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Alejandra leyendo estaba
cuando un desconocido le hablaba:
“Oye Alejandra, ¿me ayudas?
y con gusto te invito tlayudas”.
Redacción InPerfecto / @InPerfectoMx
redaccion@inperfecto.com.mx
Una noche fría dormía
Alejandra sobre su cama y reía,
nadie sabe porque las risas,
pero después nos aclararía sin prisas.
En sus sueños Alejandra veía,
como corriendo se iba
a un campo lleno de pasto,
con emoción disfrutaba del acto.
Caminando ella se encontraba,
cuando un grupo de gente observaba,
curiosa se acercó a todos ellos,
y sin conocerlos a todos les dijo:
“¿Quiés son ustedes y porque están en mi sueño?”.
Algunos escritores estaban, también gente importante
pero entre todos ellos resultaba evidente,
la presencia de la imponente Muerte.
Alejandra al verla se espantó,
sin embargo nunca titubeó,
aunque por dentro el sudor recorrió
su mente y con frío ella habló:
“Buenas tardes señora Calaca,
veo que en mi sueño usted hace alaraca,
pero la invito mejor a charlar,
sobre la labor que usted viene a realizar”.
La huesuda se río, y al oído le contestó:
“No vengo a llevarme a nadie,
una labor social hago en el detalle,
convivo con pintores y músicos,
que son de gran porte y talle”.
Entonces Alejandra desconcertada replicó:
“Y ¿en mi sueño usted los encontró?”.
La Catrina un paso dió
y un brindis a todos pidió,
por Alejandra que a todos invitó,
en sus sueños de elixir y pasión.
Todos unidos vieron la repetición,
de InPerfectas y los tatuajes que Ale enseñó,
sus editoriales con todos platicó,
y su alma salvada quedó.
