Award (2007), la National Medal of Arts -United States Presidential Award (1992), el Athena Award del Congreso he New
Urbanism (2007)
Denise Lakofski, nació en Nkana, Zambia el 3 de octubre de 1931; procedente de una familia judía de Letonia que emigra en el siglo XIX. Inicia sus estudios en la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo, en 1948; pero en 1952 decide continuarlos en la Architectural Association School of Architecture, en Londres, tras vivir una adolescencia multicultural. Se gradúa allí en 1955, año que coincide con el de su boda con el también arquitecto Robert Scott Brown, con quien inicia su viaje europeo de tres años, justo antes de instalarse definitivamente en 1958 en Filadelfia Estados Unidos para estudiar en el Departamento de Planificación de la Universidad de Pensilvania. En 1959, con 28 años, Robert Scott muere en un accidente automovilístico.
Completó sus estudios en Planificación Urbana en 1960 y empezó a trabajar en la facultad donde conoció al joven arquitecto Robert Venturi también profesor de la facultad cuando Denise intervino en contra de la demolición de la biblioteca de la universidad diseñada por el arquitecto de Filadelfia Frank Furness.
Scott y Venturi iniciaron una colaboración y compartieron clases de 1962 a 1964. En 1965 dejó la Universidad de Pensilvania. Fue nombrada codirectora del Programa de Diseño Urbano de la Universidad de California. En esos años se interesó en las ciudades de Los Ángeles y Las Vegas. En 1966 invitó a Venturi a visitar Las Vegas con ella. Se casaron en Santa Mónica California el 23 de julio de 1967. Denise Scott Brown no adoptó el nombre Venturi y decidió mantener su nombre de casada para no perder el trabajo que había publicado durante años con el apellido de su primer marido.
Esta gran arquitecta y urbanista, cuya brillante carrera incluye tanto el desarrollo teórico, como la práctica profesional y académica, ha sido además una incisiva activista. Cualidad que le ha valido múltiples calificativos entre los que se cuentan el de “icono postmoderno” y también el de “primera mujer arquitecta feminista”. Postmoderna, experta en planificación urbana y docente en universidades como Berkeley, Yale y Harvard, escribió en 1972 en colaboración con Robert Venturi y Steven Izenour Aprendiendo de Las Vegas: el simbolismo olvidado de la forma arquitectónica, uno de los libros más influyentes en arquitectura en la segunda mitad del siglo XX. Está considerada como la arquitecta más famosa de la segunda mitad del siglo XX.
La noción de territorio en Scott Brown es una elaboración mental sobre la cultura de choque realizada por ella a través de dos fenómenos tempranos y paralelos que roban por completo su interés. Por un lado, está el origen judío de su familia que abandona por fuerza Europa del Este para ocupar posteriormente el África salvaje. Hay que tener en cuenta que sus abuelos iniciaron su nueva vida en chozas de barro; cazaron, cocinaron con fuego al aire libre y dominaron el Ndebele del Sur.
Por otro, está el efecto inverso e impuro basado en la influencia de los blancos sobre las culturas folk que tanto le influyó. En particular de los migrantes rurales en las afueras mineras de Johannesburgo que se inspiraban en las costumbres y patrones extranjeros, pues adaptaban desechos y objetos encontrados para fabricar juguetes, herramientas o piezas de decoración para sus casas. Ambos sucesos están basados en el intercambio e interpretación constante de significados.
Para explicar este asunto sobre “lo semántico”, resulta ilustrativo exponer un recuerdo de infancia de Denise, que define con cercanía la noción de descontextualización, pues este desenmascara términos aprendidos, asumidos y heredados de la cultura dominante europea que de alguna manera hemos convenido como genéricos. Se trata de una fotografía de su abuela cocinando a cielo abierto, abriendo fuego en una gran olla de hierro de tres patas -utensilio típico muy utilizado por los afrikáners de todo el país-. Tenía escrito en su trasera Mother in the “kitchen”.
