NUESTRO HOGAR, UN RECORRIDO POR EL MUNDO Parte 22 -

#Arquitectura
“Tradicionalmente los balineses buscan el equilibrio natural y la armonía en sus vidas y su arquitectura, de ahí que sus edificios posean una cuidada simetría.”

Carlos Rosas C / @CarlosRosas_C
carlos.rc@inperfecto.com.mx

John May ha realizado un trabajo extraordinario en su publicación “CASAS HECHAS A MANO Y OTROS EDIFICIOS TRADICIONALES”, y llegó el momento de echarle un vistazo a los “Edificios de Australasia y Oceanía” de ésta serie dedicada a “NUESTRO HOGAR, UN RECORRIDO POR EL MUNDO”, que no deja de sorprendernos. sigan con nosotros.

EDIFICIOS DE AUSTRALASIA Y OCEANÍA

Cada isla diseminada de Oceanía ha desarrollado su propio estilo de edificio popular. Desde la casa octogonal de “Kalinga” y el “Fale tele” con aspecto de paraguas de Samoa a las viviendas con cubiertas en forma de barco de “Toroja” o la extraordinaria casa de los espíritus de los “abelam”.

En Bali, las casas con patio acogen las viviendas de una familia extensa al completo. En Nueva Guinea, los “Korowai” todavía viven en cabañas construidas en los árboles. En Australasia, las casas de reunión maoríes mantienen su vigencia y esplendor; no sucede en cambio lo mismo con los refugios de los aborígenes australianos, que prácticamente han desaparecido.

KUREN BALINÉS.

Las casas tradicionales de Bali (Kuren) ocupan una parcela cuadrada donde coexisten diferentes edificios; se trata de un complejo habitacional vallado en el que cohabitan varias familias emparentadas o una extensa. Estos hogares populares comparten una serie de características similares adaptadas a las condiciones climatológicas, especialmente duras durante la cálida y húmeda estación del monzón.

Están construidas en gran parte en madera, con una estructura de poste y jácena; se hallan expuestas e los elementos y las cubiertas presentan una gran variedad de de formas al estilo de Java. Los aldeanos se ayudan unos a otros a construir estas estructuras con ayuda ocasional de un maestro carpintero.

Los edificios reposan sobre zanjas o zapatas de piedra forjadas, con una plataforma de mampostería y base de piedra para pilares de madera dura, a la que afectan menos la podredumbre y las termitas. Los suelos son elevados para airear la casa, proteger los alimentos y las pertenencias de la humedad, y resguardar a los ocupantes de los mosquitos de la malaria.

En la parte superior se utiliza madera mas ligera o bambú para las paredes no portantes, que se unen con ensambladuras de mortaja y espiga o se atan o sujetan con clavos estaquillas. Las ventanas proporcionan una ventilación cruzada. Las grandes cubiertas, sostenidas por pilares, tienen una pendiente acusada de grandes voladizos que protegen las casa de lluvias tropicales y el sol directo. Suelen estar recubiertas de paja de arroz, hierba seca, palmera de sagú u hojas de coco.

Tradicionalmente los balineses buscan el equilibrio natural y la armonía en sus vidas y su arquitectura, de ahí que sus edificios posean una cuidada simetría entre elementos masculinos y femeninos, negativos y positivos, sagrados y profanos. Todas las casas balinesas siguen el mismo modelo. En general, la única diferencia entre las casas de las diferentes castas estriba en el grado de laboriosidad, los materiales utilizados y las dimensiones y suntuosidad del templo familiar.

CASA OCTOGONAL DE KALINGA.

Las casas octogonales solo se hallan en la provincia rocera y son salida al mar de Kalinga, Filipinas. Una de las primeras referencias al respecto es del científico alemán Alex Schadenberg en 1887, cunado escribió que el exterior de estas casas estaba pintado con “dibujos circulares o figuras que representaban a hombres y mujeres con grandes genitales”. Llanada “binayon” o “firnayon” en la región, la casa octogonal “era conocida por los viajeros del río chico”, según señaló el historiador William Henry Scott en 1960.

Hace una generación, escribe este último, la casa octogonal “era considerada la vivienda de los ricos, y las casas cuadradas, menos aristocráticas, aunque esta tendencia desapareció cuando los primeros empezaron a dedicar sus recursos a las construcción de casas modernas.”

Tradicionalmente, la casa octogonal tiene 6 metros de largo por 2.5 metros de ancho. La estructura interna está formada por cuatro postes cortos, clavados en el suelo, que soportan la zona de estar rectangular principal a 1.20 metros sobre el suelo. La atura del suelo a la cubierta es de unos 4.5 metros. Las jácenas y viguetas pasan sobre estos postes y soportan los listones del suelo, mientras que las jácenas con muescas de los ocho postes exteriores encajan en las tablas de las paredes.

La zona de estar, a la que se accede a través de unas escaleras, se divide en tres secciones paralelas que van de la parte delantera a la trasera, con la parte central más baja. El forjado, recubierto con una estera de bambú que se puede enrollar fácilmente para llevarla a lavar al río, no es un octágono perfecto, pues no cubre toda la superficie.

El interior parece sorprendentemente espacioso porque la estructura interna se deja a la vista, aunque en algunas casas el espacio sobre el forjado se usa como un desván o granero. La disposición y las dimensiones de estas casas se adaptan bien a las necesidades de una familia numerosa.