#Sexualidad
“La belleza es un monstruo, una deidad sangrienta a la que hay que aplacar con constantes sacrificios…”
Diana Villamarin P
dianitavp@outlook.com /sexualidad@inperfecto.com.mx
La novela erótica Las edades de Lulú si bien, muestra desde el principio la transición del personaje principal, es decir, las etapas que Lulú va recorriendo a lo largo de los años que se cuentan en el relato; al ir contando sus experiencias, específicamente en las relaciones sexuales, que por cierto en su redacción son bien descriptivas, las “edades” o etapas de este personaje se van definiendo gracias al relato.
Al inicio de la historia se nos presenta a Lulú, adolescente de 15 años que muestra una marcada carencia de afecto. En medio de este estado emocional, conoce a Pablo quien es amigo de uno de sus hermanos mayores, Marcelo. Pablo es mayor que ella y trabaja como profesor universitario. Estos dos personajes terminan teniendo un encuentro sexual y Lulú queda enamorada de Pablo, quien se convierte en el objeto de las fantasías sexuales de la protagonista durante varios años. Al pasar del tiempo, Lulú convence a Pablo de tener una relación. Una vez que inician esta relación, las fantasías sexuales de ambos comienzan a tomar centro. Ambos participan en una serie de experiencias sexuales que incluyen tríos y orgías. De hecho, Lulú pasa de prostituirse, a tener una relación sadomasoquista en forma grupal con la participación de una persona anciana, un par de chaperos, como de dos gays, una mujer y dos jóvenes menores de edad. “Ellos se miraban, sonrientes, y miraban la abierta grupa que se les ofrecía. En los bordes, la piel era tensa y rosa, tierna, luminosa y limpia. Antes, alguien había afeitado cuidadosamente toda la superficie.”
En otras palabras, Las edades de Lulú está ambientada en la España de los 80. En esta época en la que el rol de la mujer dentro de las relaciones sexuales se limitaba al coito vaginal y dentro del matrimonio con el único propósito de procrear, el relato de Almudena Grandes impacta precisamente por su propuesta revolucionaria y excitante durante su lectura, ya que Lulú y sus entrañables deseos de experimentación sexual contradicen todo aquello que la sociedad conservadora tenía en mente para una mujer, lo que sugiere el desarrollo del personaje femenino como un gran efecto liberador en donde la mujer se volvió capaz de mostrar sus deseos y pasiones de manera mucho más desnuda y directa. “…me quedé sentada encima de sus rodillas. Me rodeó con sus brazos y me besó. El solo contacto de su lengua repercutió en todo mi cuerpo. Mi espalda se estremeció.”
Por consiguiente, Las Edades de Lulú compone una doble narración.
Primero, la evolución del protagonismo femenino en el relato español después del franquismo, que silencia el objetivo al sujeto político a la escogencia de las decisiones que tienen que ver con su vida, teniendo en cuenta que fue tomada como un objeto sexual.
En segundo lugar, la evolución en paralelo que hay entre la sociedad en España y la vida de Lulú, que va desde la pubertad y llega a la democracia, y va más allá del mito; al final la obra solo tiene un periodo.
En síntesis, Las Edades de Lulú, es una obra de un excelente tono erótico, que incluso ha sido expuesta en el cine por las manos de Bigas Lina en el año 1990 y se encuentra en la lista de las cien mejores novelas en los idiomas españoles en el siglo XX que esperamos se animen a leer y disfrutar con la narración franca de una escritora que se dio a conocer con esta historia que genera tantas reflexiones.
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