#InPerfecciones
Un joven de 21 años que perdería a varios amigos en manos del régimen nazi, solo ante la vida podría haber seguido el ejemplo que tomaron varios de sus conocidos y amigos el del odio y el rencor por el enemigo, sin embargo el mundo esta hecho por los locos y decidió tomar el camino contrario el de la revolución del amor.
Daniel Dueñas Flores / @Daniel_Duf
daniel.duenas@inperfecto.com.mx
Todo el tiempo en las noticias escuchamos de psicópatas de hombres malos, dirigentes corruptos que se volvieron así por su experiencia de vida por no tener una guía, por estar resentidos con la sociedad y llegamos a pensar pobre hombre la vida lo orillo, sin embargo existen hombres que nacen solo una o dos veces durante una época, hombres que revolucionan, inspiran y transforman la mente y corazón de la humanidad, que solo como los fardos de el trigo azotados varias veces se vuelven mas buenos, por que solo pocos ante las adversidades se vuelven buenos. Karol Wojtyla es sin duda uno de los referentes más importantes del siglo XX y XXI siendo o no creyentes de la religión católica creó una revolución en el amor como pocas veces vista.
Karol Wojtyla, un personaje lleno de experiencias dignas de respeto y admiración nació en Polonia, vivió su juventud durante la ocupación Nazi en Polonia, perdió durante este periodo a varios amigos y familiares hasta quedar completamente solo su hermano mayor había muerto durante una pandemia y su mamá cuando el era aun muy pequeño, por ultimo su padre con quien vivió hasta que enfermo y murió en 1941.
Un joven de 21 años que perdería a varios amigos polacos y judíos en manos del régimen nazi, solo ante la vida podría haber seguido el ejemplo que tomaron varios de sus conocidos y amigos el del odio y el rencor por el enemigo, sin embargo el mundo esta hecho por los locos y decidió tomar el camino contrario el de la revolución del amor, aposto por amar en tiempos donde todo estaba perdido, ser la luz en la obscuridad, esperanza en la derrota, con la simple lógica de que el mal siempre devora al mal y este desaparece, pero el amor siempre esta ahí aun que a veces no lo podamos ver “el amor vence siempre” diría a un grupo de jóvenes en Chile varios años después probablemente recordando estos difíciles años.
Karol tuvo razón el mal del nazismo desapareció y se transformó en un comunismo destructor dirigido por la URSS, siempre fue un opositor al régimen el cual veía como una ideología destructora del hombre y su existencia en quien siempre basó su pensamiento filosófico y teológico.
Quizá la divinidad para los que creemos tenía que ver, se dice que un 15 agosto de 1963 antes de la elección de papa en una procesión a la Virgen se le cayó su cetro el futuro papa lo atrapó en el aire y un sacerdote le dijo “mira Karol la Virgen comparte su poder contigo”.
Quién diría que este joven sacerdote polaco años después siendo Papa liberaría a su país de un mal tan grave como el comunismo a través del amor y el de enfrentar la vida con la verdad y la valentía .
Juan Pablo II se ha convertido en uno de mis referentes de vida admiro su manera de afrontar las dificultades como van , el hablar las cosas de frente y con franqueza como buen polaco, el carácter valiente ante quien abusa del poder, ya sea un régimen una persona o un sistema.
Quién podía pensar que la vida al crecer nos pone en un plano algo similar al que vivió el Joven Karol a la misma edad que tengo, muchas veces como joven frustrado por el avance del autoritarismo el constante riesgo de perder nuestros derechos y la falta de liderazgo en México he llegado a pensar que solo un movimiento violento puede cambiar al país. Sin embargo se me viene a la cabeza la figura de un joven sacerdote que luchaba en secreto, que ayudaba a huir a opositores, que negociaba tragando su orgullo por proteger a quienes amaba.
Creo que al igual que Karol debemos apostar por una revolución en el amor; México vive una división sistemáticamente planeada por hombres malvados y ruines que nos ponen en dos bandos (liberales y conservadores , fifís y chairos ) con el fin de conservar el poder, dejando de lado que todos somos hermanos, ciudadanos que si juntamos nuestro corazón dejando nuestras diferencias de lado en un solo objetivo podríamos acabar con los problemas de esta nación.
Bien podríamos y sería más fácil tomar el camino del odio que propone el Presidente y algunos miembros de la oposición que no hacen mucho más que aprovecharse de este conflicto, pero solo alimentaremos la destrucción de nuestro país, ¿dónde está la agenda de cambio climático? ¿ dónde está la ayuda para el que menos tienen? Estos temas están de lado mientras no cambiemos la agenda que marca un hombre lleno de odio.
Demostremos que nuestro amor por México es más grande que nuestras diferencias, demostremos que no somos ni fifís ni chairos, demos ejemplo de que podemos juntarnos más allá de las ideologías y crear agendas comunes votemos con el corazón y la conciencia.
Querido lector se que vivimos tiempos difíciles y en unos meses es probable que nos sintamos sumergidos en una profunda impotencia, pero si hacemos una revolución que sea la del amor no pensemos en destruir si no en construir piensen en las palabra de ese joven sacerdote que al igual que muchos de nosotros se pudo sentir frustrado ante un régimen de odio:
“Cristo nos está pidiendo que no permanezcamos indiferentes ante la injusticia, que nos comprometamos responsablemente en la construcción de una sociedad más cristiana, una sociedad mejor. Para esto es preciso que alejemos de nuestra vida el odio; que reconozcamos como engañosa, falsa, incompatible con su seguimiento, toda ideología que proclame la violencia y el odio como remedios para conseguir la justicia. El amor vence siempre, el amor vence siempre, como Cristo ha vencido; el amor ha vencido, el amor vence siempre. Aunque en ocasiones, ante sucesos y situaciones concretas, pueda parecernos impotente, Cristo parecía impotente en la Cruz… Dios siempre puede más.