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Los Primeros Dioses de la Humanidad: Enlil, el Señor de las Tormentas. 

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La naturaleza sin duda es majestuosa y hermosa, pero a veces se nos olvida que es un ser vivo que podría diezmar a nuestra población ¿Qué pensaban de esto las primeras civilizaciones? ¿Cómo eran representadas estas desgracias climaticas? 

 

 

Marto GoAg / @MartoGoAg
martogoageek@inperfecto.com.mx

 

La naturaleza, las plantas, los bosques, sin duda son cosas bonitas y adorables, se dice que en las generaciones más actuales, las mascotas pasaron a ser hijos y las plantas tomaron el lugar de las mascotas ¿Quién no quiere ser la o el señor de las plantas? Sin embargo, a veces olvidamos que la naturaleza no es ni será nunca una mascota. 

Vivir en las ciudades ciertamente es una bendición, pues quienes habitamos en las grandes urbes coexistimos en entornos artificiales, hechos para satisfacer nuestras necesidades y aunque existan ciertas problemáticas dentro de nuestros entornos, parece que hemos olvidado que la naturaleza está lejos de ser buena, de ser justa o de simplemente existir para complacer nuestras necesidades, pero sin duda quienes sí sabían sobre el terror que podría causar la naturaleza eran las primeras civilizaciones. 

En el caso de Sumeria, los dioses que hemos analizado parecen tener una visión muy platónica, pues tanto An como Inanna son ideas antropomorfas de ideas, tanto de la creación así como del amor y la fertilidad, pero los Sumerios también conocían los azotes de la naturaleza, experimentaron de primera mano como las tormentas destruyeron las cocechas o afectaron sus viviendas, tanto es así que dentro de su imaginario concibieron que el dios encargado de enviar las tormentas era aterrador, temible e iracible. 

Representaciones de Enlil

De esta manera surge Enlil, uno de los dioses más importantes, y más citados dentro de los textos sumerios, apareciendo citado incluso en el Cógido de Hammurabi, uno de los conjuntos de leyes más antiguos que existen en todo el mundo, creados en lo que se concibe como la antigua Mesopotamia, ademas de ser un dios que adoptaron los acadios, los babilonios, los cananeos y asirios. 

Enli, el dios de la tormenta o el señor del viento, fue sin duda uno de los dioses más importantes dentro del panteón sumerio, siendo el hijo de An y la diosa Ki. Enlil es considerado como el padre de los dioses y de los hombres, ademas de tambien ser considerado por muchos como el dios de la fuerza y de la violencia, esto debido a que para los sumerios, las tormentas no eran “bendiciones” como se concibieron en otras culturas como lo es el caso de Tlaloc, quien era venerado por las civilizaciones mesoamericanas. 

Es más que curioso el hecho de que civilizaciones antiguas concibieron a dioses similares, pues en el caso del sintoísmo, el dios Susanoo comparte ciertas similitudes con Enlil, pues ademas de ser hijos directos de las deidades más importantes de sus respectivas culturas, ambos son los dioses de las tormentas, siendo Susanoo considerado como brutal y desconsiderado, mientras que Enlil fue para los sumerios, temible e iracible. 

Susanoo no Mikoto, dios de las tormentas del sintoismo.

Enlil es quizá uno de los primeros dioses que fueron asociados con el clima, pues los dioses que existieron antes de él en la cosmovisión sumeria, eran más dioses de la creación, o dioses eran relacionados con ideas y conceptos, mientras que Enlil era meramente un dios climatico, que azota a las ciudades con tormentas, y que lejos de ser una bonanza, causaba inundaciones y cambiaba el curso de los ríos. 

Una persona podría pensar ¿Por qué Enlil es un dios que fue venerado por los Sumerios si era tan cruel? Pues bueno, debemos de aclarar que Enlil es el padre de los hombres, pues al momento de nacer, An el dios de los cielos habitaba en el paraíso, pero con el nacimiento de Enlil separó el cielo de la tierra, y Enlil decidió quedarse en la tierra, específicamente en la ciudad de Nippur,  significa literalmente “La casa de la montaña”, que es una ciudad dedicada exclusivamente a venerar a Enlil. 

Otra razón del por cual es venerado puede ser la confsión que existió acerca sobre este dios, pues su hermano  y otro de los dioses más importantes es Enki, que de hecho, existe una confusión sobre quién es el padre de Inanna, y posteriores civilizaciones al adoptar a ambas deidades, sobretodo los pueblos mesopotámicos, fueron cambiando conceptos y adaptándolos a sus tradiciones, causando aún más confusión. 

Sin embargo, lo que sí sabemos es que Enlil es el dios supremo de los sumerios, y cabe aclarar que An era el rey de los dioses sumerios, pero Enlil era el dios de sumeria y de Mesopotamia, y aunque no se encontraba en la cúspide como An, Enlil era considerado el señor del aire, separando los cielos, tierra donde existe An, del mundo de los humanos. 

También se sabe gracias a tablillas cuneiformes que Enlil es quien elige a los reyes de las ciudades sumerias, y que el mundo existe gracias a él, pues en algunos textos se le considera a Enlil como un dios benevolente hacia la humanidad, pues el creía que los humanos no eran únicamente sirvientes de los demás dioses, ganándose así el rencor de los demás dioses, aunque claro, eso no evitó que tratara de extinguir a la humanidad en varias ocasiones. 

