Cultura

LAS CHINAMPAS…

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Todavía en este siglo XXI, podemos recrearnos con esos canales prehispánicos, que en sus tiempos fueron muy importantes para nuestros antepasados.

 

 

 

Raúl González
gojimra@inperfecto.com.mx

 

CUALLI TLANECI (BUEN AMANECER)

EL TEMA QUE VAMOS A TRATAR HOY…

ES SOBRE LAS CHINAMPAS

 

Todavía en este siglo XXI, podemos recrearnos con esos canales prehispánicos, que en sus tiempos fueron muy importantes para nuestros antepasados, ya que de las chinampas obtenían de tres a cuatro cosechas al año, hoy en día todavía siguen produciendo.

Los que no conocen Xochimilco y Tláhuac, váyanse un sábado o un domingo y alquilen una trajinera, van a gozar de los canales, el paisaje y si quieren pueden comer en la misma trajinera, o pueden esperarse e ir al mercado a comer, van encontrar trajineras con mariachis, tríos o grupos norteños.  eso sí, van a encontrar mucha gente. Si pueden vayan entre semana está más tranquilo.

Ya en la trajinera, observen bien todo a su alrededor, y si es posible imaginen como pudo haber sido en esa época prehispánica…

Bueno después del breviario informativo… comenzamos

 

CHINAMPAS…

Una de las mayores peculiaridades desarrolladas por los aztecas fueron los cultivos en las chinampas, verdaderas islas flotantes en el gran lago mexicano de unos cinco metros de profundidad como máximo.

 

Fuentes de subsistencia

Maíz

La economía azteca se sustentaba en las actividades agrarias y en complejas redes de intercambio que abarcaban todo el imperio. La agricultura proporcionaba una gran variedad de frutas y hortalizas, como el tomate, el ají, las calabazas, el poroto y las tunas, necesarios para alimentar a la elevada cantidad de habitantes del imperio. La economía agraria azteca es considerada una de las más evolucionadas de la América Indígena, sólo superada por el sistema implementado en el área andina.

 

Para construir una chinampa, primero se colocaban hileras de árboles y arbustos en el agua formando grandes áreas rectangulares. Estos rectángulos se rellenaban con tierra y material vegetal, sobresaliendo unos dos metros sobre el nivel de las aguas. Allí se plantaban las distintas especies de maíz y otros productos vegetales, lográndose un rendimiento excepcional de cuatro cultivos anuales.

Ello era posible gracias a la permanente reposición del suelo de la chinampa con limo vegetal sacado del fondo de los canales laterales del lago. Esta técnica permitió a los aztecas utilizar continuamente estos suelos, sin necesidad de dejarlos en barbecho como ocurría en la agricultura europea cuyos terrenos debían descansar entre uno y cinco años para evitar la erosión. Hasta el día de hoy en Xochimilco se sigue cultivando sobre estas fértiles chinampas.

 

Los productos que no se podían obtener en el valle de México, se adquirían mediante el trueque con otras regiones y eran trasladados por los pochtecas o comerciantes, quienes recorrían largas distancias. En el mercado de Tenochtitlán se transaban todo tipo de mercancías, incluyendo productos marinos provenientes de los océanos Pacífico y Atlántico, ambos a 500 kilómetros de la capital azteca. Para realizar los intercambios se recurría a monedas de cuenta como la semilla de cacao y las plumas de Quetzal que cubrían la diferencia que pudiese existir una vez efectuado el trueque. Así por ejemplo, una prenda de vestir equivalía a un par de sandalias y cinco semillas de cacao.

 

El sistema económico azteca, basado en métodos tan simples como el trueque, lejos de ser primitivo, fue sumamente eficiente, pues mantuvo una gran estabilidad y aseguró el bienestar a la mayoría de la población del imperio. Es más, no tenemos noticias de conflictos sociales ni levantamientos campesinos contra la autoridad, tan frecuentes en la Europa de los siglos XV y XVI.

