Editorial

Megaproyecto, ¿para todos?

#InPerfecciones
La cuenta regresiva ha empezado para un nuevo mundial de futbol en México: 2026. Al parecer ya arrancó esta gestión titánica para engalanar al país, se habla de proyectos inmensos donde solo caben unos cuantos.

 

 

Jorge García Vielma
jorge.garcia@inperfecto.com.mx 

Este espacio ha servido como un refugio seguro para resaltar algunos matices que caracterizan la relación entre Política y Deporte; múltiples han sido las ocasiones de encuentro para puntualizar estos lazos, las temáticas tocadas son diversas, y hoy no es ninguna excepción. De manera involuntaria las últimas entregas han tenido como protagonistas al emblemático Estadio Azteca y al próximo mundial que se vislumbra en el horizonte: Estados Unidos, Canadá y México 2026; hoy ambos elementos se juntan dando como resultado una problemática integral o mejor dicho “megaproyectos” como lo han venido ofertando en días recientes. 

Entre varios dichos que llegué a escuchar por parte de mi abuela hay uno que me refiere a esta situación, el cual hacía alusión a que el tiempo va y viene pero la vida no; aunque se pueda pensar que para el inicio de dicha justa mundialista falta bastante, no es así, porque desde ya han arrancado ciertos trabajos con miras a esa gran fiesta sin importar que pueda pasar en estos años de camino. Casi por regla general al ser sede de eventos deportivos a nivel mundial también se adquieren una serie de problemas, lo que podría resultar una noticia totalmente buena para los países organizadores se convierte en un calvario. Hay matices en cada una de las dificultades presentadas, suelen ser más notables en naciones que no forman parte de un grupo reducido de potencias globales o en sitios que atraviesan crisis justo en el momento de arrancar las competencias. Ejemplos hay muchos: JJOO CDMX 1968; Barcelona 1992; Atenas 2004; Río 2016 o las Copas Mundiales de Futbol Argentina 1978; México 1986; Sudáfrica 2010; Brasil 2014 solo por mencionar algunos. Aunque Estados Unidos será quién lleve el mando para el 2026 no exime de que México se meta en aprietos por responsabilizarse de solo diez partidos de los ochenta en total y además uno de ellos sea el partido inaugural de la fiesta norteamericana. 

¿Cómo la remodelación de un estadio puede afectar tanto? Ahora mismo basta con echarse una vuelta por las inmediaciones del Azteca para comenzar a percibir el descontento vecinal ante la próxima remodelación del inmueble, totalmente legítima esta lucha que recién comienza a tomar forma aunque están en total desventaja y quizá con un resultado casi sentado. La actual situación sin problema es una representación más de David vs Goliat, ¿por qué? por un lado están los grupos de poder encabezados por Televisa, Gobierno de la CDMX, Femexfut, FIFA, constructoras, entre otros más y en el bando rival se encuentran casi de manera solitaria un grupo de vecinos acogidos por organizaciones no gubernamentales. El as bajo la manga de las elites que comienzan a pujar fuerte por obtener luz verde para el megaproyecto es ampararse en una táctica patentada por la 4T, y esa es la consulta ciudadana, a través de este supuesto ejercicio de participación a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente de la CDMX se busca dar legitimidad y formalidad a estas acciones; todo parece estar bajo control.

Optimismo o pesimismo, no hay escala de grises respecto a los sentimientos que comienza a generar dicho megaproyecto. Están aquellos que les genera emoción saber que podrán disfrutar, aunque sea un poco, de un mundial en su país sin importar todo lo que debió pasar para llegar a ese momento; y del otro lado de la moneda se ubican quiénes sufren los daños colaterales de la alegría de muchos más, pero también son fanáticos del balón y se encuentran en una encrucijada. A pesar de la premura en que han ocurrido los hechos aún no se puede dar un veredicto porque es una noticia en desarrollo y no hay ninguna duda que en el proceso van a suscitarse varios momentos que marquen todo el movimiento. 

Solo advertir que esta no será la única vez que se escriba del presente tema en este espacio debido a que hay mucha tela de donde cortar. Imaginar que las inmediaciones del Estadio Azteca sean cambiadas de manera radical es emocionante y alucinante, pero al detenerse a pensar un poco en el costo que se debe solventar por un momento la sonrisa en el rostro desaparece. Casi imposible hacerle frente a un oponente tan poderoso como el negocio que está atrás del Futbol, pero hay que resistir para poder seguir viviendo.

Rueda el balón, rueda la vida.

 

#InPerfecto