Así nace el interés de Scott Brown por la fricción, el solape y la mezcla: habitando un país heterogéneo donde el contraste evidenciaba la convergencia entre la divergencia, lo similar entre lo diferente, lo común entre lo diverso. Estas condiciones amplificaron su mirada sobre “lo cotidiano” para “deslocalizarlo” y situarlo en una escala más amplia y compleja. El significado de las cosas oscila según la cultura y se introduce un factor extra: la observación desprejuiciada. Ya no se trata de ver objetos, sino conciliaciones: una cosa tiene trozos de una o de otra y el significado de varias; lo que conduce a hacer un esfuerzo por imaginar.
Es importante resaltar que esta manera de mirar “deslocalizada” se radicaliza en Scott Brown cuando los expatriados ingleses quieren reproducir en África la idea del Surrey británico. Ella contempla con indignación los juicios prematuros que hacen sobre el paisaje, las costumbres y la belleza del veld, que consideraban feo.
En una entrevista concedida a Paula Marantz Cohen para de The Drexel InterView, Denise comenta: “El paisaje que veía a mi alrededor, en África, era hermoso a pesar de que la cultura dominante era inglesa. Pero para ellos, la belleza solo se concebía sobre el silencio de las green hills de Surrey, no sobre el Veld sudafricano. Así que me pregunté: ¿Qué hay de malo en ellos? ¡Si son fantásticos! Así que tengo que decirlo, Paula: tuve una visión africana sobre Las Vegas. Y es que, en definitiva, Las Vegas no es más que un desierto que reproduce sobre este la idea de muchas ciudades europeas al servicio del ocio. Es un territorio al que se le superponen culturas y paisajes heterogéneos estructurados físicamente por la línea recta del highway”.
Esta experiencia conduce a Scott Brown a proponer revisar las consideraciones sobre lo feo, pues ella sabe que tanto el veld como el kraal del África rural son objetivamente hermosos. Así surge la voluntad que posteriormente consolidará Learning: “Aprender del paisaje existente es la manera de ser un arquitecto revolucionario. Y no de un modo obvio, como ese arrasar París para empezar de nuevo que proponía Le Corbusier en los años veinte, sino de un modo distinto, más tolerante: poniendo en cuestión nuestra manera de mirar a las cosas”.
A partir de Learning, aprender del paisaje existente fue un método que reacomodó por completo las piezas dentro de un nuevo tablero de juego que otorga presunción de inocencia y estatus a lo cotidiano, lo ignorado y lo denigrado.
Analizando las experiencias de su biografía, podemos constatar que la transferencia de conocimientos y actitudes por proximidad afectiva influyeron en su formación con muchísima fuerza. Scott Brown lo ha dejado claro: “el fervor del futuro Learning from Las Vegas corre a cargo de la atmósfera familiar”. Denise experimentó una carga de sobreinformación erudita a una edad muy temprana y por parte de grandes referentes; situación que valida y recupera la idea de la importancia del maestro por encima de los propios métodos.
Su madre, Phyllis Lakofski, también arquitecta, terminó la carrera a finales de la década de los veinte y compartió amistad con jóvenes arquitectos rebeldes modernistas discípulos de Le Corbusier. Entre ellos Norman Hanson, quien diseñó la casa familiar en Johannesburgo, en 1936. Una casa que se negaron a bautizar de Estilo Internacional, pues lo que ellos consideraban que hacían no participaba de ningún estilo; era modernismo temprano o, simplemente, modernismo.
Con tan solo dos años, Scott Brown estaba ya familiarizada con los planos de arquitectura hechos en copias blueprint que rondaban por su casa, y a los cinco, con la filosofía del modernismo aprendido de su madre. Las dos hicieron muchos dibujos in situ. “Mi lealtad al modernismo temprano se inicia con ella, al igual que mi ’cabeza giratoria’, mi postura hacia la observación y el aprender”, señala Scott Brown. El mantra inculcado en la infancia por su madre fue el “to look around”, siempre con un lápiz en la mano, y posteriormente, con una cámara de fotos bajo el brazo.
