#InPerfecciones
No todos funcionamos trabajando bajo presión, pero muchas veces tampoco sin ella.
Georgina Valez / @gini_friski
gvt3377@outlook.es
El decir que trabajamos enteramente bien bajo presión es de las mentiras más grandes que podemos decir en una entrevista o solicitud de empleo, puede ser en parte cierto porque todos llegamos a sentir cierto nivel de presión con cualquiera de nuestros deberes y aún así los llevamos a cabo, de buena o mala gana, pero al final del día las tareas que teníamos que cumplir están listas. Eso no quita que en todo ese lapso en el que las vas cumpliendo pasan mil cosas que bien pueden presionarte al nivel que te hacen actuar o te paralizan, de repente ya se te juntó todo, por culpa tuya o del destino, ya tienes más tareas que realizar, ya te distrajo alguien y eso te estresó aun más, ya te queda menos tiempo, ya estás en la mira de tus “superiores”, ya no paras de mover los pies, ya sientes toda la espalda tensa y te preguntas principalmente dos cosas, la primera es si de verdad vale la pena tanto tormento, y la segunda cuestión es cómo tus compañeros que tienen que hacer exactamente lo mismo que tú logran cumplirlo sin la más mínima señal de estrés.
Siendo realistas la presión siempre está ahí, de lo que depende lo mucho o poco que te puede afectar es, como siempre, tu estado anímico. Al momento de escribir en este hermoso espacio como cada semana me está haciendo compañía una presión increíble y ni siquiera sé que tan bien lo estoy haciendo, siempre me presiono demasiado, a veces hasta presiono a los demás a tal punto de irritarlos y claro que no es esa mi intención, pero bueno, al final como mencioné antes el día pasará, habré cumplido con mi deber y mi desahogo personal, quizás por eso es tan importante recordar que el tiempo pasa muy rápido, incluso cuando sentimos que no avanza, solo son malos momentos que se quedan ahí, en una parte de tu día o de tu semana, pero siempre pasan y al final la presión puede parecerte hasta innecesaria. No sé tampoco qué tanto estoy divagando, porque puede ser que sientas que el estrés que presentas es equivalente a la presión que ponen sobre ti, o que te guste que te presionen porque solo así eres capaz de reaccionar y actuar, pero también existe la opción de entender que tú solo te estás poniendo mucho más sobre los hombros de lo que necesitas, ya dependerá de que tan autoexigente, o dramático, es cada quién.