Editorial

EL PANORAMA.

#InPerfecciones
Pronosticar el desastre nacional sería desafortunado e irresponsable porque significaría que la postura crítica se ha dado por vencida.

 

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C 
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

Me preguntan en el programa de radio “Disecciones” sobre mi pronóstico y panorama para este 2020 en México. La respuesta de un servidor trata de ser lo más seria y objetiva posible, sin embargo, no deja de ser una gran pregunta que merece algo más que un magro comentario supeditado al tiempo que corre en contra durante una emisión de radio.

 

Cualquier pronóstico desafortunadamente corre el riesgo de parecerse más a una lectura del tarot, si bien los elementos que tenemos en la mesa nos permiten proyectar lo que puede suceder –catastrófico o no- se encontrará siempre atado a la decisión final de los actores al frente del Gobierno o de cualquier institución, y es precisamente ahí donde es fundamental detenerse a analizar los antecedentes y resultados de un año -2019- que tuvo cualquier cantidad de altibajos.

 

Lo que he advertido es que en definitiva el discurso –mañanero- del Presidente debe de madurar para entrar a una etapa donde los resultados –de sus otros datos- se pongan sobre la mesa para ser sometidos al análisis y crítica general, como el caso de la exoneración del titular de la CFE Manuel Bartlett que vía la secretaria de la Función Publica Irma Eréndira Sandoval se encargó de “redefinir” el término corrupción al determinar que uno de los personajes más oscuros del pasado priista mexicano se encuentra libre de culpa después de llevar a cabo una investigación muy laxa para retomar una serie de tecnicismos que nos hicieron recordar a Virgilio Andrade en tiempos de Enrique Peña Nieto.

 

Y es que si solamente nos remitimos a ese tema, entonces el pronóstico y panorama nacional no es el más halagüeño precisamente, ya que bajo un régimen que tiene un corte más absolutista que democrático la redefinición de conceptos añejos como la corrupción, violencia, mafia, etc. bajo la visión ideológica de la 4T dejarán de serlo siempre y cuando provengan de los actores adscritos y ungidos por el “líder supremo”, aspecto que como lo mencioné en el programa de radio se antoja un aumento de la agresividad del discurso político hacia quién tenga la osadía de criticar y exponer los fallos de la actual administración. Y como muestra tenemos el golpe de timón en cuanto a la percepción que los defensores a ultranza de la 4T tienen ahora del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, que por poner sobre la mesa la inconformidad sobre los motivos y mecanismos para llevar a cabo una de las obras insignia de esta administración – el tren Maya-, resulta que se convirtieron de facto en “conservadores”, “salinistas”, “prianistas”, etc. cuando en otro momento ellos mismos –incluido el ahora Presidente- los presentaron como un ejemplo de resistencia a las bajezas que gobiernos anteriores cometieron en su contra.

 

Pronosticar el desastre nacional sería desafortunado e irresponsable porque significaría que la postura crítica se ha dado por vencida y no está dispuesta más que a quedar como simple espectadora de una situación que evidentemente no está construyendo una democracia y mucho menos un país donde todas las visiones se sumen, en ese sentido resulta muy importante seguir señalando y criticando como se ha hecho desde hace mucho tiempo, porque la crítica no nació en México cuando ganó López Obrador la presidencia, es una pretensión estúpida creer que quienes lo critican esperaron 18 años a verlo triunfar para alimentar su ego mañanero cada que comienza a pelearse con el enemigo imaginario que se inventó para tapar su postura ultraconservadora con un disfraz de izquierda que en definitiva le queda muy grande.

 

Si la postura crítica de la sociedad civil se engancha al discurso contestatario y provocador del Presidente, se convertirá en lo que se ha convertido la oposición política encarnada por los partidos que dando bocanadas de aire solo son un remedo poco inteligente y que dejó de ser opción para presentarse como un elemento de contrapeso político, y es así como sigo sosteniendo que la oposición se encuentra en la sociedad civil informada y organizada porque la clase política lo que necesita es bajarse de su ladrillo y dejar de sentir que pertenecen a esa monarquía anquilosada que solo patalea y no resuelve nada.

 

#InPerfecto