El aterrizaje de Scott Brown en territorio británico significa una pausa y un punto de inflexión que condensa un largo periplo como observadora de un mundo cambiante al que ha asistido como pasajera del destino familiar. Denise experimenta diversas culturas que casualmente afrontaban una vívida crisis histórica.
Corren los años cincuenta. Londres vive el movimiento social de la posguerra llamado Back in Anger Generation, nombre derivado literalmente de la obra de teatro Look Back in Anger, de John Osborne. Este, junto con otros escritores de su generación, usó la dureza y el realismo, en contraste con lo que anteriormente era visto como producción escapista. Era un momento radical, las disciplinas creativas y humanistas respiraban una nueva postura hacia el cambio. Se proponía un pensamiento innovador que ofrecía nuevas ideas en lo social para la reconstrucción de Londres, sobre todo en vivienda.
Durante este periodo de transición surgen severas críticas que cuestionan el papel de quién debe hacer qué y cómo se deben hacer las cosas. El debate sobre asuntos urbanos -que empezaban a manifestarse como mal resueltos- instala en los arquitectos su nuevo gen de urbanistas en pro de lo común, y así, por fin, practicar una nueva conciencia más cercana hacia los problemas reales y cotidianos.
En el ensayo “London in the Early 50s”, incluido en el libro Having Words, Scott Brown nos cuenta cómo los sociólogos Michel Young y Peter Willmott describieron por entonces la vida del Londres del antes en el East End, y el de después, tras las consecuencias de las políticas adoptadas cuando los barrios de rentas bajas se movieron hacia la periferia tras las decisiones de planificadores urbanos. Tales decisiones evidenciaron una falta grave de entendimiento sobre la sensibilidad de lo social. Y es precisamente esa irrupción inducida, la de la renovación urbana insatisfactoria, la principal crítica que detona como un bombazo en artistas de vanguardia que, tras reunirse en Londres, forman el Independent Group como reacción inmediata a los hechos ofrecidos.
Las ideas de la Neue Sachlichkeit, retomadas por Alison y Peter Smithson, junto con otros integrantes del grupo, calan fuerte sobre una Scott Brown de tan solo veinte años de edad. La Nueva Objetividad (de raíces profundamente modernas) permitía aprender de lo impuro, del folk/pop. Porque tal y como rezaban los modernistas tempranos y los mismos brutalistas: “si se mira directamente a un problema, la solución puede ser fea, pero la fealdad pude tener la razón”.
Así, en Londres no nace el sentimiento revolucionario “scottbrowniano”, pero sí se reafirma una actitud personal que se instala en ella como una manera de estar en el mundo y de observarlo con cierta desobediencia. Y aunque el origen de dicha postura haya brotado tempranamente en África (ese disco duro que acumula todo lo aprendido), es el contexto candente liderado por los jóvenes iracundos el que provocará el amalgamamiento indisoluble entre actitud y experiencia.
Se plantean aquí dos condiciones inherentes y previas al nacimiento del futuro manifiesto editorial Learning from Las Vegas: la primera condición que tiene que ver con hecho cultural-geográfico-afectivo, que se activa cuarenta años antes de su publicación, y gracias al conocimiento adquirido por Denise Scott Brown tras la observación de varios trozos de realidad desarrollados en África. La segunda condición, que tiene que ver con un hecho personal-desobediente-contextual, que consolida una actitud de valentía y confianza, aparato y motor indispensable para llevar a cabo la transmisión de una idea en conocimiento universal.
A pesar de que la obra de Scott Brown es, según los expertos, de la misma calidad a la de Robert Venturi, que el pensamiento sobre “la importancia de lo ordinario” que marcan sus trabajos y libros son inspiración de la arquitecta y que firman sus trabajos de manera conjunta desde hacía más de 25 años. En 1991 Robert Venturi fue distinguido en solitario con el Premio Pritzker, aspecto que provocó una gran polémica. Como protesta Scott Brown se negó a acompañarle en la ceremonia de entrega del galardón que se llevó a cabo en la Cuidad de México ya que consideró que el premio debió ser compartido.
