#InPerfecciones
El adiós de Romero Deschamps se aplaude, pero, lo que falta aplaudir es que efectivamente los procesos en su contra den tiempo de ejercer la esperada justicia.
Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C
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Joaquín Hernández Galicia alias “la Quina” vio desfilar desde la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), a los presidentes Adolfo López Mateos, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, López Portillo y Miguel de la Madrid antes de ser procesado y encarcelado durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, sin duda un tiempo considerable donde la lucha por los “derechos” de los trabajadores fue la razón para perpetuarse en la dirigencia de un sindicato que se jacta de ser muy “democrático”, aunque no queda muy claro que tendría de democrático un sindicato que eterniza a sus dirigencias, incluso pensar que con tantos años en la dirigencia reciclando el discurso de estar luchando continuamente por la democratización del sindicato, lo más probable es que o no tengan ni idea de lo que eso significa.
Después de la “Quina”, Carlos Romero Deschamps se hizo cargo de la dirigencia del STPRM, durante su encargo ha visto desfilar a Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto y efectivamente, el mismo discurso, la defensa de los derechos laborales, la democratización, la lucha contra el sistema, las bases, etc. pero tambien el mismo proceder, los abusos, los desvíos, los desfalcos y sobre todo la perpetuidad de un dirigente que lo último que revisa son los derechos y condiciones de los trabajadores y que eternamente está “trabajando” por la “defensa” de ese sindicalismo que no termina de cuajar en México porque seguimos viendo la precariedad de las condiciones laborales.
Con la renuncia de Romero Deschamps –por los motivos que sean-, lejos de dar un respiro y tranquilidad a los trabajadores, lo que se cierne sobre el sindicato son los intereses de cada grupo de poder que se frota las manos para buscar el momento idóneo para lanzarse sobre la dirigencia, sin embargo, el hecho de que Deschamps ya no se encuentre al frente no significa que el problema terminó porque todo el equipo de secretarios que trabajaron para el siguen en su puesto, situación que con un poquito de suspicacia nos hace pensar que el control del sindicato continua en manos del mismo grupo.
Efectivamente Romero Deschamps deja la dirigencia del STPRM en medio de una serie de implicaciones que tienen que ver con la Unidad de Inteligencia Financiera, sin embargo, después del susto que se llevó aquel día de la detención del abogado Juan Collado, lo más probable es que viendo las barbas de su vecino cortar puso las suyas a remojar y preparó –como el ex magistrado Medina Mora- la graciosa huida, porque habrá que ver si las investigaciones y procesos correspondientes dan tiempo o simplemente se diluyen para hacer efectiva la tradicional impunidad, esa impunidad que hace declarar al Presidente que prefiere mirar al frente en lugar de buscar el juicio contra Peña nieto.
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