 

FUENTE: AMÉRICA PREHISPÁNICA

 

Hace apenas 100 años había canales en la Ciudad de México ¿y si los recuperamos?

 

Así es, el actual Centro Histórico de la Ciudad de México tenía canales y acequias que incluso conectaban hasta el Sur con Xochimilco y Chalco.

“Guadalajara en un llano, México en una laguna”, dicta un fragmento entre las canciones populares más reconocidas de la música charra de nuestro país. Definitivamente, es ampliamente sabido por los mexicanos que la Ciudad de México está fundada sobre un lago: el lago de Texcoco, el cual era parte de la cuenca lacustre del Valle de México. Cuesta trabajo imaginar que los lagos de esta cuenca llegaban casi hasta el actual estado de Hidalgo. Y lo que es menos sabido por los mexicanos, es que la Ciudad de México aún funcionaba con sistemas prehispánicos de movilidad y comercio a través del agua hasta hace menos de cien años.

 

Así es, el actual Centro Histórico de la Ciudad de México tenía canales y acequias que incluso conectaban hasta el Sur con Xochimilco y Chalco, donde existía una importante producción agrícola. El canal que hacía esta conexión por agua se llamaba Canal de la Viga (actual Calzada de la Viga) el cual no solamente era una vía acuática de traslado de productos agrícolas sino también, en las últimas décadas de su existencia, fue un espacio recreativo. El Canal de la Viga servía también como paseo donde la gente podía subir a canoas, trajineras e incluso a barcos a vapor para pasearse por el canal, el cual pasaba al lado de grandes casonas, edificios públicos como la garita del canal y espacios sombreados por los árboles de sus orillas.

 

Los canales de la CDMX fueron vestigio de lo que alguna vez fue la gran Tenochtitlán y sus chinampas. En el centro histórico, los canales llegaban incluso hasta un costado del Zócalo, y donde estaba la Plaza del Volador, lugar que ahora ocupa la Suprema Corte de Justicia; ese canal se llamaba la Acequia Real y hoy es la calle Corregidora.

 

Durante un poco más de la primera mitad del siglo pasado las acciones a nombre del “desarrollo” irrumpieron con el entubamiento y desecación de los canales, algunos poco a poco y otros de un sablazo,

 

Así pues, las ciudades (tal como las personas) van marcando sus destinos con decisiones atinadas o desafortunadas, buenas o malas, eso depende de criterios y percepciones… Pero, ¿por qué no pensar, bajo un poco de espíritu idealista, que en un futuro esos canales puedan recuperarse y volver formar parte de un sistema ecológico ahora desaparecido? A pesar de que en los años ochenta hubo un intento pobre de recuperar la memoria de los canales con intervenciones urbanas, definitivamente sería interesante retomar -esta vez más en serio, a fondo y de manera sustentable- el tema. Seúl lo hizo hace más de diez años recuperando su río Cheonggyecheon, el cual estuvo entubado durante varias décadas y le pasaba una carretera encima, ¿por qué no en la CDMX?

Autor: José María Macías

Arquitecto, posgraduado en Gestión Cultural y maestro en Patrimonio Mundial.

Antiguo Canal de la Viga: la Venecia mexicana

Viaja en el tiempo a la época en que se navegaba por los canales de la CDMX y descubre la historia de una de las avenidas más importantes.

 

ESPERO QUE LES HAYA SIDO DE SU AGRADO EL TEMA DE LAS CHINAMPAS…

EL PRÓXIMO MARTES LES VOY A PRESENTARLES MÁS INFORMACIÓN SOBRE LOS CANALES DE LA CIUDAD DE MÉXICO. AL VER FOTOGRAFÍAS DE ESOS TIEMPOS, NUESTRA MENTE SE TRASLADA A ESOS PAISAJES HERMOSOS DEL MÉXICO ANTIGUO, TIEMPOS QUE PARA MÍ, FUERON ESPECIALES… 

 

TLAHUILCUAUHTLI