En 2013 un grupo de estudiantes de Harvard inició una petición para solicitar la concesión del Pritzker de manera retroactiva para Denise Scott. La petición fue firmada entre otros por el propio Robert Venturi a pesar de que en 1991 en su discurso de aceptación no reclamó compartir el premio aunque si mencionara que Denise realizaba más del 50 % del trabajo. A raíz de esta petición numerosos medios de comunicación como el New York Times se hicieron eco de la protesta, denunciaron la falta de presencia de mujeres en el jurado de los premios aportando el dato de que en 1991 tan solo había una mujer y 20 años después seguía habiendo sólo una mujer, Martha Thorne, directora ejecutiva de Pritzker y denunciaron la discriminación de las mujeres en la profesión de arquitectura. Tras varios meses de especulaciones tras la protesta, en junio de 2013 el comité del Premio Pritzker se reunió y decidió no reconocer retroactivamente a Scott Brown.
En 2013 Denise Scott Brown se presentó en la Cuidad de México y lo hizo para dar una charla en el Congreso Arquine Nº 14 para agradecer la edición en español de su libro Having Words (Armada de Palabras). En el Museo Tamayo, Scott Brown tomó la palabra para recordar que la familia Pritzker era amiga del gran humanista Lewis Mumford, al que ella también conoció y admiró. “Sé que al patriarca Pritzker le interesó la arquitectura a partir de las clases de Mumford. Por eso, a veces he estado tentada en ir a hablar con ellos y pedirles un gesto, una ceremonia sencilla, The Pritzker Inclusion Ceremony, un acto sin grandes dispendios para hacer justicia al trabajo que hice codo con codo con Robert Venturi y que ellos no me reconocieron. Me gustaría vivir ese momento. Me deben no un Premio Pritzker, pero sí una ceremonia, no de rectificación, pero sí de inclusión”.
Ha dictado conferencias extensivamente y publicados en revistas profesionales y la prensa arquitectónica. Sus libros incluyen Aprendiendo de Las Vegas (1972; revisada edición 1977, Robert Venturi y Steven Izenour), La vista desde el Campidoglio (1984 con Robert Venturi), Urban Concepts(1990), Architecture and Decorative Arts, Two Naifs in Japan (1991 con Robert Venturi), Architecture as Signs and Systems for a Mannerist Time (2004 con Robert Venturi), Having Words, Londres: Architectural Association, 2009.
FUENTES
UN DÍA UNA ARQUITECTA,
DENISE SCOTT BROWN, 1931
https://undiaunaarquitecta.wordpress.com/2015/06/24/denise-scott-brown-1931/
“MIRADA DISTANCIADA: CONCEPTUALIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA DE DENISE SCOTT BROWN ENTRE ÁFRICA Y LONDRES, COMO MOTOR Y ORIGEN DE LEARNING FROM LAS VEGAS*”
LINA TORO OCAMPO
23 ABRIL 2018
https://revistas.uniandes.edu.co/doi/full/10.18389/dearq23.2018.01#_i2
ARQUINE
“LA INCLUSIÓN DEL PRITZKER”
ANAXTU ZABALBEASCOA
ABRIL 2013
https://www.arquine.com/la-inclusion-del-pritzker/
ARQUISCOPIO
“SCOTT BROWN Y EL PREMIO PRITZKER”
ELSA GUERRA
https://arquiscopio.com/scott-brown-y-el-premio-pritzker/
TEORÍA E HISTORIA DE LA ARQUITECTURA
“DENISE SCOTT BROWN”
ROBERTO JIMÉNEZ GARCÍA
https://robertojimenezgarcia.wordpress.com/denise-scott-brown/