Editorial

NI DEBATE, NI NADA.

#InPerfecciones
La facilidad que representa descalificar y redundar en temas que no necesariamente son importantes se está convirtiendo en el pan de cada día que no fomenta ni la comunicación ni el debate.

 

Carlos Rosas Cancino / @CarlosRosas_C  
carlos.rc@inperfecto.com.mx

 

¿Será que nos hemos vuelto hipersensibles? ¿o definitivamente nos encontramos entrampados en una espiral de intolerancia que no nos permite distinguir entre lo importante y lo banal?. Para prueba hace falta solamente voltear a ver el tema de Ximena García, piloto de la empresa Interjet, que desatinadamente señaló en redes sociales la “idea” sobre soltar una bomba sobre el zócalo en el momento en que se encontraban reunidos los simpatizantes del Presidente.

 

La respuesta rebosante de indignación en la que se sugiere terrorismo, intento de genocidio, etc. y las solicitudes para separar de su cargo a la piloto solicitando incluso un examen psicológico por el peligro que representa el hecho de que una persona con esas oscuras intenciones se encuentre pilotando un avión obviamente no se hicieron esperar. Lo cierto es que efectivamente nada justifica el hecho de “bromear” con semejante idea, de algún modo la respuesta y linchamiento en redes sobre todo por parte de simpatizantes de la 4T es lógica, sin embargo, de inmediato la respuesta a favor de Ximena García bajo la argumentación –también válida- que recordó momentos “destacadísimos” donde se idearon atentados o escarmientos en contra de algunos político u oponentes a la 4T, echaron en cara la intolerante conducta de los simpatizantes del Presidente.

 

El punto es que podemos seguir relatando –y redundando- sobre lo bueno, lo malo, lo injusto, lo indignante, etc. pero no vamos a llegar a nada, porque el consenso simplemente no es posible por una cerrazón a escuchar argumentos derivado de una polarización evidente de la que ya se ha dado cuenta en muchas ocasiones. 

 

La retórica que señala a quien no está de acuerdo con el Presidente, y que descalifica, y coloca una estigma de “traidor” o “conservador” sobre todo aquel que emite una opinión contraria a lo que se dicta desde las mañaneras, ha permeado y conseguido su cometido, que comienza a radicalizar la respuesta a cualquier opinión o comentario, cerrando la puerta al debate sano de las ideas, porque efectivamente no se esta debatiendo, solo se están parloteando descalificaciones que entre más beligerantes parecen más válidas.

 

La facilidad que representa descalificar y redundar en temas que no necesariamente son importantes se está convirtiendo en el pan de cada día que no fomenta ni la comunicación ni el debate, la piel es cada vez más delgada y los argumentos cada vez más ridículos. Basta con darse cuenta que el domingo se presentó la Ley de Amnistía, y que ayer se aprobaron las Leyes Secundarias en materia educativa, mientras buena parte de la discusión se encontraba destilando veneno en la novela de “lady bomba”, de verdad el nivel de atención y asignación de la importancia es muy deficiente.

 

#InPerfecto