 

Hablando sobre la apariencia de Enlil, él no era representado de forma antropomórfica como estamos acostumbrados, era referenciado en los textos mediante una corona o un tocado con cuernos, pues la corona era un signo de divinidad que duró hasta que Mesopotamia fue dominada por Persia e igualmente, Enlil estaba asociado al número 50. 

En conjunto con An, Enlil y Enki, formaron la trinidad suprema del panteón sumerio, siendo Enlil la dividinidad de Nippur, guardando las “Tablilas del destino”, tablillas que contienen el destino de 

Dentro de los mitos en donde aparece el dios Enlil, podemos encontrar los siguientes

 

El mito de Enlil y Ninlil

Enlil y Ninlil

Es el mito donde nace Nanna, siendo un poema en donde conocemos la ciudad de Nippur, ciudad que parece haber existido antes de que los humanos estuviesen en el mundo, 

En este mito se narra el nacimiento de Nanna, del dios luna, así como Nergal, Ninazu y otro tercer dios cuyo nombre es ilegible pero se cree que es Enbilulu, las deidades del inframundo. 

Enlil seduce a Ninlil embarazándola de Nanna, siendo exiliado al inframundo por los demás dioses, aunque esta condena parece no estar relacionada con el embarazo de Ninlil quien lo sigue hasta el infrmaundo por amor.

 

 

Himno de Enlil. 

El Himno a Enlil es el texto donde mejor se le representa, siendo uno de los dioses más importantes, y a continuación presentaremos un fragmento de este himno, el cual fue recogido de la obra de S. N. Kramer “La Historia empieza en Sumer”. 

Cuando el Cielo se hubo alejado de la Tierra,

Cuando la Tierra se hubo separado del Cielo,

Cuando se hubo fijado el Nombre del Hombre,

Cuando An se hubo llevado el Cielo,

Cuando Enlil se hubo llevado la Tierra…

 

 

Enlil y el poema de Atrahasis.

El poema que nos narra la creación de los humanos y el diluvio universal, en donde la diosa Ninhursag, crea a los primeros 14 humanos, quienes fueron muy fértiles, expandiéndose y multiplicándose muy rápido, por lo cual Enlil con la finalidad de disminuir a la población, envio una sequia, una peste y una hambruna, pero los humanos sobrevivieron, con la ayuda de Enki.

 Enlil al ver esto, decidió enviar un diluvio para acabar con los humanos, aunque nuevamente los humanos recibieron ayuda de Enki, contándoles a Atrahasis las intenciones de Enlil, ordenando que se construyese una arca donde se debería de meter una pareja de cada animal y semillas, el mito que funcionaria como antecedente del diluvio universal en la Biblia. 

Sin embargo, Enlil logró casi exterminar a los humanos, quedando únicamente un solo hombre, y después de que Enlil fuese regañado por los demás dioses, pues la falta de sacrificios los había dejado hambrientos, Enki propuso a los dioses crear unos nuevos seres humanos, menos fértiles y con vidas más cortas, a lo cual Enlil, estuvo de acuerdo. 

 

 

El pájaro Anzu

En este mito, Enlil era poseedor de las tablillas del destino, el cual tiene el destino de los dioses y los hombres, pero mientras el dios se bañaba, el pájaro Anzu que simboliza la tormenta y la tempestad, robo estas tablillas, y desde ese entonces, la tierra entró en el caos, al no tener un destino, o más bien, al estar perdido. 

 

 

Enlil y el dragón Labbu. 

Un mito que es desconocido para muchos, pues es un mito que no está completo, el cual proviene de una tablilla de Assur, y otra tablilla de la biblioteca de Assurbanipal en Ninive, en donde se narra la lucha entre fuerzas opuestas del bien y del mal. 

En este mito, el dragón Labbu atacó a varias ciudades y mató a muchas personas, por lo cual estos oraron a los dioses, pero estos no los escucharon, y fue Enlil quien atendiendo a sus súplicas, enfrentó a este dragón, matando a Labbu. 

 

Como vemos, Enlil es uno de los dioses más importantes para los sumerios, y debido a la antigüedad de los textos, a pesar de ser iracible y de casi extinguir a la humanidad, e incluso después de todas las confusiones existentes acerca de Enki y Enlil, sabemos que Enlil sin duda fue venerado y adorado por los sumerios, considerado por muchos como su dios supremo. 

Enlil fue un dios tan importante que muchas otras civilizaciones tomaron a este dios y lo hicieron suyo, teniendo diferentes mitos, ademas de que Enlil ha sido muy importante en los mitos, fungiendo tanto como héroe como villano, siendo una dualidad andando, considerado el dios de los dioses y dios de los humanos. 

Es demasiado interesante saber cómo era representada la naturaleza en las antiguas civilizaciones pues no será la primera vez que veamos a un dios de las tormentas como un ser iracible que quiera castigar a la humanidad, y es aquí donde vemos que estas antiguas civilizaciones al carecer de la tecnología y las comodidades que nosotros gozamos a dia de hoy, recordaban que la naturaleza era hostil muchas veces y que si bien puede ser una aliada muy importante, representaciones de dioses como Enlil era un recordatorio de que la naturaleza era algo con lo que no se podía confiar ciegamente, y mucho menos tomarla a la ligera, ya que si bien, se desconoce si el diluvio sucedió o no, es cierto que un evento tan catastrófico como ese podía diezmar por completo al mundo como lo conocemos a día de hoy. 

 

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